El Banco Mundial y FMI, en Lima:
Jorge Zavaleta Alegre
Los Olvidados, título
de una gran película de Luis
Buñuel, en 1950, aborda una cruda denuncia social, que describe
la vida y la muerte en Ciudad de México, consecuencia de las
desigualdades, de un conjunto de personajes marginales, niños
delincuentes, que no conocen padre ni
madre y si los conocen como si no los conociesen, son empujados a realizar actos vandálicos y punibles por un Estado que
sólo actúa de una manera represiva y ausente de educación.
Dicho aporte cultural, del Séptimo Arte - que va creciendo en “América Latina con temas de Violencia y
Marginalidad” (Zavaleta 2013)- seis décadas
después, es una espiral que ronda en la Región y ha motivado para que un
equipo del Banco Mundial produzca un libro
que lleva el título: Los
Olvidados, cuyos autores- Renos
Vakis, Jameles Rigolini y Leonardo Lucchetti, analizan la pobreza planteando
nuevas alternativas, enfatizando que las variables económicas y financieras no
son suficientes para crear un mundo más humano y equitativo, como sueñan los niños de Buñuel.
Este informe, que es parte de un próximo libro, presentado el lunes 9 de Marzo, junto con otras actividades forman parte de Road to Lima, y buscan promover los alcances de las Reuniones Anuales del Grupo Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, programadas para Octubre 2015 en la capital peruana, con la participación de 198 delegaciones de los países miembros.
Década exitosa con desafíos
La mayoría de las mediciones confirman que la década del 2000,
salvo el 2009, el PBI per cápita en ALAC
creció de manera sostenida a una tasa promedio de 2,5% entre el 2000 y el 2012.
Pese a ser una de las regiones más desiguales del mundo, las disparidades se
redujeron sustancialmente. En general, setenta millones de personas, salieron de la pobreza, resultado
impresionante en décadas.
Para el BM la dramática reducción de la pobreza dio lugar
al surgimiento de una amplia clase media en términos estadísticos, un cálculo arbitrario como lo explica el representante para Bolivia,
Chile, Ecuador, Perú y Venezuela, al
consignar que los ingresos de 2.5-3-5- hasta 6 dólares por día concedía la quimérica distinción.
Este nuevo informe, reconoce que ALAC no es todavía una
sociedad de clase media. La mayoría de las personas que salieron de la pobreza
no pasó a engrosar las filas de la clase media sino que ingresaron a un sector “vulnerable”, en riesgo de volver a caer en la pobreza.
Actualmente uno de cada cuatro latinoamericanos sigue siendo
pobre. Algunos han sufrido remezones que los han hecho caer temporalmente en la
pobreza (pobres “transitorios”). Pero lo más preocupante es que otros nunca
lograron salir.
El crecimiento económico por sí solo ya no es suficiente para
sacar de la pobreza a los pobres crónicos o extremos.
El informe sostiene que el estado mental también constituye un
importante factor impulsor de la pobreza crónica. La política social, es un área de investigación emergente,
y merece especial atención. La situación de pobreza
ejerce presiones adicionales, influye en su estado mental y en su proceso de
toma de decisiones para resolver problemas
de supervivencia. Por lo tanto invertirán menos en la educación de sus hijos,
lo que puede perpetuar la pobreza a través de las generaciones.
“La desesperanza
destruye tanto la voluntad como la capacidad de las personas para invertir en
su futuro y en sí mismas” (Duflo 2012). Dicho de otro modo, la pobreza
genera pobreza. La productividad de la inversión dependerá de la capacidad y el
esfuerzo individuales de la persona. Finalmente, el estado mental puede afectar los resultados en esta etapa
del proceso.
El estudio de la pobreza crónica en ALAC también comporta un
desafío empírico debido a la ausencia casi absoluta de datos longitudinales en
la región.
