Jorge Zavaleta Alegre
Bolivia ha tenido la oportunidad de ofrecer al mundo información documentada de la Historia de América, con motivo de los
50 años de creación de la Cumbre del
Grupo77 con la presencia de China.
Junto con Potosí, donde
hay parte de los Archivos de Indias, La Casa de la Libertad, antiguo claustro
universitario, en Sucre, es lugar donde
nació Bolivia. Se firmó el Acta de la Independencia del Alto Perú en 1825 y en 1898
dejó de ser la sede del Congreso de la República.
Ahora es un repositorio
de invalorables colecciones de documentos inéditos, algunos de ellos con varios siglos de
antigüedad como el gran mapa de las colonias españolas en Sudamérica, editado
en España en 1775.
De acuerdo con varios
investigadores en Bolivia, se conoce o se puede conocer que la
historia oficial olvidó, ocultó o no tomó conciencia de la existencia y el
aporte de los pueblos originarios en la construcción de una nación. La
investigación científica permite ver que la historia de Bolivia es un proceso
dinámico de relaciones entre diversos grupos sociales y culturales, la esencia
misma de la bolivianidad.
DECLARACIÓN DE SANTA CRUZ
Después de tres días de
exposiciones de varios jefes de Estado, presidentes, cancilleres y algunos
ministros de economía, Bolivia ha podido mostrar una mayor cohesión política y
social interna como de la Región
Sudamericana, con menos incidencia en actos
políticos sino con propuestas que deberían ser vinculantes con las
Naciones Nacionales.
Se ha percibido la
necesidad de un cambio de los paradigmas
existentes en el mundo de las Relaciones Internacionales y construir un
horizonte para la nueva Geopolítica del Sur en la transición del mundo unipolar
al mundo multipolar.
La Declaración incide
en una agenda formal-institucional y aportes al debate de la Agenda Post-2015 y
la construcción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que deben
sustituir a los Objetivos del Milenio. Y en segundo lugar la construcción de ese otro mundo posible, un
mundo de soberanía para el Sur, libre de toda forma de colonialismo e
imperialismo.
Destaca que los
Objetivos de Desarrollo Sostenible en las tres dimensiones del desarrollo
sostenible: económica, social y ambiental.
Es necesario promover
la armonía con la naturaleza y la Madre Tierra. Se afirma que no existe un
único modelo de democracia y se reafirma la necesidad de respetar debidamente
la soberanía, la unidad y la integridad territorial y el derecho a la libre
determinación.
Desde una lectura de la crisis del
capitalismo, se apuesta por una reforma de la estructura financiera
internacional que refleje las realidades del siglo XXI.
Denuncia una vez más el
bloqueo a Cuba, instando a que se ponga fin al embargo económico, comercial y
financiero que sufre la Isla. Condena la situación neocolonial en las Malvinas
donde se reconoce el perjuicio a la Argentina y se insta a encontrar una salida
pacífica a la disputa por la soberanía sobre las islas.
También se hace una
defensa del pueblo palestino y una condena de la ocupación militar israelí-
Destaca el desarrollo en
torno a la biodiversidad, los bosques,
la desertificación, los océanos, y especialmente el cambio climático. El cambio climático pone en peligro la propia
existencia y supervivencia de los países y las sociedades.
El Secretario General
de Naciones Unidas Ban Ki-moon defendió
el Vivir Bien y el desarrollo en equilibrio con la Madre Tierra como aportes
bolivianos a la construcción de los Objetivos de Desarrollo Sostenible.
La Cumbre remarca una defensa de los Derechos de los Pueblos
Indígenas, instando a trabajar en pro de la realización de los mismos sobre sus
tierras, recursos naturales, identidad y cultura.
Bolivia también ha
incorporado en la Declaración los principios andinos del ama suwa (no seas
ladrón), ama llulla (no seas mentiroso) y ama qhilla (no seas perezoso),
principios que, de conformidad con todos los derechos humanos y las libertades
fundamentales, contribuyen a los esfuerzos para prevenir y combatir la corrupción.
Bolivia enmienda la
Declaración para que su país sea la sede del “Instituto de Descolonización y
Cooperación Sur-Sur, una alianza económica, científica, tecnológica y cultural
entre los países del G77+China para posibilitar una real y definitiva
independencia del Sur.
LOS MOVIMIENTOS
SOCIALES
Los presidentes de
izquierda de América Latina como Raúl Castro, Nicolás Maduro, Rafael Correa, Salvador Sánchez Cerén, José Mujica, Cristina Fernández, coincidieron en invitó G77 + China a crear un nuevo orden
mundial en beneficio de los pueblos, que incluya un sistema de normativas
globales para combatir la unilateralidad de los organismos internaciones
hegemónicos.
