Papel de Arbol

sábado, 10 de abril de 2021

LA UNIVERSIDAD DEL SIGLO XXI. Jorge Zavaleta Alegre. DIARIO16 MADRID.





Jorge Zavaleta Alegre

La globalización ha modificado sustancialmente la naturaleza del Estado contemporáneo con relación a la acumulación de capital y como articulador de la identidad nacional.

En este contexto la Educación superior en las universidades públicas  atraviesan problemas frente a una nueva hegemonía de las universidades como empresas privadas, crisis cada vez más grave sobre todo en los países  subdesarrollados, donde el Estado es débil, corrupto, con  creciente economía informal como el contrabando y el narcotráfico que  ahora comercializa la droga a través de  barras de oro como fuera del sistema financiero.

Investigaciones recientes confirman que  la educación superior  en lo que va del presente siglo ha profundizado su crisis por la reducción de recursos públicos y la competencia desigual con  los centros académicos financiados   por la empresa privada, de cara al mercado.

La autonomía tradicional de las universidades ha sufrido una merma de recursos públicos, como punto de interacción entre la universidad moderna y la sociedad. Hasta la década de los setenta, la educación superior se expandió de forma sostenida en el número de instituciones, en la cantidad de estudiantes y profesores y en la disponibilidad de recursos financieros.

A partir de los ochenta, el financiamiento público para la educación superior se ha reducido significativamente en casi todos los países, confirman las estadísticas del Banco Mundial realizadas entre 1994, 2000.

Las nociones de la universidad como proyecto cultural e institución productora de bienes públicos han pasado a un plano marginal o sólo discursivo. Hoy prevalece una educación superior y mercado por un esquema de universidad "emprendedora" y por un proceso creciente de privatización de la oferta. Las universidades privadas se han multiplicado y la propaganda agresiva ha logrado un aumento artificial del alumnado que ha internalizado que no se debe prescindir de la educación superior para supervivir en la modernidad.



Es muy cierto que las universidades de investigación siempre han competido por prestigio social y académico, y además se han involucrado en actividades académicas transfronterizas de mayor o menor envergadura. El mercado está estructurado en dos niveles: una "super–liga" de universidades globales de investigación, que persiguen  fundamentalmente prestigio y poder, más que ganancias económicas como tales.

Y en segundo nivel  existe  un grupo más amplio de instituciones con menos estatus, involucradas en la exportación comercial de la educación, con un modelo de desarrollo de expansión del capital privado.

Las universidades nacionales de investigación más importantes fuera del mundo angloamericano, que fueron líderes incuestionables en sus países, ahora están  ensombrecidas por las  universidades Harvards, Stanford y Oxford en Gran Bretaña.

Las primeras 100 universidades en el ranking de Jiao Tong (2005) incluye a 52 universidades de Estados Unidos, a 17 de otros países de habla inglesa y el resto del grupo lo componen universidades de Europa occidental y Japón.

El modelo normativo de esta idealización de la universidad norteamericana de investigación es promovido y propagado por el Banco Mundial o la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE).

The Economist (2005), refuerza el éxito americano en la diversificación de fuentes de ingreso en universidades semi–corporativas y la reducción de la intervención gubernamental. Si todos los países siguen las directrices de este sistema ideal norteamericano, fortalecerá la hegemonía y dominación global de Estados Unidos, en lugar de debilitarla y de alcanzar un sistema más equilibrado y equitativo.

La educación superior es una institución del estado que ha sufrido transformaciones profundas en el contexto de la globalización. Se observa un proceso  de mercantilización, la educación superior se ve alineada a las prácticas y requerimientos de distintos mercados tanto en el ámbito nacional como en el internacional.

    Universidad de San Marcos, la más antigua de Améruca. 

Las universidades públicas de la periferia, que han mantenido- tradiciones diferenciadas, hoy  han entrado en un proceso de conformación  conflictiva en torno al modelo hegemónico global.

Investigaciones sociológicas ratifican que los retos de las universidades latinoamericanas para el siglo XXI, deben redoblar esfuerzos con los grupos vulnerados, fomentar el desarrollo, avanzar en la integración regional y adoptar formatos de enseñanza innovadores.