CINCO REFERENTES A POBREZA CRÓNICA
1: Uno de cada cinco latinoamericanos vive en situación de
pobreza crónica. Uruguay, Argentina y Chile ostentan las cifras más bajas de
pobreza crónica, con tasas de alrededor del 10%. En el otro extremo, Nicaragua,
Honduras y Guatemala, muestran las tasas más altas de pobreza crónica.
2. La pobreza crónica tiende a concentrarse geográficamente.
Algunas regiones acusan tasas de incidencia mayores al 60% mientras que otras menores
al 10%. Tomando a Brasil como ejemplo, Santa Catarina tiene una tasa de pobreza
crónica de aproximadamente 5%, que es más baja que el promedio nacional de 20%
y se acerca a la media de Uruguay.
Un alto porcentaje de la población crónicamente pobre de
hecho se concentra en un número reducido de regiones: 20 de las 187 regiones consideradas
albergan al 50% de la población de pobres crónicos del continente.
3: La pobreza crónica es un problema que afecta al medio
urbano tanto como al rural. La residencia en zonas rurales está asociada a una
mayor persistencia de la pobreza. En al
menos cinco países el número de pobres crónicos urbanos supera el número de
pobres crónicos rurales (Chile, Brasil, México, Colombia y República
Dominicana).
4: El crecimiento económico no ha sido suficiente para sacar
a los pobres crónicos de la pobreza. Los países con las tasas más altas de
pobreza crónica fueron los que menos crecieron. Por ejemplo, Guatemala creció
menos del 1% al año. En el otro extremo,
Panamá experimentó un crecimiento de 6% anual, y el 20% de la población
permaneció en la pobreza entre los años 2004 y 2012.
El crecimiento económico no fue suficiente para sacar a los
pobres crónicos de la pobreza.
5: Los pobres crónicos tienen oportunidades de ingresos
limitada Los ingresos laborales representaron el factor impulsor más importante
detrás de la fuerte reducción de la pobreza registrada entre los años 2004 y
2012. En promedio, los hogares
crónicamente pobres cuentan con un 20% menos de recursos humanos que generan
ingresos que el resto de hogares.
La igualdad de género es crucial para la reducción de la
pobreza, ya que mayores oportunidades económicas para las mujeres pueden
generar mejoras en la productividad y ampliar las perspectivas económicas de
los hogares (Banco Mundial). Mientras que los
sectores de alta tecnología, servicios, construcción y comercio muestran una
mayor tendencia a contratar gente en regiones con tasas de pobreza crónica más
bajas.
Un estado mental abatido puede impedir la movilidad
ascendente. Las principales diferencias entre los pobres extremos o crónicos y aquellos que escaparon
de la pobreza se encuentran en el acceso a los servicios.
El contexto desfavorable tiene una fuerte influencia. Las
regiones con tasas más bajas de acceso a agua potable, sistemas de
alcantarillado o servicios higiénicos tienden a exhibir tasas más altas de
pobreza crónica.
Del mismo modo, los pobres crónicos tienen mayores
probabilidades de residir en regiones con baja cobertura de electricidad o
telefonía móvil (aunque estas correlaciones son más débiles, en parte debido a
las mejoras en la accesibilidad de ambos servicios durante la última década).
Apoyar a personas individuales es por lo tanto necesario. Puede
ser insuficiente si el contexto habilitador no les ofrece el margen requerido
para que aprovechen las oportunidades. La política social y las necesidades de
desarrollo regionales necesitan por consiguiente ir de la mano.
VOCES e INSTITUCIONES
Para los pobres es más fácil escapar de la pobreza si sus
voces son escuchadas y tomadas en cuenta. Los gobiernos, los servicios y los
programas sociales locales también tienen que estar dotados de empleados
públicos calificados, cuyo desempeño facilite la vida de los pobres y no
represente obstáculos adicionales.
El punto de partida debe ser un contrato social inclusivo,
que reconozca a todos los ciudadanos y ciudadanas como iguales y apuntale los
esfuerzos para ofrecer igualdad de oportunidades para todos. Es casi imposible
erradicar la pobreza si no se establece esa base sólida.
