Jorge Zavaleta Alegre
El derecho al deporte,
juego y recreación constituye un estímulo para el desarrollo afectivo, físico,
intelectual y social de la niñez y la adolescencia, además de ser un factor de
equilibrio y autorrealización, coinciden los trabajos de UNICEF y el Ministerio de la Mujer y
Poblaciones Vulnerables del Perú – MIMP,
especialmente, a través del Programa Yachay.
El Director Regional de UNICEF para América Latina y el
Caribe, Bernt Aasen, durante su reciente
visita a Lima destacó la importancia de
promover el derecho al juego y el acceso al deporte como una herramienta
esencial en el desarrollo de un niño, niña o adolescente.
Con estudios de
historia, literatura y lengua española en la Universidad de Oslo y en la UNAM
de Méjico, seguido de un postgrado en Pedagogía Social en la Universidad de
Oslo, Bernt Aasen, analiza los Objetivos de Desarrollo del Milenio y menciona seis
temas prioritarios que amenazan el
bienestar y el desarrollo integral de la infancia:
Las disparidades económicas, que van más allá de los
promedios nacionales. La exclusión, que viven millones de indígenas, afro
descendientes y otros grupos, como los discapacitados. La violencia, desde la
intrafamiliar, básicamente invisible, hasta la juvenil y las respuestas
legales. El VIH/SIDA y la desnutrición crónica.
Nacido en Noruega, Aasen fue coordinador adjunto de la
operación humanitaria en el Sudan entre
2002 y 2004 donde integró el
equipo de negociación entre el gobierno de Sudan y el Movimiento de Liberación
Popular de Sudan. Con UNICEF ha laborado en Afganistán, Nueva York y en Méjico donde inicio programas de asistencia
para niños y niñas indígenas en áreas controladas por guerrillas en el sur del
país.
En Nicaragua trabajó en la elaboración de legislación sobre
temas de infancia. En Panamá, desarrolló la primera red de programas de
rehabilitación para niños y niñas de la calle. Y 1987 en Honduras, participó sobre un proyecto comunitario para
proveer de agua a áreas peri-urbanas.
DOS TIPOS DE INFANCIA
En América Latina, se habla de «dos tipos de infancia»:
aquellos niños englobados en el concepto de «menores en circunstancias
especialmente difíciles» y los que no lo
están.
Este concepto desarrollado por UNICEF define a los niños que
viven en situación de riesgo e incluye los menores con necesidades específicas de
atención preventiva. Menores trabajadores y de la calle, en conflicto armado, refugiados y desplazados
por discriminación religiosa, social o política. Menores institucionalizados. Víctimas de
maltrato y abandono. Menores esclavizados, maltratados, prostituidos o
explotados; Y menores en desastres naturales y ecológicos.
El retraso en el crecimiento refleja una deficiencia
alimenticia crónica, agravada por la enfermedad. Comparado con otras formas de
desnutrición, éste es un problema de proporciones mayores.
Entre los niños con edad inferior a los 5 años del mundo en
vías de desarrollo, aproximadamente una tercera parte –195 millones de niños–
sufren de retraso en el crecimiento, mientras que 129 millones tienen un peso
insuficiente.
Un total de 24 países soportan el 80% del lastre de la
desnutrición en el mundo en vías de desarrollo, expresado a través del retraso
en el crecimiento.
EDUCACIÓN Y DESARROLLO
INFANTIL
En relación con la educación, se sabe que el 27% del total de
la población en edad escolar está fuera de la escuela. La educación no se
adapta a las heterogéneas realidades culturales del país y a las realidades específicas
de estas poblaciones. Un alto porcentaje de docentes no tienen estudios
especializados.
El concepto niño de la calle tendría una carga estigmatizante,
de desvalorización, en tanto que lo define exclusivamente por lo negativo, al no tener casa, que no va a la escuela, que no tiene familia, etc.
“El juego, el deporte
y en concreto los programas de deporte para el desarrollo son una buena
plataforma para fomentar estas habilidades en niños y adolescentes.
Desde el Brasil, ‘Vamos a Jugar’ es una iniciativa de
movilización y de compromiso ciudadano y político impulsada por UNICEF y la
Alcaldía de Rio de Janeiro. Alienta el derecho al juego, la recreación y el
deporte seguro e inclusivo para todos los niños, niñas y adolescentes en
América Latina y el Caribe.
Unicef, remarca que la trilogía “Deporte, Recreación y Juego”, fortalece el organismo y evita las enfermedades,
prepara a los niños y niñas desde temprana edad para su futuro aprendizaje,
reduce los síntomas del estrés y la depresión. Mejora la autoestima, previene el tabaquismo y
el consumo de drogas ilícitas y reduce la delincuencia.
YACHAY
Es un programa nacional que desde
un enfoque de derechos, trabaja y se conecta de manera lúdica con los niños y
adolescentes, fomentando la convivencia y el desarrollo de habilidades sociales
entre ellos.
La experiencia “Deporte para el Desarrollo, deporte de
mediación”, se realiza en el marco de una alianza entre UNICEF, Yachay (MIMP) y
la ONG nacional CEDEC.
Desde pequeños, los niños entienden que la responsabilidad en
el hogar es colectiva y que la escasez obliga a compartir sus escasos bienes.
El juego no es valorado por los padres, que lo consideran algo intrascendente.
La participación de
niños y niñas con discapacidad en actividades deportivas fomenta la inclusión y
ayuda a evitar la estigmatización.
Yachay busca conseguir el compromiso de los alcaldes en sus
municipios y permitir la universalidad del derecho al juego, la recreación y el
deporte seguro e inclusivo para todas las niñas, niños y adolescentes de la
región.
El derecho al juego, consagrado en el artículo 31 de la
Convención sobre los Derechos del Niño, universaliza su derecho a ser escuchado
en todas las decisiones que afecten a su futuro. Por lo tanto, el deporte y el
juego no son sólo mecanismos para el desarrollo y el aprendizaje de habilidades
para su vida, sino también para su empoderamiento y participación.
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