La educación superior debe ser considerada un bien social y público. Las universidades no solo tienen que estar a la vanguardia del conocimiento, la ciencia y la tecnología. Quizás uno de los aspectos que menos se ha valorado es que incluso la presencia de las propias universidades públicas en lugares donde nadie quiere vivir.

Hoy es importante reconocer y estimular la importancia que tienen las artes y las humanidades. Estudios de docentes latinoamericanos que han pasado por las aulas universitarias como becarios o pagando sus estudios, coinciden que es posible  crear grandes profesionales, grandes investigadores, pero por encima de todo tenemos que preservar aquello que nos hace humanos. Los créditos de libre elección, son vitales para  un estudiante que está en una carrera fuertemente científica.

La UNESCO comenta que se ha avanzado en un consenso para el reconocimiento mutuo de titulaciones que facilitan la libre circulación de estudiantes, pero que eso no agota el problema. “La integración universitaria en la región no se puede dar de manera mecánica. Para que haya un verdadero proyecto en ese sentido, tiene que haber primero un proyecto de integración política y económica”, concluye la Unesco  en el encuentro “Educación y Futuro en América Latina. Reformas, cambios e innovaciones”,

La Cátedra UNESCO “Educación Superior y Pueblos Indígenas” considera la difícil vida de los estudiantes de Estados Unidos con deudas de cientos de miles de dólares para pagar la universidad. Una reciente encuesta de la BBC concluye que la deuda estudiantil en Estados Unidos alcanzó los US$ 1,3 billones el  año 2020. Es el país en el que hay pocas universidades que brindan servicios gratuitos y donde cerca del 70% de los estudiantes recurren a préstamos para pagar sus estudios.

Por ejemplo, la Universidad Católica de América, fundada en 1887 como una institución orientada en la investigación. Hoy es una de las instituciones líderes en sus programas educativos de licenciatura, posgrado y doctorado en los Estados Unidos, gracias al capital intelectual y al compromiso de los docentes y sus centros de investigación, Pero entre la graduación y el sueño  de un empleo gerencial reina un vacío o una quimera.

La deuda estudiantil ha crecido, y también los intereses de los préstamos privados: el tipo fijo de interés está actualmente en el 9,66%. A esto se añade la precarización del mercado laboral en las últimas dos décadas.

Estos millones de situaciones personales han ido aflorando a la superficie de la política; se han traducido en protestas masivas, como la del movimiento Occupy Wall Street de 2011, y han entrado en la agenda de la izquierda democrática.

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papel de arbol fue creado en Lima en 1992, Desde  2017 en Emmitsburg MD y Pittsburg PA.

Asociado a Diario16 de Madrid, El Mrercurio  Digital Net   TIME.

Editores  Jorge  Zavaleta Alegre  y  Julia Z. Camerieri,'

lunes, 5 de abril de 2021

Diario16 en América: EEUU emprende acciones contra evasión de multinacioneles.

 https://diario16.com/estados-unidos-se-pone-serio-contra-la-evasion-fiscal-de-las-multinacionales-y-los-ricos/?utm_source=newsletter&utm_medium=newsletter.

Estados Unidos se pone serio contra la evasión fiscal de las multinacionales y los ricos. El blanqueo de capitales, uno de los negocios más rentables de las grandes entidades financieras, y la evasión fiscal en paraísos fiscales de las multinacionales han puesto en alerta a los países más desarrollados del mundo

President Joe Biden walks with a cup of coffee Tuesday, March 2, 2021, along the Colonnade of the White House to the Oval Office. (Official White House Photo by Adam Schulld
 Tal y como publicábamos en Diario16, el nuevo presidente de los Estados Unidos y el rumbo que parece estar tomando su Administración, ha esperanzado a los defensores de la lucha contra la corrupción porque, a priori, el mandato del nuevo presidente en la Casa Blanca puede marcar un punto de inflexión en la lucha contra el blanqueo de capitales y el abuso de los paraísos fiscales, dos problemas superpuestos empeorados por el secreto bancario que protege a grandes sumas de dinero de los recaudadores de impuestos y las autoridaes policiales.Por eso, la agenda del nuevo presidente para este primer mandato incluye una serie de medidas clave para terminar con estas dos lacras.