Pero un buen contrato social no es suficiente. Para ser
eficaces y apoyar a los ciudadanos y ciudadanas, las instituciones tienen que
funcionar adecuadamente a tres niveles.
Primero, tienen que tener la capacidad burocrática suficiente
para prestar buenos servicios. Los procesos institucionales tienen que ser
transparentes y ceñirse a normas claras en materia de responsabilidades (*Fukuyama
2012).
Loayza, Rigolini y Calvo-González (2014), por ejemplo, han
estudiado la capacidad de los gobiernos municipales en el Perú para gastar las
asignaciones presupuestarias adicionales provenientes de los ingresos de la
minería. Según sus hallazgos, mientras las municipalidades más pobres logran
ejecutar un mayor porcentaje del presupuesto adicional que les es asignado (una
señal de mayores necesidades), son también los municipios con menores logros
educacionales.
Un referente de trabajo social es Chile Solidario. Complejo servicio
de intermediación social que apunta a adecuar la asistencia a las necesidades
de los pobres extremos, descubriendo que los impactos del programa son
significativamente mayores cuando las familias de pobres extremos son asistidas
por trabajadores sociales con buenas evaluaciones de desempeño.
Los riesgos no asegurados es causa
de la pobreza crónica. Por ejemplo, existe una correlación entre los países con tasas relativamente
altas de pobreza crónica y la prevalencia de desastres naturales. Dada la
ausencia de alguna forma de aseguramiento y ahorros.
Un estado mental abatido es una alta barrera para la movilidad ascendente. La
situación de pobreza conduce a un estado mental abatido, lo que a su vez reduce
las aspiraciones y las posibilidades de movilidad ascendente, perpetuando un
círculo vicioso de la pobreza. Las
expectativas con respecto al futuro son menores en los países donde la incidencia
de la pobreza crónica es más alta.
Las personas que viven en provincias donde la incidencia de
la pobreza crónica es mayor propenden a ser más pesimistas con respecto a sus
perspectivas económicas.
Por ejemplo, Los Olvidados, en la versión del BM, los pobres crónicos de América Latina
son los más pesimistas en lo que concierne a sus actitudes frente al futuro:
uno de cada cinco considera que su situación económica empeorará en el próximo
año, el doble en comparación con aquellos que salieron de la pobreza o que
nunca fueron pobres.
Es posible que los pobres no inviertan en el futuro
parcialmente debido a sus propias experiencias. Aprender acerca de las
experiencias positivas de terceros puede ser beneficioso para las propias
aspiraciones.
ASPIRACION DE LOS
NIÑOS
Mejorar la aspiración de los niños y niñas pobres tiene una
importancia especial.
Transmisión inter generacional: La pobreza crónica también se transmite de
padres a hijos. El contexto en el que un niño o una niña nacen no debería
afectar sus posibilidades de éxito en la vida ni las oportunidades de mejorar
sus dotaciones. Sin embargo, los niños y niñas que nacen en contextos de
pobreza tienen menores probabilidades de tener acceso a las mismas
oportunidades que los niños y niñas más afortunados, lo cual crea un canal para
la baja movilidad social y la persistencia inter generacional de la pobreza.
La pobreza crónica es un fenómeno complejo y como tal no
existe un enfoque único o exclusivo para lidiar con ella de manera eficiente.
Las políticas públicas deben ser coherentes con el contrato social y con las
visiones políticas de la sociedad, los presupuestos existentes, las capacidades
y el entorno institucional general, lo cual incluye los programas ya
existentes.
Una misma familia podría ser crónicamente pobre en un
distrito apartado de la sierra andina o de la selva amazónica, pero no
necesariamente tendría que ser pobre si viviera en São Paulo, Bogotá o Lima.
Esto se debe a que los retornos para las características de las personas
dependen en gran medida del entorno en el que habitan y de las oportunidades
disponibles.
¿SOCIEDADES MAS
INCLUSIVAS?
