Se trata de uno de los personajes más destacados de Los Miserables de Víctor Hugo, la gran
novela de Francia del siglo XIX, cuyas páginas siguen
vigentes en los densos procesos
migratorios que no responden a ninguna
planificación. Los pocos avances en la descentralización, regionalización y la gestión municipal, corroboran
la impostergable reforma del Estado para privilegiar a los niños.
Ciertamente, la realidad es más rica que la literatura. La
vida urbana y rural presenta historias dramáticas de diversos personajes que por otros motivos también son
miserables, ya sea porque son perseguidos injustamente por la ley y condenados
por la sociedad, los faltos de moral o ignorantes no por deseo propio sino por
falta de educación o son niños abandonados por sus padres que vagan por las
calles y trabajan para subsistir.
En el Perú, se estima en 2 millones las niñas y niños, que entre 6 a 17 años, que se ven obligados a trabajar
prematuramente, informa Yachay (Aprender) uno de los programas que el Estado cuenta para apoyar la inclusión
social como soporte indispensable en el
desarrollo físico, mental y emocional de nuestra infancia.
El trabajo infantil en el Perú se da en la chacra en la siembra como en la
cosecha, en el pastoreo de animales; lavado de carros, lustrado calzados, ayuda en la producción de artesanía,
apoyo en el negocio familia, etc.
La calle socializa en forma parcial, y al mismo tiempo coloca
al niño en situación de alto riesgo. Las consecuencias, entre otras, son
violencia, lesiones, accidentes, atraso escolar, daño psicológico, menor
participación, enfermedades crónicas (TBC, anemia), baja autoestima. El atraso
escolar en Lima llega al 76% y Trujillo 76.5%, para citar solo dos ciudades.
El próximo 12 de Junio, es el Día Mundial contra el trabajo
infantil. Para la víspera se anuncia una movilización en la Plaza San Martín, alentada por los
municipios distritales y de Lima Metropolitana y Yachay. Es una oportunidad para que las empresas
productoras de literatura infantil, los excelentes productores de cine nacional y latinoamericano, los músicos, los artistas
gráficos, fotógrafos, investigadores especializados, estén presentes en la motivación
y germinación de un movimiento nacional por
el Niño.
Este nuevo calendario, motiva
a ejercer la vigilancia ciudadana, que los niños estudien y jueguen, que
los padres no expongan a sus hijos a la calle, y configurar una ciudad más
cálida e integradora.
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