En primer lugar, Biden tendría previsto tomar medidas enérgicas contra los paraísos fiscales en el país y en el extranjero. Estados Unidos ha servido como un refugio financiero para cleptócratas, evasores de impuestos y delincuentes durante décadas, y ha sido constantemente clasificado entre las principales jurisdicciones que facilitan el secreto financiero por la Red de Justicia Fiscal. El propio Biden fue senador durante 30 años representando a Delaware, un estado conocido como un refugio secreto.

Las conclusiones de un informe de investigadores de la Agencia Tributaria de Estados Unidos (IRS, por sus siglas en inglés) y catedráticos de Economía indican que el 1% de los estadounidenses de altos ingresos evita informar de más del 20% de sus ingresos. Los ricos emplean estrategias sofisticadas para eludir el impuesto sobre la renta, incluida la elusión fiscalen el extranjero.nuevo plan de Biden, al que ha tenido acceso Diario16, promete reforzar la capacidad de ejecución del IRS«Las grandes empresas disponen de lagunas que explotan para evitar o evadir obligaciones fiscales, y un ejército de asesores fiscales y contables bien pagados que les ayudan a salirse con la suya», dice la propuesta. «Un IRS con fondos insuficientes carece de la capacidad para escudriñar estas maniobras fiscales sospechosas».Durante su comparecencia ante el Comité de Finanzas del Senado la semana pasada, la subsecretaria adjunta del Departamento del Tesoro, Kimberly Clausing, hizo mucho hincapié en la necesidad de reformas y modernización para construir un sistema tributario que sea «adecuado para su propósito, justo y enfocado en las necesidades de todos los estadounidenses».

Clausing añadió, además, que, si bien la desigualdad económica aumentó en las últimas décadas, los gobiernos de todo el mundo han trasladado la carga fiscal de la riqueza y los ingresos corporativos a los trabajadores individuales. «En lugar de atenuar la desigualdad económica, el sistema fiscal la ha exacerbado con demasiada frecuencia», dijo.

A pesar de las medidas adoptadas en Estados Unidos en 2017 destinadas a reducir la transferencia de beneficios de jurisdicciones con impuestos más altos a jurisdicciones con impuestos más bajos, Clausing dijo que «el uso de paraísos fiscales para evitar impuestos continúa sin cesar. Necesitamos mejores protecciones para defender la base impositiva corporativa de Estados Unidos de la transferencia de ganancias corporativas motivada por impuestos a paraísos en el extranjero. Podemos hacer mucho más para garantizar que nuestro sistema fiscal funcione para los trabajadores estadounidenses».

Por otro lado, la Administración Biden tiene como objetivo cerrar las lagunas de la Ley de Transparencia Empresarial de Donald Trump, una reforma que requiere que las empresas estadounidenses informen sobre sus verdaderos dueños a la Red de Ejecución de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro (FinCEN, por sus siglas en inglés). 

Sin embargo, esta ley tiene importantes lagunas que la limitan. Algunos vehículos de inversión de Wall Street creados por fondos de cobertura están exentos, por ejemplo, al igual que las empresas más grandes y posiblemente los fideicomisos. Un informe publicado por Transparencia Internacional reclamó una expansión de las reglas de diligencia debida para controlar a abogados, contables, capital privado y fondos de cobertura.

Esto tiene como consecuencia que la Administración de Biden vaya a afrontar una reforma profunda de FinCEN, la agencia gubernamental encargada de combatir el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo y otros delitos financieros. Sin embargo, un informe de Global Financial Integrity afirmó que FinCEN no cuenta con los fondos suficientes y está sobrecargado en sus responsabilidades, y que los esfuerzos del gobierno de los Estados Unidos contra el blanqueo de capitales son vistos como ineficientes e ineficaces.

Algunas reformas propuestas a raíz de la publicación por parte del ICIJ de los FinCEN Files han estado paralizadas después de que la Administración Biden impusiera un congelamiento regulatorio sobre las regulaciones pendientes de la Administración Trump. Una de ellas es una propuesta para exigir que los bancos y otros recopilen y compartan con las autoridades información sobre transacciones potencialmente sospechosas enviadas al extranjero por más de 250 dólares, frente a los 3.000 dólares actuales. 

