http://www.elperuano.com.pe/edicion/noticia-el-trabajo-infantil-el-peru-19576.aspx#.U6cTWkAuBdg
Julio Andrés Rojas Julca. Viceministro de Poblaciones Vulnerables
La
identidad, la educación, el juego, la libertad, el buen trato, el
cariño, la vida en familia, son derechos que le asisten a todo niño.
Yachay (aprender) constituye precisamente un programa del Ministerio de
la Mujer y Poblaciones Vulnerables, entidad rectora multisectorial que
simboliza la inclusión social en armonía con el crecimiento económico,
binomio esencial del desarrollo de un Estado democrático.Con motivo del Día Internacional contra el Trabajo Infantil, el 12 de junio, Yachay organizó una serie de actividades orientadas a conocer y entender las difíciles consecuencias de aquellos niños, niñas y adolescentes cuyas vidas transcurren en situación de abandono. Ministerios, gobiernos municipales, colegios, beneficencias, artistas de teatro, músicos mostraron su simpatía y colaboración.
Se
sumó a este esfuerzo el Colegio de Abogados de Lima, a través de su
secretaría de derechos humanos, promoviendo un debate en torno a la
problemática del trabajo infantil, con el lema: “La calle no es su
lugar”.
La Corte de Justicia de Lima también se solidariza con Yachay. En la sala de exposiciones Manuel Villarán y Barreda, nombre del primer presidente de esta Corte, creada en 1824 por el Libertador Bolívar, se inició una exposición itinerante, sobre la necesidad de estudiar, jugar y vivir en familia.
Paneles de fotografías y mensajes alusivos a la niñez y su futuro ratifican a los numerosos visitantes que la educación es una ayuda a protegerse de diversas situaciones de riesgo. Otros paneles presentan las leyes y los convenios internacionales que dan sostén jurídico a un Estado que propugna la inclusión social. Abundan ilustrativos testimonios.
Hay trabajos peligrosos de los adolescentes, con gran riesgo para su salud. Imágenes que desautorizan el trabajo forzoso. Solo un Comité de Seguridad a cargo del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo es la instancia que precisa la autorización de trabajo para adolescentes.
En suma, la política de un Estado con vocación social se traduce en Yachay y Vida Digna, ambos, con diferente estrategia, buscan concientizar que la calle no es el lugar para vivir.
El Plan Nacional por la Niñez e Infancia 2012- 2021, las defensorías municipales, Beca Perú, Juntos, Senati y otros programas del Estado van cambiando el rostro del país, dejando lecciones vivas de que los niños que no trabajan tienen mejores alternativas de desarrollo personal y familiar.
El Estado, con sus programas sociales, brinda oportunidades de un futuro distinto y busca que las riquezas naturales de las que goza el país, más las bondades del bono demográfico, sean mejor aprovechadas sin excluir a nadie.
Publicado en El Peruano 22/06/2014
La Corte de Justicia de Lima también se solidariza con Yachay. En la sala de exposiciones Manuel Villarán y Barreda, nombre del primer presidente de esta Corte, creada en 1824 por el Libertador Bolívar, se inició una exposición itinerante, sobre la necesidad de estudiar, jugar y vivir en familia.
Paneles de fotografías y mensajes alusivos a la niñez y su futuro ratifican a los numerosos visitantes que la educación es una ayuda a protegerse de diversas situaciones de riesgo. Otros paneles presentan las leyes y los convenios internacionales que dan sostén jurídico a un Estado que propugna la inclusión social. Abundan ilustrativos testimonios.
Hay trabajos peligrosos de los adolescentes, con gran riesgo para su salud. Imágenes que desautorizan el trabajo forzoso. Solo un Comité de Seguridad a cargo del Ministerio de Trabajo y Promoción del Empleo es la instancia que precisa la autorización de trabajo para adolescentes.
En suma, la política de un Estado con vocación social se traduce en Yachay y Vida Digna, ambos, con diferente estrategia, buscan concientizar que la calle no es el lugar para vivir.
El Plan Nacional por la Niñez e Infancia 2012- 2021, las defensorías municipales, Beca Perú, Juntos, Senati y otros programas del Estado van cambiando el rostro del país, dejando lecciones vivas de que los niños que no trabajan tienen mejores alternativas de desarrollo personal y familiar.
El Estado, con sus programas sociales, brinda oportunidades de un futuro distinto y busca que las riquezas naturales de las que goza el país, más las bondades del bono demográfico, sean mejor aprovechadas sin excluir a nadie.
Publicado en El Peruano 22/06/2014
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