Por Jorge Zavaleta Alegre
- La población de recicladores del Perú bordea las 110 mil familias, pero no aparecen en las estadísticas oficiales.
- Las estrategias para recicladores que han generado resultados son los programas de créditos ejecutados por ONGs, exclusivos para financiar equipamiento de centros de acopio y capital de trabajo dirigidos a asociaciones y microempresas.
-En América Latina 2 millones de personas, incluyendo cerca de 300 mil niños, son recicladores. Brasil ha logrado avanzar en la gestión de residuos sólidos, con buenas prácticas ambientales.
-El Grupo Ciudad Saludable elabora y difunde, con avances notables, estudios de los recicladores en Bolivia, Chile, Ecuador y Perú.
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En el mundo existe una enorme posibilidad de reutilizar los residuos sólidos. Son los recicladores los que en condiciones aún muy difíciles, contribuyen a proteger el ambiente y a revisar seriamente los extremos de la sociedad de consumo.
Mientras en las economías desarrolladas, el Estado y los municipios canalizan grandes sumas para manejar los residuos sólidos; en países pobres es una labor clandestina e informal que beneficia a un reducido grupo de empresas industriales y exportadoras.
Esta compleja realidad, en el Perú es estudiada en profundidad por “Ciudad Saludable”, ONG con proyección en los países andinos, cuyos frutos se traducen en varios proyectos y modelos. “Desde la basura, cambiando mentes y corazones” y “Por la ruta del Reciclaje…”, ediciones publicadas en el 2009 y 2010, son de lectura obligada para conocer e implementar políticas públicas para este sector social.
En el Perú, cerca de 110 mil familias se dedican al reciclaje, dato que no aparece en ninguna estadística oficial. Sin embargo, el ecologista Antonio Brack, el primer Ministro del Ambiente del Perú, al presentar el libro de “Ciudad Saludable” por la “Ruta del Reciclaje…”, plantea que los programas de alivio a la pobreza deberían preocuparse por las familias directamente involucradas, como un reconocimiento al cuidado ambiental, su aporte a la industria de insumos reutilizables. Igualmente por la contribución en la generación de empleo.
Albina Ruíz Ríos, fundadora y presidenta del Grupo Ciudad Saludable, remarca que la formalización de los recicladores genera ahorros para los gobiernos locales, reduce las tasas de enfermedades infecciosas y gastos en salud por parte del Estado.
El reciclaje también repercute en el ambiente, en tanto reduce el consumo de recursos naturales para producir papel y cartón, mejora el hábitat de la flora y la fauna y conserva las fuentes no renovables como el petróleo, vidrio, sílice y otros metales.
En el 2009, Ciudad Saludable estimó que América Latina y el Caribe produjeron alrededor de 424 mil toneladas diarias de residuos sólidos, cantidad que aumentó por la migración, los nuevos hábitos de consumo y el nivel de ingreso de los habitantes.
Esta información revela que un 50% de la población regional, sigue utilizando el botadero a cielo abierto de los residuos sólidos, no obstante las implicancias negativas para la urbe.
Según la Red Latinoamericana de Recicladores, más de 2 millones de personas, incluyendo unos 300 mil niños, recuperan residuos reciclables en condiciones insalubres y denigrantes.
En el Perú de hoy la pirámide de los 108 mil recicladores, está conformada por 4,737 recicladores asociados a 127 organizaciones de recicladores, de las cuales solo 16 son pequeñas y microempresas ubicadas en 50 distritos, de 20 provincias y de 15 regiones del país. Lima lidera los avances con 61 organizaciones.
Además existen gremios de mayor dimensión como el Movimiento Nacional de Recicladores del Perú-MNRP, que participan en diferentes talleres de planificación de sus actividades generales y según sus especialidades.
Ciudad Saludable ha identificado colectivos de: chatarreros, campaneros, chancheros, cachineros, desmonteros, retaceros, maleza, otros. El 87% de este universo opera informalmente y de modo independiente. El 6% se encuentra asociado, pero en condiciones también precarias. Solo el 4 % ha sido incluido económica y socialmente a través de programas de formalización de recicladores y recolección selectiva. Y el 14% se encuentra legalmente constituido en MYPES, con una capacidad operativa muy limitada en cuanto a indumentaria, equipos de protección personal, vehículos de recolección, local de almacenamiento y capital de trabajo.