Por otro lado, hay indicios que indican que el sector financiero también quiere una mejor regulación. Una encuesta realizada a más de 300 profesionales de cumplimiento financiero encontró que a la gran mayoría de los encuestados les gustaría ver más orientación de los reguladores y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, incluida la información sobre actividades financieras sospechosas y la evaluación de riesgos.

Por otro lado, Biden afronta una herencia muy dura: el enjuiciamiento de delitos financieros y las multas a corporaciones alcanzaron un mínimo histórico durante los años de Trump, un tiempo en el que se pretendieron desmantelar las regulaciones anticorrupción.

La nueva Administración dará prioridad a la rendición de cuentas y que el Departamento de Justicia persiga a los actores corruptos del sector financiero. Los grandes bancos han seguido beneficiándose de transacciones sospechosas, incluso después de haber sido multados con cantidades mulmillonarias. Mientras tanto, las agencias gubernamentales responsables de hacer cumplir las leyes contra el blanqueo de dinero rara vez procesan a los grandes bancos que violan la ley.

Entre las personas designadas por Biden para desempeñar un papel fundamental en la aplicación de la ley de delitos financieros está el Fiscal General Merrick Garland, ex juez de la Corte Federal de Apelaciones. Si bien su historial con delitos de cuello blanco no es extenso, Lisa Monaco, su posible Fiscal General Adjunta, formó parte del Grupo de trabajo de Enron, que investigó uno de los casos de fraude más grandes en la historia de Estados Unidos. Su nominación está pendiente de confirmación.

Por otro lado, Gary Gensler, ex ejecutivo de Wall Street que luego se convirtió en regulador financiero, dirigirá la Comisión de Bolsa y Valores. Es conocido por enfrentarse a los grandes bancos después de la crisis financiera de 2008, cuando presidió la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos. El Departamento del Tesoro ahora está dirigido por Janet Yellen, economista y ex presidenta de la Reserva Federal. En ese cargo, impuso restricciones de crecimiento a Wells Fargo después de que el banco admitió que los empleados crearon cuentas falsas para cumplir con objetivos de ventas poco realistas. Su nominación como Secretaria del Tesoro fue aplaudida por grupos financieros, mientras que algunos grupos progresistas expresaron su preocupación. dado que recibió más de 5 millones de dólares en honorarios por conferencias de las instituciones financieras que ahora es responsable de regular.

Respecto a su política contra la evasión fiscal, El plan recientemente revelado por Biden busca recaudar 2 billones de dólares para financiar su agenda de infraestructuras recuperando algunas de las reducciones de impuestos corporativos que los republicanos hicieron en 2017. También propone un aumento de la tasa impositiva sobre las ganancias extranjeras de las empresas estadounidenses, y un 15% de impuesto mínimo sobre la «renta contable» de las sociedades.

Mientras tanto, los senadores Elizabeth Warren y Bernie Sanders han presentado en las últimas semanas proyectos de ley que buscan aumentar los impuestos para los ricos de Estados Unidos.

Sanders, presidente del Comité de Presupuestos del Senado, propuso un plan de impuestos para las grandes fortunas y las grandes corporaciones. El proyecto de ley de Warren busca imponer un impuesto anual del 2% a las personas con un patrimonio neto superior a 50 millones de dólares y del 3% a los multimillonarios. Ambas propuestas incluyen medidas destinadas a disuadir el flujo de dinero a paraísos fiscales.

Sin embargo, Yellen no ha expresado su apoyo a un impuesto sobre el patrimonio porque cree que el mejor camino es la creación de un acuerdo internacional sobre un impuesto mínimo global para las corporaciones multinacionales. Los críticos a estas medidas de incremento fiscal a las multinacionales dicen que un aumento dañaría la competitividad global de Estados Unidos



Escritor y analista político. Autor de los ensayos políticos "Gobernar es repartir dolor", "Regeneración", "El líder que marchitó a la Rosa" y de las novelas "Josaphat" y "El futuro nos espera".

