://www.losandes.com.pe/?c=noticia&id=70773
La administración de justicia y derechos
humanos del Perú deben fortalecer
la otra cara de los penales. “Las manos en libertad”, es el título de
un catálogo que destaca el desarrollo laboral y personal de los centros
penitenciarios, poniendo en evidencia una infinita creatividad de los internos.
Actualmente los penales suman 69 en
todo el territorio nacional, con una población penal cercana a los 50 mil internos, con una capacidad de albergue de no más de 27 mil personas. La
mayor parte de internos es población joven,
y económicamente productiva, entre 18 y 29 años, según información
oficial del año 2011.
Se aprecia que en las actividades
relacionadas con la rehabilitación y
reincorporación del interno a la
sociedad, participan voluntarios, quienes colaboran en los talleres de los penales, despertando la
creatividad de los internos y abriendo caminos que les permitan competir, en igualdad de condiciones, cuando
recuperan su libertad física.
El Instituto Nacional Penitenciario,
ha iniciado una exposición itinerante
por las instituciones públicas. Empezó por las galerías del Ministerio de la
Mujer y Poblaciones Vulnerables, en el Centro Histórico de Lima. El público, de todas las edades, se siente
atraído por la diversidad de productos en exhibición. El apoyo del INPE incluye
al apoyo en la comercialización, actuando
en la intermediación para formalizar los pedidos de los clientes.
En las ferias, puede adquirir una diversidad de productos que proceden de
cárcel de mujeres de Chorrillos, Pucallpa, Castro y Huaraz. Las muestras de muebles de madera
y metal, artículos de cuero (zapatos,
carteras…), prendas de vestir, cerámica con motivos regionales, artesanía en
mármol y cacho, bisutería y joyería, cestería, tapices de yute y lana, adornos
navideños y cuadros artísticos… revelan
la alta sensibilidad de sus autores.
Otras líneas de producción se relacionan con la gastronomía, panaderías, lavanderías, que
motivan suscripción de contratos, es decir ingresos para cada interno.La
exposición más conocida es aquella que organiza cada año el Centro
Cultural Japonés, en la Residencial San
Felipe – Jesús María, con el nombre de
Paschi (Gracias)
Estudios de estas experiencias, realizados en otros países arrojan diversos resultados
positivos. En términos económicos, una persona reintegrada efectivamente, se
traduce en una menor tasa de delito, menores costos judiciales, carcelarios y
post carcelarios. En Inglaterra, se calcula que por cada $ 1.000 invertidos en tratamiento
por consumo abusivo de sustancias, mientras la persona está en la cárcel, se
ahorran $ 9.500 en promedio para el sistema de justicia y de salud luego de su
egreso.
En Chile, cada año aproximadamente 35
mil personas egresan de recintos penitenciarios. La investigación del Centro de Estudios en Seguridad Ciudadana,
señala que para conseguir la Reintegración Social y la Seguridad Ciudadana es
prioritario el diálogo intersectorial. Una política post carcelaria debe ser
consistente y coherente con otras políticas sociales dirigidas a personas de
similarescaracterísticas socioculturales. Ante la pregunta ¿tiene una persona
que sale de la cárcel el mismo acceso a servicios sociales que una que no ha
sido penalizada?, la respuestadebería ser sí.
No hay comentarios:
Publicar un comentario