Papel de Arbol

lunes, 14 de mayo de 2012

LA DEUDA HISTORICA CON EL SUR ANDINO Y LA ECONOMIA GLOBAL


Jorge Zavaleta Alegre Cambio16 Madrid.-
El futuro de América Latina pasa por una perspectiva global. La Cuenca del Pacifico surge en este siglo como  nuevo horizonte. Las relaciones económicas permitirán atraer capitales, tecnología y  mercado para los productos exportables. Proyectos peruanos como el gasoducto sur andino y el consiguiente complejo petroquímico tienen la misma o  mayor dimensión integradora  que cumple la Panamericana y el tren de la Sierra Central al puerto del Callao.

Latinoamericana  tiene  hoy en día dos grandes oportunidades para ampliar sus relaciones comerciales.  Centroamérica, a partir del Canal de Panamá, fortalece lazos con los EEUU.  Sudamérica vuelca sinergias con Brasil y sigue de cerca experiencias como la de Noruega y la de Tennessee, cuya canalización de su principal río permitió  abundante energía y convertir el valle en fuente de gran riqueza, superando la pobreza dejada por la  extracción minera.
El mundo ha cambiado. El contexto petrolero no es el mismo con relación a 1969. Las siete hermanas ya no son las principales petroleras.  Si consideramos las reservas,  las empresas privadas tienen un papel irrisorio. The Economist señala que  las veinte primeras empresas petroleras mundiales por sus reservas: 16 son estatales, 3 privadas y una mixta.
Las principales empresas de hidrocarburos de nuestra Región son públicas. El Perú  recién empieza su reactivación mediante asociaciones con inversionistas privados.  Petroperú no cuenta con petróleo. En este contexto la modernización de Talara, la construcción del Gaseoducto Sur Andino  y el consiguiente complejo petroquímico,  son proyectos que  le permitirán retornar  al upstream, capacidad que le fue arrebatada en la década del noventa.
RESISTENCIAS
Pero esta nueva proyección empieza a tener resistencias desde los liberales fundamentalistas,  ignorando que el sur andino representa el 23% de la población nacional, potencialmente muy rica en recursos, pero con una brecha sistémica, una deuda histórica dominada por la extrema pobreza.
Las dificultades económicas que atraviesan los EEUU y Europa;  el crecimiento de China e India, cual locomotora que consume materias primas de América Latina, ponen al descubierto el derrumbe del fundamentalismo liberal y dejando la evidencia de que la economía no puede ser entregada exclusivamente a  manos del libre mercado.
El fetichismo del mercado ha obligado a que los dueños del capital pidan el socorro de los Estados y éstos tengan que recurrir a las arcas fiscales para y evitar el colapso del sistema financiero internacional, sacrificando presupuestos para atender irrenunciables derechos  sociales.
Sin embargo, los  grupos económicos beneficiados con los procesos de privatización, sobre todo en el Perú de  fines del siglo pasado, tratan de mantener un Estado distante de la actividad productiva, avalando una burocracia empírica que se rebela contra la reforma del Estado y la consiguiente meritocracia.
RESPUESTAS 
 Como la economía política no  es estática, en el Perú comienzan a emerger voces democráticas que alientan un modelo donde la empresa pública y privada formalicen alianzas para que los  ciudadanos tengan acceso a los derechos esenciales, con igualdad de oportunidades.
Según el decano del colegio de Ingenieros de Lima, Luis Mejía - al inaugurar un primer debate sobre el gasoducto andino y el rol del Estado con Petroperú - es una oportunidad para el  país,  dentro de una visión global, que  no debe ser marcada por el inmediatismo ni por la disputa ideológica.
Dicho foro, organizado por el Sindicato de Trabajadores Administrativos de  la estatal Petroperú,  rompe con el largo silencio de la academia, de los empresarios y de los partidos políticos.  Participaron como expositores Humberto Campodónico presidente de Petróleos del Perú, el escritor y analista estratégico Alfredo Barnechea  y  panelistas como Miguel Vega, presidente de Capebras;    Jorge Manco, investigador  de la Universidad de San Marcos; Johnny Nahui,  especialista en eficiencia energética y energías renovables y un amplio diálogo con numerosos asistentes. 
En el mundo, las diez empresas  más grandes con concesiones petroleras son estatales. En el Perú operan varias empresas públicas como ENAP de Chile, Ecopetrol de Colombia, Petrobras, entre otras. El mandato del actual  gobierno peruano es poner el péndulo al centro.  La Ley 29817 declara de necesidad pública el trasporte de hidrocarburos, y encarga una gestión  a favor de la descentralización y a generar valor agregado al uso petroquímico.
En Ayacucho, tierra donde apareció el movimiento violentista Sendero Luminoso, no existen instalaciones de gas, no obstante que el gasoducto Camisea - Pisco atraviesa ese  territorio.
El gasoducto andino es un mecanismo para construir mercado interno, y se espera que el gobierno otorgue las mismas facilidades que gozó el proyecto de exportación del gas de Camisea, con exoneración de impuestos de ocho años, convocatoria a Electroperú para producir energía con  gas y  una serie de mecanismos, de leyes y de normas que  favorecieron a formar la cultura del gas para la comercialización externa.
El gasoducto andino debe superar aquel  efecto histórico del fallido intento de la Confederación Peruano – Boliviana. En el 2004 el presidente boliviano Carlos Meza presentó al Perú el proyecto de integración gasífera señalando que “El Perú y Bolivia no tienen que unirse sino de reunirse”, propuesta que encontró el silencio de ministros peruanos como Pedro Pablo Kuczynski  y Jaime Quijandría, que preferían Chile para hablar  de un mejor mercado.
Sin energía no hay desarrollo. Los departamentos del sur representan el 12% del PBI. El gasoducto va a dinamizar la economía. En esta región hay proyectos mineros por más 30 mil millones de dólares, que podrían movilizar  la demanda energética con la debida responsabilidad social y ambiental.
IDEAS CENTRALES
Petroperú debe conseguir la integración vertical. El gasoducto es una oportunidad de integración del país, bajo ideas sustanciales: competencia con el mercado de gas en la estructura Camisea – Pisco -Lima que abastece el centro del país. El fururo Eje Camisea – Cusco – Ilo,  tendrá rápida repercusión en el parque automotor con gas del lote 88, con precio regulado como  factor de estabilidad, que evitaría  “gasolinazos” en esa zona. En la selva central, una de las 18 cuencas gasíferas del país, según asegura Perúpetro, la agencia nacional de hidrocarburos, hay reservas probadas que aseguran el largo plazo de los proyectos anunciados.
Otra idea central. El Perú en los noventa fue más lejos de la privatización estableciendo un eje económico que plantea la supremacía de la ley de la oferta y la demanda. En el mundo hay varias escuelas económicas que coexisten, pero el problema se complica cuando una de ellas al proponer una salida, una solución, la considera como única.
Los paseantes de Luz  Letts,Centro Cultural de Petroperú

