Monseñor Ivo Baldi Gaburry (+).No hace falta conocer directamente a algunas personas para llegar a quererlas plenamente. Yo no he conocido a Monseñor Ivo. Sin embargo y sin que lo haya advertido, dada la narración de Francisco Carranza Romero*, de pronto se ha ganado un lugar en mi corazón y creo que difícilmente saldrá de él.
Al saber ahora que un grupo de seminaristas, por idea de Monseñor Ivo, llegó a Quitaracza a arreglar la iglesia y jugaba fútbol después de la misa, recuerdo a otro religioso italiano, el Padre Hugo De Censi, que se afincó por Chacas y alrededores y lo transformó. Recuerdo que con él recé el Padre Nuestro más sentido de mi vida. No olvidaré nunca su hábito hecho con “bayeta” del lugar y que durante la misa, por falta de espacio, los niños se sentaban en el suelo, al rededor del Altar Mayor, pues en el inmenso templo, literalmente, no había espacio para una persona más.
Por la presencia de estos sacerdotes italianos, que viniendo de tan lejos han dejado su alma en la zona, deseo imaginar que las serranías de mi departamento de Ancash, son propicias para el brote espontáneo del amor al prójimo y sobre todo de la fe y que, misteriosamente, apuntan hacia la belleza y el arte que lucen mejor cuando llegan mezclados con sentimientos de solidaridad.
Si a todo esto añadimos el afán de Monseñor Ivo de aprender el quechua y hablarlo, para llegar mejor a sus fieles, es definitivamente algo muy digno de resaltar y valorar. Conozco de la dulzura del quechua, especialmente para las narraciones y, sobre todo, para ese lenguaje mágico que brota del corazón. Alguna vez escuché en mi tierra a un sacerdote predicar su homilía en ese idioma y declaro que simplemente quedé extasiado.
Imagino que por eso y mucho más, los amigos de Quitaracza extrañarán a Monseñor Ivo pues él, no solo dejó su tierra, sino que cruzó azulados mares para llevar la palabra de Dios a lugares muy distantes y de intrincada geografía.
A todo esto solo añadiría, con el permiso de Francisco Carranza Romero, que los amigos de Quitaracza no están solos. Que existen otras personas que aman sinceramente a quienes dejándolo todo, se entregan a los demás, sin exigencia alguna. Ellos cumplen, plenamente, aquel precepto bíblico de “Id y enseñad…..” que tanta falta hace.
Monseñor Ivo, vino de muy lejos; dejó todo lo suyo y se entregó íntegramente a otros que lo necesitaban más. Cumplió plenamente
con los preceptos de su religión.
Paz en su tumba ancashina.
*Francisco Carranza: http://papeldearbol-papeldearbol.blogspot.com/2021/06/requiem-por-el-obispo-ivo-baldi-escribe.html
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Papel de Arbol.
Fundadores 1992 por July Balarezo, pintora e historiadora peruana. Taller Mestres-Barcelona-Madrid. Jorge Zavaleta Balarezo, PhD en literatura y cine iberoamericano por Unniversidad de Pittsburgh. PA. Director de Psicoanálisis Estival.
Desde 2017. Editores: Julia Z. Camerieri (Universidad Mont St Mary, Emmitsburg, MD.
Jorge Zavaleta Alegre, Corresponsal en América de Diario16, El Mercurio, Panamerican Italia. TIME line,
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