Por Elda Cantú
La pandemia reveló
muchas dinámicas que solían ser invisibles para el consumidor de a pie. Entre
ellas, la de la complejidad de la cadena de suministro global: cuando los
productos empezaron a escasear, volteamos a ver los intrincados vericuetos del
comercio internacional.
Nuestro colega Peter
S. Goodman, corresponsal de economía global de The New York Times, ha estado
reportando sobre estas dificultades. Sus reportajes nos ayudaron a entender la
escasez, y lo que significan para distintos actores: fabricantes de equipo
médico, importadores de juguetes y consumidores en general. Recientemente ha
estado reportando desde México y quise hacerle algunas preguntas sobre sus
investigaciones.
Credit...Keith Bradsher/The New York Times; Luis Antonio
para The New York Times
Elda: En la pandemia
empezaste a reportar sobre las disrupciones en la cadena de suministro global y
las dificultades para transportar mercancías hacia EE. UU. ¿Cuándo supiste que
era hora de contar lo que sucedía en México?
Peter: Mis notas
sobre México fueron la extensión lógica de casi dos años de reportear sobre lo
que llegué a llamar la Gran Disrupción de la Cadena de Suministro: el caos en
la navegación internacional, el cierre de fábricas en China con la política de
“cero covid”. Al mismo tiempo, el presidente Biden mantuvo los aranceles a las
importaciones chinas que aplicó el presidente Trump. Durante décadas, la globalización
había sido sinónimo de una fuerte dependencia en la manufactura de China, pero
eso ya no parecía una ecuación confiable. Muchas empresas me decían que sentían
la presión de acercar su producción a los consumidores en Estados Unidos. En
algún momento del otoño, conocí a un hombre llamado Raine Mahdi que había
lanzado en San Diego una empresa emergente para ayudar a las compañías a
disponer de fábricas en México. Me di cuenta de que era hora de viajar a México
para ver si el país era un posible beneficiario de la disrupción que había
estado cubriendo: un lugar lógico para que las empresas hagan productos para el
mercado estadounidense.
E: Tus artículos
hablan sobre empresas asiáticas que trasladaron su producción a México para
acercar la producción a EE. UU., una estrategia conocida como “deslocalización
cercana” o nearshoring. ¿Cuán permanente será esta solución para las grandes
empresas?
P: Creo que el
nearshoring es una realidad de largo plazo. Las grandes empresas con cadenas de
suministro muy complejas —Walmart, John Deere, Ford— están presionando a sus
proveedores para que establezcan la producción más cerca a EE. UU. Incluso si
los precios de los envíos vuelven a bajar a los niveles prepandémicos,
consideran que la brecha entre EE. UU. y China llegó para quedarse y están
planificando en consecuencia.
E: Puede ser
debatible, para algunos observadores, que México sea una opción “menos
riesgosa” que otros competidores económicos. Pero una y otra vez las fuentes
con las que hablas te cuentan que empresas e inversionistas buscan al país para
minimizar sus riesgos. ¿Cuál es el sacrificio?
P: Muchos empresarios
tienen desconfianza del presidente Andrés Manuel López Obrador y su enfoque de
vieja escuela que se centra en la protección de Pemex, la gran estatal
petrolera. Mientras esté en el poder, eso limitará de cierto modo la
disposición a invertir. Pero las empresas con las que he hablado están viendo
más allá de él y se enfocan en el potencial de México a largo plazo como un
lugar para más manufactura. Gran parte de la acción sucede a nivel local, en
estados como Nuevo León, que invierte mucho en mejorar las carreteras y otras
infraestructuras.
E: Además de la
ventaja geográfica de México, ¿qué factores dirías que le dan atractivo al país
frente a inversionistas y compradores?
P: La geografía es
enorme. Más allá de eso, México es un país relativamente grande, con una mano
de obra de trabajadores aplicados y muchos gerentes con un alto nivel de
educación que hablan un inglés estupendo. Se le ve, cada vez más, como un lugar
efervescente para los negocios.
Las fábricas de
México y los minoristas de Estados Unidos pueden operar con tiempos de dos
semanas.Credit...Bryan Denton para The New York Times
Les dijeron que su
edificio era a prueba de terremotos. Pero se derrumbó
The New York Times. A
continuación, un par de reflexiones, editadas por espacio, que rescatamos de la
sección de Comentarios en el ensayo sobre las lecciones del terremoto de 1985
en Ciudad de México para Turquía y Siria:
Para mi generación y
la de mis padres es inevitable volver a vivir la experiencia de los terremotos
en México con cada tragedia similar en otras partes del mundo. Mi corazón esta
con todos los afectados. —Sandra S., Canadá.
Los terremotos de
Nepal, Haití y Áncash (Perú) son algunos referentes de la relación violenta
entre naturaleza y humanidad. Y también de modelos de la arquitectura que
desafían los más grandes azotes en el planeta. Las viviendas construidas en
tiempos remotos siguen intactas. —Jorge E. Zavaleta Alegre, Estados Unidos.
THE NEWS YORK TIMES—Patricia
Nieto y Sabrina Duque producen y editan.
https://www.nytimes.com/es/2023/02/17/espanol/todos-los-caminos-llevan-a-mexico.html
Todos los caminos
llevan a México.
.THE NEWS YORK TIMES—Patricia Nieto y Sabrina Duque producen y editan este informe.
No hay comentarios:
Publicar un comentario