En la cúspide de la pirámide se hallan 78 industrias nacionales y 62 empresas exportadoras que reutilizan los residuos reciclables y usan la denominación comercial de “scrap”, “flakes”, pelet, fibras de vidrio, viruta de aluminio, fibra de papel color impreso nacional, entre otros.
INFORMALIDAD PLANETARIA
El reciclaje es una actividad presente en las economías de escala más informales del mundo. El programa del Grupo Ciudad Saludable, con apoyo de Skoll y colaboración de Avina y Ashoka, ha extendido su acción a la India, priorizando la inclusión social y económica de los recicladores.
El modelo Ciudad Saludable, según sus estudios y evaluaciones, se basa en el progreso económico, la justicia social y el medio ambiente, pilares del desarrollo sostenible. Este modelo, presentado hace 13 años en el II Cumbre de la Tierra en Río de Janeiro, propone el manejo integral de los residuos sólidos municipales y ha sido incorporada en la Agenda 21 y los Objetivos del Milenio ONU 2000.
El reciclaje en el país, que en los años cincuenta del siglo pasado contaba con más participación del vecindario, ha generado una mayor preocupación de los gobiernos locales. En base a esa perspectiva las municipalidades provinciales de Lima y Callao comenzaron a crear las primeras empresas de servicios de limpieza.
Después de una crisis en que los recicladores son confundidos como parte de la inseguridad callejera, comienza un proceso de revalorización de la imagen de este sector laboral, tarea en la cual “Ciudad Saludable” exhibe contribuciones que apuntan a la formalización del sector:
A medidos de los noventa siguen pasos importantes. El Instituto de Promoción Social – IPES publica el estudio “Rescatando Vida: Recuperación de derechos sólidos en Lima”. En 1998 queda conformada legalmente la primera asociación recicladora “ATARRES” con más de 800 miembros de la Capital Metropolitana.
- La municipalidad distrital Villa El Salvador emite El Bono Verde o bono de descuento económico del pago de arbitrios de limpieza pública.
-El Ministerio del Ambiente publica un manual de minimización recolección de residuos sólidos, elaborado por Ciudad Saludable. El gobierno provincial de Coronel Portillo suscribe un primer convenio con una microempresa de recicladores.
-El Ministerio de Educación establece la organización y la ejecución de la actividad permanente de “Movilización Social de Escuelas Seguras, Limpias y Saludables”. Luego se realiza la primera campaña de vacunación masiva para los recicladores de Pucallpa.
- “Ciudad Saludable” promueve el primer encuentro de segregadores urbanos, organizado con la Asociación de Municipalidades del Cono Sur. Surge el primer Movimiento Nacional de Recicladores del Perú que agrupa a micro y pequeñas empresas y asociaciones en proceso de su constitución legal.
En esta cadena de solidaridad, figura la “Marcha de la Alegría” para presentar al Congreso un proyecto de Ley que regula el reciclaje de residuos sólidos, movilización que repercute en la dación de normas complementarias como la promoción de recicladores por el Estado en la Política Nacional del Ambiente.
ORDENAMIENTO LEGAL
En julio del 2000 fue promulgada la Ley (27314) General de residuos sólidos y su reglamento cuatro años después. Sigue la Ley Orgánica de Municipalidades (29419, junio 2003); y la Ley general del Ambiente (28611, octubre 2005) y su ampliatoria Ley 29419, octubre 2009). Según esta normatividad el Estado a través de sus entidades y órganos correspondientes, diseña y aplica las normas e incentivos para garantizar la coexistencia de ecosistemas saludables, viables y funcionales
La Ley general del Ambiente, es una decisión política a favor del empoderamiento del gobierno local, la participación de la sociedad civil y el apoyo mediante alianzas estratégicas para la concretización de políticas públicas a favor de la “Formalización de Recicladores y Recolección selectiva de residuos sólidos”.
A manera de conclusión, “Ciudad Saludable” considera que el bienestar social y económico de la población de recicladores debe ser un interés común del Estado y de la ciudadanía. Propugna el diálogo entre conceptos y métodos para integrar microcréditos, generar empleos e ingresos con programas de alivio a la pobreza, principalmente de alimentación, salud, educación, focalizados según las realidades de las principales ciudades del país.
Este es el derrotero y garantía para tener ciudades saludables, en opiniones de diversos expertos.
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