Un mensaje en el mismo horizonte planteó Rigoberta Menchu, el propio Ban Ki-moon, encabezados por Evo Morales, al insistir
en un nuevo paradigma de
Relaciones Internacionales llamado Diplomacia de los Pueblos.
Desde Santa Cruz, región que mantenía
relaciones distantes con La Paz, Rafael Correa advierte que los peligros
de la restauración conservadora, demanda una contraposición que defienda la
unidad de los gobiernos progresistas. Un ejemplo es la resolución de apoyo a Venezuela, ante
la agresión de los EEUU a la revolución bolivariana.
Está claro que no puede
darse una total erradicación de la pobreza y superación irreversible de la
desigualdad, si esta no va de la mano de la liberación económica y política de
los pueblos en el marco del Vivir Bien y la Diplomacia de los Pueblos.
Cristina Fernández, en
forma didáctica, declara: “Lo que está sucediendo en el mundo no es el
capitalismo sobre el que escribieron David Ricardo ni Adam Smith (teóricos que
promulgaron el comercio internacional y la propiedad privada de los medios), es
una distorsión total y absoluta que sobrepasa la categoría de explotación y de
los capitales financieros y que está al servicio de la exclusión. Ya ni
siquiera los hombres son importantes para explotarlos sino que se les excluye”.
TAREAS FUNDAMENTALES
Del desarrollo
sustentable al desarrollo integral en equilibrio con la madre tierra. Refundar
la democracia: De la democracia representativa a la democracia participativa y
comunitaria que democratiza la riqueza.
Los servicios básicos
como derecho humano universal, donde el agua debe constituirse en un derecho
humano esencial de las personas.
Descolonizar la
economía; descolonizar la cultura; descolonizar los saberes; descolonizar el
mundo.
Erradicar el hambre en
los países del sur consolidando nuestra soberanía con seguridad alimentaria.
Ciencia y tecnología al
servicio de los pueblos y de la humanidad para vivir bien. Frente a la crisis
del capitalismo, nueva arquitectura económica financiera mundial. Soberanía sobre los recursos naturales8.
El Grupo 77 no comparte
un horizonte común como era el bloque de
los no alineados. No se vislumbra un horizonte socialista, en el sentido de la
expropiación de los medios de producción y la sociedad sin clases, tampoco hay
una clara posición antiimperialista, salvo la exacerbación discursiva de
algunos gobiernos progresistas.
Las reuniones G77 tratan
de problemas técnicos, de competencia administrativa de los gobiernos,
problemas relativos a la energía, a la agricultura, a la alimentación, al
comercio, a la inversión, a las finanzas, a la cooperación regional, al
desarrollo, a la ciencia y tecnología.
El documento de la Cumbre del G77+China será la base para
elaborar los nuevos objetivos de la reunión del milenio de la Organización de
Naciones Unidas (ONU) que en Nueva York
el próximo año, remarca vicepresidente boliviano Álvaro García Linera.
CHINA PRINCIPAL
BENEFICIARIO.
El nuevo orden mundial
y el G77+ China, en opinión de académicos bolivianos representan una ocasión
para abrir, formular o siquiera pensar ya no sólo adornando la realidad, sino llevar la retórica al punto
de la mentira.
El orden mundial, en su
opinión, emergente del protagonismo chino no es un orden anticapitalista. El
único alcance y vocación de China es la disputa de la hegemonía mundial a EEUU,
pero bajo los mismos presupuestos sociales y políticos: explotación laboral
colonial, monopolio de la tecnología, imposición de las reglas de juego en
términos coloniales, imposición de los precios de las materias primas, uso de
las periferias del mundo como mercados de consumo de sus productos.
El industrialismo chino y su maquinaria de
consumo es uno de los causantes del cambio climático, pero gracias al poder que
tiene en el G 77 hace aprobar declaraciones que trasladan las causas al
escenario ambiguo de las “políticas y prácticas deficientes”.
China ha firmado un
acuerdo para cultivar tres millones de hectáreas o unos 30.000 km cuadrados de
tierra de Ucrania durante medio siglo, lo que constituye el 5% de la superficie
total ucraniana o el 9% de su tierra cultivable. El acuerdo ha sido suscrito con
la Construction Corps (XPCC de China) y la ucraniana KSG Agro.
Desde 2007, China ha
comprado tierras cultivables en América del Sur, el sudeste de Asia y África,
según un informe del Instituto Internacional para el Desarrollo Sostenible. Los
críticos aseguran que la medida es un ejemplo de una serie de acuerdos globales
de tierras que evocan los tiempos del colonialismo y de extracción de recursos
de los países más pobres a manos de los países ricos, sugiere el portal.
Arabia Saudita, Corea
del Sur, los Emiratos Árabes Unidos, el Reino Unido y EE.UU., entre otros,
vienen comprando tierras agrícolas en el extranjero, sobre todo tras el pico
mundial marcado por el precio de los alimentos en 2007-2008.
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