Papa Juan Pablo II visita Trujillo, Peru, el 4 de febrero de 1985. Foto DPA, Alemania.
Escriben Adolfo Cespedes Thorndike / Helida Beatriz Zavaleta Alegre
Ningún país del planeta está exento de sufrir una gran catástrofe como las que han sido últimamente en países como Turquía y Siria, debido fundamentalmente al actuar de las placas tectónicas en continua actividad.
En Perú periódicamente debemos lamentar estos funestos hechos, como lo fue
en los 70 en la zona del Callejón de Huaylas, Ancash, así como el que tuvo su
epicentro en Pisco el año 2007, que
dejaron gran cantidad de víctimas humanas y animales, así como cuantiosos daños
materiales, que los gobiernos no supieron remediar a tiempo.
Estos artículos que estas publicando, nos llevan a imaginar cómo sería el
sufrimiento, angustia e impotencia de los pobladores y gobiernos de siglos
pasados que sufrieron estos desastres que nos trae a veces la naturaleza;
(recordemos que estos fenómenos son periódicos), cuando aún la ciencia y la
tecnología, no habían evolucionado como lo están ahora;
Por la historia sabemos que en siglos 17 y 18, la ciudad de Lima fue
víctima de varios terremotos de gran intensidad, y que la comunidad, que ya
veneraba al Cristo de Pachacamilla, o "Señor de los Milagros", sacó
en procesión la sagrada imagen para refugiándose en la fe, calmara el temblor
de la tierra; un buen ejemplo como el hombre ante su impotencia se aferra a la
divinidad, para encontrar alivio a sus penurias. Fe que en muchos casos nos ha
llevado a resultados prodigiosos. Y así la procesión del Cristo morado, se ha
convertido en una de las mayores expresiones de fe de la población terrena.
La literatura también ha recogido en múltiples publicaciones sobre todo las
consecuencias que estos seísmos nos han producido en el diario accionar, como
por ejemplo la publicación 3 novelas sobre terremotos a manera de terapia,
recogida y editada por Verónica Maza Bustamante, (ciudad de México, 2018); de
gran ayuda para entender mejor estos desastres naturales.
El cine también ha recogido, este singular fenómeno, recordamos la película
Terremoto, de Mark Robson producida en el año 1974, con la actuación de
Charlton Hestón y Ava Gadner, entre otras celebridades del celuloide; y que
estrenada en Lima en el antiguo cine Pacífico, cerca de la Plaza San Martín,
hizo salir en medio de la proyección a muchos espectadores, pues el realismo de
la cinta cinematográfica, se parecía a un verdadero sismo que había que
soportar. Felizmente todo fue susto, producido por los efectos especiales de
esta memorable película.
Pienso que la mejor enseñanza de estas publicaciones, y/o
representaciones; debe llevarnos a estar
mejor preparados para afrontar este tipo de fenómenos naturales, por extensión:
erupciones volcánicas, avalanchas, tormentas y sus variedades; y dentro de esta
preparación no olvidar tener lista la "Mochila de primeros auxilios",
con las recomendaciones que nos da el INDECI, (alimentos no perecibles, agua,
medicinas que diariamente consumimos, entre otros); sólo así mitigaremos los
impactos destructibles que periódicamente sufrimos por efecto de la acción de
los fenómenos naturales, que dicho sea de paso el hombre, con su accionar
negativo a contribuido a magnificar por su acción negativa de deterioro de la
acción benéfica propia de la naturaleza.
Que la fe en el Todopoderoso, y en la existencia humana siempre sobre la
tierra, a pesar de la explosión demográfica que afrontamos; nos acompañen en nuestro diario accionar.
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Papel de Arbol @2006 Peru July Balarezo, Lima y Jorge Zavaleta Balarezo, 2016 Pittsburg, PA.
Desde 2017 Julia Zavaleta Camerieri / Jorge Zavaleta Alegre.
Fotos e informacion The New York Times DPA Alemania.
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