De la oligarquía al
desborde popular.
Jorge Zavaleta Alegre, Cambio16-Madrid.
El mar nunca es el mismo todos los dias: Vargas Llosa, en La Herradura |
Las playas cercanas a las grandes ciudades, casi siempre están ligadas a una primitiva gresca política.
En la Costa Verde de Lima, el balneario de La Herradura, constituye una dramática radiografía de los conflictos sociales.
Aquella playa, que en el pasado cobijaba a la rancia oligarquía, ahora, debido a la intensa migración de los andes, en este verano la temperatura ha conducido, inclusive, a una propuesta de revocatoria de la alcaldesa metropolitana, elegida por el mayoritario voto popular.
Susana Villarán, es víctima de la ira de los sectores más conservadores. Con argumentos deleznables,
se desconocen las bondades de un proyecto arquitectónico. Las olas se han tragado la arena de la ya angosta playa, pero los bañistas no sabían que desde años atrás, esa arena era trasladada silenciosamente de otros lares, para
encubrir la locura de un antiguo burgomaestre que ordenó dinamitar parte de un vecino cerro
rocoso que protegía y direccionaba los vientos y las aguas.
"Mi padre dejó Tauca a los 15 años.Era el mayor de 10 hermanos -6 hombres y 4 mujeres-. Llegó a La Herradura en 1937. El negoció unió a su familia y a sus socios europeos"
Carmen,heredera en el mar de sabores andinos |
Los propietarios, cocineros y frecuentes comensales de los tradicionales restaurantes, como El Nacional, El Cortijo, La Sirena, Las Gaviotas conocen de cerca este conflicto. Una de los testimonios más interesantes nos entrega la heredera de El Suizo, fundado hace 75 años por ciudadanos de cuatro nacionalidades: el peruano, diestro gourmet Rolando Castillo López, quien dejó adolescente su tierra ancashina de Tauca y su esposa Eulogia Quintanilla Mendoza, natural de Melipilla-Chile; dos suizos y una inglesa que huyeron de la guerra europea.
La Herradura, nostalgia del siglo pasado |
Los calurosos años 50 |
La playa se ha
reducido. Hace 32 años un alcalde distrital, que remató lotes para diversos negocios en la orilla de las playas
vecinas, alteró, con dinamita, el cauce de la quebrada La Chira, por donde desemboca el desagüe de
una gran parte de Lima. En 1962, el petrolero
Caplina encalló en La Herradura. Hoy,
verano 2012, las obras no pueden ser
entregadas al alcalde de Chorrillos, representante de un partido de derecha, porque
el aldeano vanidoso, cuestiona al municipio
metropolitano y culpa que las personas de altos ingresos prefieran los
exclusivos balnearios del Sur.
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