President Joe Biden walks with a cup of coffee Tuesday, March 2, 2021, along the Colonnade of the White House to the Oval Office. (Official White House Photo by Adam Schulld
 Tal y como publicábamos en Diario16, el nuevo presidente de los Estados Unidos y el rumbo que parece estar tomando su Administración, ha esperanzado a los defensores de la lucha contra la corrupción porque, a priori, el mandato del nuevo presidente en la Casa Blanca puede marcar un punto de inflexión en la lucha contra el blanqueo de capitales y el abuso de los paraísos fiscales, dos problemas superpuestos empeorados por el secreto bancario que protege a grandes sumas de dinero de los recaudadores de impuestos y las autoridaes policiales.Por eso, la agenda del nuevo presidente para este primer mandato incluye una serie de medidas clave para terminar con estas dos lacras.

En primer lugar, Biden tendría previsto tomar medidas enérgicas contra los paraísos fiscales en el país y en el extranjero. Estados Unidos ha servido como un refugio financiero para cleptócratas, evasores de impuestos y delincuentes durante décadas, y ha sido constantemente clasificado entre las principales jurisdicciones que facilitan el secreto financiero por la Red de Justicia Fiscal. El propio Biden fue senador durante 30 años representando a Delaware, un estado conocido como un refugio secreto.

Las conclusiones de un informe de investigadores de la Agencia Tributaria de Estados Unidos (IRS, por sus siglas en inglés) y catedráticos de Economía indican que el 1% de los estadounidenses de altos ingresos evita informar de más del 20% de sus ingresos. Los ricos emplean estrategias sofisticadas para eludir el impuesto sobre la renta, incluida la elusión fiscalen el extranjero.nuevo plan de Biden, al que ha tenido acceso Diario16, promete reforzar la capacidad de ejecución del IRS«Las grandes empresas disponen de lagunas que explotan para evitar o evadir obligaciones fiscales, y un ejército de asesores fiscales y contables bien pagados que les ayudan a salirse con la suya», dice la propuesta. «Un IRS con fondos insuficientes carece de la capacidad para escudriñar estas maniobras fiscales sospechosas».Durante su comparecencia ante el Comité de Finanzas del Senado la semana pasada, la subsecretaria adjunta del Departamento del Tesoro, Kimberly Clausing, hizo mucho hincapié en la necesidad de reformas y modernización para construir un sistema tributario que sea «adecuado para su propósito, justo y enfocado en las necesidades de todos los estadounidenses».

Clausing añadió, además, que, si bien la desigualdad económica aumentó en las últimas décadas, los gobiernos de todo el mundo han trasladado la carga fiscal de la riqueza y los ingresos corporativos a los trabajadores individuales. «En lugar de atenuar la desigualdad económica, el sistema fiscal la ha exacerbado con demasiada frecuencia», dijo.

A pesar de las medidas adoptadas en Estados Unidos en 2017 destinadas a reducir la transferencia de beneficios de jurisdicciones con impuestos más altos a jurisdicciones con impuestos más bajos, Clausing dijo que «el uso de paraísos fiscales para evitar impuestos continúa sin cesar. Necesitamos mejores protecciones para defender la base impositiva corporativa de Estados Unidos de la transferencia de ganancias corporativas motivada por impuestos a paraísos en el extranjero. Podemos hacer mucho más para garantizar que nuestro sistema fiscal funcione para los trabajadores estadounidenses».

Por otro lado, la Administración Biden tiene como objetivo cerrar las lagunas de la Ley de Transparencia Empresarial de Donald Trump, una reforma que requiere que las empresas estadounidenses informen sobre sus verdaderos dueños a la Red de Ejecución de Delitos Financieros del Departamento del Tesoro (FinCEN, por sus siglas en inglés). 

Sin embargo, esta ley tiene importantes lagunas que la limitan. Algunos vehículos de inversión de Wall Street creados por fondos de cobertura están exentos, por ejemplo, al igual que las empresas más grandes y posiblemente los fideicomisos. Un informe publicado por Transparencia Internacional reclamó una expansión de las reglas de diligencia debida para controlar a abogados, contables, capital privado y fondos de cobertura.