En el lenguaje de los economistas se le conoce como Tina: “There is not another”:  No hay alternativa salvo  la que yo diga. Yo digo  solo el mercado. Yo digo no a las empresas públicas. No debe haber salario mínimo. Lo que dice el  otro está sencillamente equivocado.
Si persiste un solo tipo de planteamiento, tal actitud lleva a  mesianismos y autoritarismos. El actual gobierno peruano propone  en su hoja de ruta el planteamiento de encontrar un equilibrio  del mercado. Tanto mercado como sea posible y tanto Estado como sea  necesario. Parece importante poder lograr ese  equilibrio.
MAS ALLA DEL TINA LIBERAL
El mundo está viviendo una crisis donde hay demasiado déficit fiscal y es necesario austeridad. Estamos viviendo el coletazo  de una sociedad que  deja la autonomía de libre mercado, sobre todo en el sector financiero. Se crearon  enormes salvatajes para los bancos, donde habría especulaciones  hipotecarias. El  estado creo una deuda importante. Queremos saber si hay elementos alternativos más allá de la austeridad y el equilibrio fiscal o  que  no importa que tengamos cinco…ocho años de desempleo, de  crisis. Las recientes elecciones de Francia representan la misma búsqueda  que hemos tenido en Perú.  El objetivo es la sinergia con la empresa privada, poniendo a la empresa estatal como agente del Estado. El verdadero debate pasa por el desarrollo del sur andino, que tenga gas, unido al  transporte, al polo petroquímico, al país. Debemos acercarnos no solo a un debate técnico sino a un debate sobre un proyecto importante  para el Perú del siglo XXI.  

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