Una agenda de políticas públicas urgente: Coordinar los
esfuerzos de reducción de la pobreza. Tras décadas caracterizadas por un
contrato social truncado que condenó a los pobres al olvido, América Latina
actualmente se está encaminando hacia la construcción de sociedades más inclusivas.
La mayoría de los países latinoamericanos ha experimentado una impresionante
oleada de nuevos programas sociales en los años 2000, y el gasto social ha despegado.
La marea de programas sociales es asombrosa: el índice de
desarrollo de nuevos programas aumentó seis veces en Colombia, y en El Salvador
pasó de cerca de cero a treinta programas,
La coordinación tiene que producirse a todo nivel. A nivel
del Estado, es necesario generar un amplio consenso en el sentido de que los
programas sociales no constituyen iniciativas populistas sino herramientas
efectivas de inclusión social.
DERECHO A LA
FELICIDAD
Incidencia en el estado mental y el proceso de movilidad. En
el diseño de las políticas públicas es necesario incluir estrategias para
revertir las aspiraciones deprimidas de los pobres crónicos y tomar en cuenta
su estado mental.
Si el estado mental de los pobres crónicos no es atendido,
estos se escurrirán por los resquicios del sistema de redes de seguridad y se
abstendrán de inscribirse en los programas sociales, o de cumplir con sus corresponsabilidades,
con lo cual terminarán en última instancia siendo sancionados.
Un programa social puede ayudar a los pobres a superar su estado
mental y sus bajas aspiraciones para que se enganchen con el proceso. En el
Perú, por ejemplo, la Estrategia Sanitaria Nacional de Prevención y Control de
la Tuberculosis (TBC) proporciona tratamiento gratuito a los pacientes con TBC,
ayuda a los pacientes a inscribirse en el seguro de salud.
Considerar el estado mental en los programas sociales puede
ayudar a los pobres a lidiar con el estrés y a planificar a largo plazo. Un
programa piloto en la ciudad de Bogotá trabajó bajo la premisa de que el estrés
puede influir en la (menor) valoración del futuro por las personas.
En varios países de América Latina existen esfuerzos para ofrecer una respuesta más
sistemática a las restricciones tanto de comportamiento como de coordinación en
forma de “servicios de intermediación social”, que han sido diseñados para
ayudar a los pobres a vencer barreras al acceso y a la información, entre
otras, por medio de un enfoque a nivel de hogares (Camacho et al. 2014).
Este enfoque busca superar el paradigma tradicional de la
asistencia social, que consiste en brindar a los pobres una amplia gama de
bienes y servicios, hacia un enfoque más personalizado, que aspira a
suministrar a las personas las herramientas que necesitan para enfrentar sus
retos específicos.
Los trabajadores sociales constituyen la piedra angular del apoyo a las familias. El
nivel de sofisticación de los servicios de intermediación social puede variar.
Las aspiraciones de una intervención como Chile Solidario van más allá del
simple acceso a programas sociales e incluyen apoyo y financiamiento a
programas sociales para subsanar las brechas a nivel de la oferta.
Sin duda, si los pobres crónicos no son convocados
activamente, es probable que se escurran entre los resquicios del sistema de
asistencia social, perpetuando de esta manera el círculo vicioso de la pobreza.
JZA. Continúa el debate.
La próxima crónica, versará sobre la
discusión de las estrategias de identificación, apoyo e inclusión de los pobres
crónicos, extremos y de la pobreza secular como tal, incluyendo los invisibles, con participación de tres panelistas y del público vía electrónica.
REFERENCIAS
BIBLIOGRÁFICAS
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*J. Zavaleta Balarezo: El Cine Latinoamericano Contemporáneo ha
experimentado una sobresaliente renovación en los últimos quince años para
centrarse en una búsqueda estética moderna, inspirándose en los grandes
maestros del cine.- Universidad de Pittsburgh. *Consulta del autor del presente
comentario de prensa para Cambio16, Madrid, Argenpress de Bs.As. y El Mercurio.
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