Esto tiene como consecuencia que la Administración de Biden vaya a afrontar una reforma profunda de FinCEN, la agencia gubernamental encargada de combatir el blanqueo de capitales, la financiación del terrorismo y otros delitos financieros. Sin embargo, un informe de Global Financial Integrity afirmó que FinCEN no cuenta con los fondos suficientes y está sobrecargado en sus responsabilidades, y que los esfuerzos del gobierno de los Estados Unidos contra el blanqueo de capitales son vistos como ineficientes e ineficaces.

Algunas reformas propuestas a raíz de la publicación por parte del ICIJ de los FinCEN Files han estado paralizadas después de que la Administración Biden impusiera un congelamiento regulatorio sobre las regulaciones pendientes de la Administración Trump. Una de ellas es una propuesta para exigir que los bancos y otros recopilen y compartan con las autoridades información sobre transacciones potencialmente sospechosas enviadas al extranjero por más de 250 dólares, frente a los 3.000 dólares actuales. 

Por otro lado, hay indicios que indican que el sector financiero también quiere una mejor regulación. Una encuesta realizada a más de 300 profesionales de cumplimiento financiero encontró que a la gran mayoría de los encuestados les gustaría ver más orientación de los reguladores y funcionarios encargados de hacer cumplir la ley, incluida la información sobre actividades financieras sospechosas y la evaluación de riesgos.

Por otro lado, Biden afronta una herencia muy dura: el enjuiciamiento de delitos financieros y las multas a corporaciones alcanzaron un mínimo histórico durante los años de Trump, un tiempo en el que se pretendieron desmantelar las regulaciones anticorrupción.

La nueva Administración dará prioridad a la rendición de cuentas y que el Departamento de Justicia persiga a los actores corruptos del sector financiero. Los grandes bancos han seguido beneficiándose de transacciones sospechosas, incluso después de haber sido multados con cantidades mulmillonarias. Mientras tanto, las agencias gubernamentales responsables de hacer cumplir las leyes contra el blanqueo de dinero rara vez procesan a los grandes bancos que violan la ley.

Entre las personas designadas por Biden para desempeñar un papel fundamental en la aplicación de la ley de delitos financieros está el Fiscal General Merrick Garland, ex juez de la Corte Federal de Apelaciones. Si bien su historial con delitos de cuello blanco no es extenso, Lisa Monaco, su posible Fiscal General Adjunta, formó parte del Grupo de trabajo de Enron, que investigó uno de los casos de fraude más grandes en la historia de Estados Unidos. Su nominación está pendiente de confirmación.

Por otro lado, Gary Gensler, ex ejecutivo de Wall Street que luego se convirtió en regulador financiero, dirigirá la Comisión de Bolsa y Valores. Es conocido por enfrentarse a los grandes bancos después de la crisis financiera de 2008, cuando presidió la Comisión de Comercio de Futuros de Productos Básicos. El Departamento del Tesoro ahora está dirigido por Janet Yellen, economista y ex presidenta de la Reserva Federal. En ese cargo, impuso restricciones de crecimiento a Wells Fargo después de que el banco admitió que los empleados crearon cuentas falsas para cumplir con objetivos de ventas poco realistas. Su nominación como Secretaria del Tesoro fue aplaudida por grupos financieros, mientras que algunos grupos progresistas expresaron su preocupación. dado que recibió más de 5 millones de dólares en honorarios por conferencias de las instituciones financieras que ahora es responsable de regular.

Respecto a su política contra la evasión fiscal, El plan recientemente revelado por Biden busca recaudar 2 billones de dólares para financiar su agenda de infraestructuras recuperando algunas de las reducciones de impuestos corporativos que los republicanos hicieron en 2017. También propone un aumento de la tasa impositiva sobre las ganancias extranjeras de las empresas estadounidenses, y un 15% de impuesto mínimo sobre la «renta contable» de las sociedades.

Mientras tanto, los senadores Elizabeth Warren y Bernie Sanders han presentado en las últimas semanas proyectos de ley que buscan aumentar los impuestos para los ricos de Estados Unidos.

Sanders, presidente del Comité de Presupuestos del Senado, propuso un plan de impuestos para las grandes fortunas y las grandes corporaciones. El proyecto de ley de Warren busca imponer un impuesto anual del 2% a las personas con un patrimonio neto superior a 50 millones de dólares y del 3% a los multimillonarios. Ambas propuestas incluyen medidas destinadas a disuadir el flujo de dinero a paraísos fiscales.

