Jorge Zavaleta Alegre. Periodista
Modernizar el Estado para atender la integración social es una de las tareas más difíciles de un gobierno que tiene interés en el desarrollo descentralizado y sostenible.
Modernizar el Estado para atender la integración social es una de las tareas más difíciles de un gobierno que tiene interés en el desarrollo descentralizado y sostenible.
Este propósito implica conseguir la participación de los gobiernos regionales y locales desde las más pequeñas poblaciones de un país multiétnico, pluricultural y con grandes contrastes geográficos.
El área social demanda una atención coherente, porque en las dos o tres últimas décadas la masiva migración de los pobladores de los Andes a la Costa se ha incrementado creando necesidades de espacios públicos y servicios sociales nunca previstos.
A partir de enero de este año, existe una nueva estructura del Estado para abordar la inclusión social, dando prioridad a los menos favorecidos por el crecimiento económico nacional.
El Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables cuenta con programas especializados para proteger el desarrollo integral de niñas, niños, adolescentes, jóvenes, adultos y adultos mayores que se encuentran en situación de riesgo y/o vulnerabilidad.
En este propósito se inscribe el Programa Integral Nacional para el Bienestar Familiar (Inabif), el Programa de Repoblamiento y Desarrollo de Zonas de Emergencia (PAR) y otros para mejorar las condiciones de vida de los grupos vulnerables, como forma de contribuir a la reducción de la extrema pobreza.
El doctor Julio Rojas, viceministro de Poblaciones Vulnerables, considera que el Estado, para superar las diversas formas de inequidad, exclusión y violencia social, debe impulsar un Sistema Descentralizado de Garantías para el Desarrollo Humano y Social que articule los esfuerzos del Estado, la sociedad civil y el sector privado, tomando como punto de partida los gobiernos locales.
En efecto, el desarrollo local es la clave. Un buen referente es el acuerdo entre el gobierno regional de Moquegua y la municipalidad provincial de esa región, para poner en marcha un centro de atención residencial para menores en situación de abandono.
En este horizonte los programas sociales deben disponer de financiamiento, monitoreo, articulación y ejecución con una gestión social transparente, éticamente reconocida y por resultados.
Cuando se producen situaciones de crisis como las que ha vivido el Perú durante las últimas décadas, es la familia la primera institución social que acusa el golpe porque es el núcleo más vulnerable de nuestra sociedad.
El Inabif es una institución especializada en el fortalecimiento de las familias en situación de vulnerabilidad y riesgo social que coordina, supervisa y evalúa la gestión de las sociedades de beneficencia.
La directora ejecutiva del Inabif, Nancy Tolentino, considera que la colaboración de los medios de comunicación es valiosa para promover los valores y la autoestima de la población vulnerable.
Fecha:31/08/2012
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