Papel de Arbol

viernes, 28 de mayo de 2021

SALUD MENTAL EN TIEMPOS DE PANDEMIA: Jorge Zavaleta Alegre

Jorge Zavaleta Alegre

Cuidar de tu salud emocional y bienestar es más importante que nunca. Esta recomendación nace desde  las entrañas de los miles de familiares que han perdido  familiares como consecuencia de la actual pandemia, de cuyo fin no se conoce o llegó para obligar que el Cambio Climático no sea un tema lírico para la ONU y sus instituciones. Es  sun llamado ineludible que compromete a todos, más allá de aquellas ideologías que solo alimentan la libre acumulación de fortunas, cuya persistencia también está en peligro. La pobreza del mundo ha crecido tanto que no hay forma de contrarrestar la destrucción del planeta sino se apuesta por  la VIDA.

Son numerosas las instituciones que  inciden en las consecuencias de la pandemia. Expertos de Cigna, por ejemplo,  han reunido una variedad de recursos de expertos, colaboradores comunitarios y otras fuentes confiables. Desde consejos prácticos para la educación en el hogar hasta cómo enfrentar la pérdida del empleo, ayuda a manejar este momento y los futuros.

La pandemia ha generado una serie de temas que requieren la colaboración de especialistas o de personas con la voluntad  de compartir sus conocimientos y experiencias para  evitar que la improvisación  invada el universo de las comunicación digital, que hoy no tiene fronteras.

Son temas vitales: Ansiedad. Autismo. Regreso a la escuela. Apoyo para personas codependientes,  Recursos comunitarios. Violencia doméstica. Trastornos alimenticios. Familia - crianza – maternidad, dolor y pérdida. Recursos para trabajadores del cuidado de la salud. Salud mental. Manejo del estrés. Regreso al trabajo. Apoyo para la recuperación del uso de sustancias y la adicción. Prevención y concientización sobre el suicidio

La globalización viene  sepultando  viejos mitos, leyendas y prejuicios sobre la Salud Mental.  Aumentan las voces sobre las  ventajas económicas y sociales  de  sumar esfuerzos por entender que no hay Salud sin atención prioritaria de la Salud Mental.

La  guerra comercial  entre  EEUU  y China, incluyendo la India, tiene como  uno  de los  ingredientes  la promoción de la medicina alternativa, que se nutre de las  viejas prácticas e insumos  de las poblaciones nativas.

No  es un secreto que los  llamados curanderos  o “chamanes” de la  Amazonía son los que  han contribuido  en el  tratamiento de la  salud mental con insumos  que ofrece la naturaleza.  El  Sínodo que anuncia el  Papa  Francisco para  proteger la  Amazonía  tiene que  ver con la  reserva planetaria  de alimentos  e insumos para la conservación  de la  vida, más allá  del petróleo  y otros minerales…

El Banco Interamericano  de  Desarrollo nos ofrece un aporte  de Patricia Jara,  quien resume con el título: Solo la mitad de los pacientes toma bien sus medicinas y   remarca  que “hay un área donde hay que poner especial cuidado en seguir el tratamiento adecuado es en la salud mental”. Patricia Jara es especialista líder de la División de salud y protección social  de esta financiera de propiedad de la banca pública.


Según la OMS, el número de personas con depresión o ansiedad, las enfermedades mentales más comunes del mundo, aumentó de 416 millones a 615 millones entre 1990 y 2013. Esta cifra podría seguir aumentando debido a las múltiples emergencias humanitarias a nivel global, que generan depresión y ansiedad en 1 de cada 5 personas.

Debido a la complejidad de los trastornos mentales y a los estigmas que pesan sobre ellos, pueden ser difíciles de diagnosticar y de tratar adecuadamente. De acuerdo al National Institute of Mental Health (Instituto Nacional de Salud Mental), solo la mitad de los pacientes con enfermedades mentales recibe un tratamiento adecuado. La baja adherencia terapéutica en estos desórdenes evidencia la vulnerabilidad de los pacientes. Una encuesta telefónica en Francia encontró que 15% de ellos admitió finalizar su tratamiento antes de lo indicado y 22% redujo la dosis prescrita.

Aunque nuevamente el factor costo juega en contra, los beneficios de invertir en los tratamientos adecuados son significativamente mayores. Por ejemplo, se estima que en Estados Unidos cada dólar invertido en el tratamiento para la depresión y ansiedad rinde 4 dólares americanos en ganancias en salud y capacidad de trabajo. En México, la tasa de retorno en beneficios económicos y de salud por cada peso invertido sería de 3.3 a 5.7.

Urge mejorar la adherencia terapéutica: Analizar de manera rigurosa los modelos de atención al paciente para valorar si son realmente efectivos y considerar las diferentes causas de adhesión y deserción en grupos específicos permitirán mejorar la calidad de las respuestas ofrecidas por los sistemas sanitarios.

Urgente tomar en cuenta:  Los pacientes que reciben mensajes claros y específicos sobre el tratamiento, reciben apoyo y asesoramiento y se sienten cómodos para hacer preguntas podrían confiar más y, por lo tanto, adherir mejor al tratamiento.

Mejorar la calidad de la atención primaria: que el médico haga el seguimiento correspondiente, esté disponible para contestar inquietudes, se interese por el paciente y monitoree su progreso tiene un claro impacto.

Innovación: en la era de la salud digital, surgen otras terapias, tratamientos, y nuevas respuestas. Las aplicaciones móviles como complemento presentan múltiples oportunidades, como costos reducidos de seguimiento, disponibilidad para consultas,  conveniencia y almacenamiento de información en un solo lugar, y disminución del estigma para algunos pacientes.

Además, pueden generar beneficios concretos e inmediatos, como recordar a los pacientes que ha llegado la hora de tomar un medicamento o de acudir a una cita médica.

 




La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que la mitad de quienes tienen acceso a medicinas consideradas esenciales las consume incorrectamente. Estos comportamientos pueden arriesgar la eficacia de un tratamiento. Por ello, el éxito de un tratamiento depende en buena medida de esa adherencia, especialmente con enfermedades de larga duración.

Las dificultades económicas no son un tema menor. De acuerdo a datos disponibles para los países de la OCDE, el gasto farmacéutico representa aproximadamente el 20% del gasto  total en salud. En los hogares de los países desarrollados, el gasto en productos farmacéuticos representa el principal rubro de los gastos de bolsillo, junto con el pago por atención ambulatoria.

En el contexto del envejecimiento progresivo de la población y el aumento en las enfermedades crónicas, estos gastos se acrecientan debido a la demanda de medicamentos para tratar patologías como la hipertensión, la diabetes o la depresión.

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