Sin embargo, Yellen no ha expresado su apoyo a un impuesto sobre el patrimonio porque cree que el mejor camino es la creación de un acuerdo internacional sobre un impuesto mínimo global para las corporaciones multinacionales. Los críticos a estas medidas de incremento fiscal a las multinacionales dicen que un aumento dañaría la competitividad global de Estados Unidos














domingo, 4 de abril de 2021

MEGABUQUES PIRATAS DEL SIGLO XXI

 



Jorge Zavaleta Alegre. DIARIO16 en América.

La Literatura, el Teatro, el Cine, investigaciones de las universidades de  mayor prestigio y la prensa como Diario16 han reactualizado el tema del  trasporte marítimo y su incidencia perversa en el costo de  los alimentos y en los sueños incumplidos.

La OCDE, institución dependiente de la ONU/OEA, años atrás remarcó que el impulso del trasporte marítimo de las grandes empresas era muy positivo para reducir los precios de los alimentos. Pero esta conclusión es falaz,  cuando se  advierte que esa vía  es el principal medio de envío de falsificaciones y sugiere fortalecer a las aduanas.

“Los megabuques de la Armada del capitalismo destruyen el mundo”: El encallamiento del barco Ever Given en el Canal de Suez y las consecuencias económicas que ha tenido han abierto el debate sobre la utilización de estos megabuques de transporte de mercancías que se están convirtiendo en una verdadera arma de destrucción masiva contra el planeta” (*)

“Megabuques: la UE está obligada a prohibir su circulación y entrada en los puertos”. La proliferación de los grandes barcos de transporte de contenedores tiene unas consecuencias nefastas tanto para el medio ambiente como para la salud de las personas, lo que debe provocar la reacción inmediata de la Unión Europea para proteger a su ciudadanía. (**)

La Oficina de Propiedad Intelectual de la Unión Europea (EUIPO) y la Organización  para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), ahora remarcan que el transporte marítimo en contenedores sigue siendo la mayor vía de entrada de falsificaciones, en términos de valor de los productos ilícitos.

También se menciona que  la falsificación de equipos de protección individual y medicamentos como consecuencia de la crisis de la COVID-19 ha dejado al descubierto la necesidad de lograr unos avances significativos en la lucha contra este comercio ilícito.

La comunidad más pequeña del mundo va tomando conciencia que cuidar sus recursos naturales es asegurar la vida del planeta. En América Latina, Brasil y Argentina son los países que registran  más gasto público en educación. Y  Perú y República Dominicana, son los últimos de la lista.

Una reflexión sobre este oscuro horizonte, nos ofreció en Lima la obra “La ciudad bajo el mar” con la participación del Coro Nacional de Niños y la Orquesta Sinfónica Nacional Juvenil Bicentenario. La historia y libretos pertenecen la escritora Maritza Núñez Bejarano y la música original al compositor ancashino Nilo Velarde. Una obra que abre el programa por el Bicentenario de Independencia de Perú.

Esta obra alarma, provoca dolor en el corazón porque  desalienta el espíritu y la mente de los amantes del  teatro.  “La ciudad bajo el mar” es auspiciada por la Unión Europea y el Patronato Pro-Coro Nacional de Niños.

“La ciudad debajo del mar”, nos  recuerda el comentario del  Nobel  Saramago, quien en un lleno  del zoom de la  Universidad  de Lima, comentó  que va  en  aumento el consumo  del hombre de carne humana. Se refería a que la creciente migración del África a la vieja y opulenta Europa, termina en la mayoría de casos por  naufragio en los mares y de los cadáveres se alimentan los peces y estos son alimento preciado de paladares  exquisitos…



Los arrecifes de coral, abundantes camino a la Antártida, también son lugares que confieren a este mar una peligrosidad extrema, ya que son sitios muy bonitos pero que pueden resultar letales. Entre estas barreras de coral se pueden camuflar muchos depredadores que nos pueden hacer daño si no advertimos su presencia.


“El tesoro de los incas” o “Dos mil leguas por debajo de América” (italiano: Duemila leghe sotto l' America o Il tesoro misterioso​) es una novela de aventuras del escritor italiano Emilio Salgari. El ingeniero Webber es el protagonista de esta historia.

Gracias a un anciano indio llamado Sinoki que le da el mapa del tesoro de un antiguo emperador Inca y sus compañeros: O,Connor, Morgan y Burthon se enfrascan en una aventura subterránea por el interior del continente Americano en busca de este misterioso tesoro con el fin de conseguir el dinero necesario para ayudar a la tribu india de Sinoki y claro también para llevarse ellos una parte del tesoro. El viaje estalla.  En  uno de los días de trayecto un terremoto derribo una de las cúpulas donde estaban los aventureros matándoles a todos menos…

Noticias vigentes. Aunque la mayoría de la población no lo crea, los barcos que llevan los contenedores a los principales puertos del mundo se han ido modernizando y, sobre todo, han aumentado su tamaño hasta convertirse en megabuques con capacidad para transportar más de 20.000 contenedores, lo que a las compañías y a las dictaduras del capital les produce un ahorro de costes que luego no se traslada al precio final que pagan los consumidores, sino a los beneficios y los dividendos de sus máximos accionistas, nos explica Diario16  de Madrid (*).

El problema de estos megabuques está en que permiten a las dictaduras del capital cuadruplicar las ganancias del transporte marítimo, tal y como afirmaron diferentes expertos en el programa de televisión Horizonte. Sin embargo, las consecuencias para el planeta son tan negativas que el capitalismo ha vuelto a hacerlo y ha transformado una herramienta esencial para el desarrollo de la humanidad, como es el transporte marítimo, en una verdadera arma de destrucción masiva. “Los megabuques provocan casi un tercio de las emisiones de gases contaminantes”.

 Ahora que todo el mundo está empezando a concienciarse del cambio climático, las dictaduras del capital no dudan en utilizar estas embarcaciones porque los beneficios son muy altos. La National Oceanic Atmospheric Administration publicó un estudio en el que se demostraba cómo los megabuques representaban casi un tercio de las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera. Sólo las 15 embarcaciones de transporte marítimo más grandes del mundo contaminan el equivalente a 760 millones de coches.

Un llamado urgente. La literatura sobre los mares han quedado cortas con la actual degradación de los mares. La actividad y la construcción de estos megabuques han incrementado, por ejemplo, las enfermedades y las muertes por su elevado número de emisiones contaminantes, o los costes que provocan a los sistemas de salud pública.  Las personas afectadas por esa contaminación  suponen cada año cientos de millones de euros o dólares y las administraciones públicas carecen  de voluntad y de dinero para actuar.



El Tesoro de los Incas” es una novela de aventuras de Emilio Salgari que roza la ciencia ficción. El autor italiano es famoso por sus narraciones de aventuras ambientadas en parajes exóticos, en esta ocasión, el turno es de América. El Ingeniero Webber acude al lecho de muerte de su amigo, el indio Sinoki, depositario de un asombroso secreto: un viejo pergamino con el mapa del tesoro perdido de los Incas. La travesía en tormentosas cavernas subterráneas va desde la legendaria “Cueva de Mammouth ...more

Cuando los personajes están establecidos, el viejo, que tras 84 días sin lograr pescar nada, se adentra solo en el mar y finalmente encuentra un enorme marlín (pez vela similar al pez espada), que solucionaría todos sus problemas, y que le devolvería la gloria de sus tiempos pasados. Tras mucho luchar y sufrir, consigue hacerse con el pez, que es incluso mayor que la propia barca. Durante toda su lucha, recuerda y echa de menos al joven que le ayudaba, y también recuerda sus épocas de joven. Durante el camino de regreso a casa, el viejo se encuentra con multitud de tiburones, quienes poco a poco van devorando al pez, y lo van dejando sin carne***.

*Información de Diario16 en América. Los-megabuques-de-la-armada-del-capitalismo-destruyen-el-mundo. La mayoría del 60% de toda la cocaína que llega a EEUU pasa ahora por América Central, de acuerdo con el Departamento de Estado.

** Biblioteca Muncipal de Huaylas.

Unesco-Congreso Washington DC.

*** Elmercuriodigital.net.