Papel de Arbol

sábado, 1 de agosto de 2020

BOLIVIA 2020, LA REFLEXION POR LA DEMOCRACIA


JORGE  ZAVALETA ALEGRE                                                                                      

La violencia es la partera  de la Historia, es una afirmación aceptada a lo largo de los siglos. La reflexión, en el 2019, sigue siendo válida, aunque la diferencia está en que la misma naturaleza nos dice: basta, basta, basta con la destrucción del planeta. La pandemia del corona virus 2019 está generando  los más grandes cambios en la visión de hoy y del mañana para todos los habitantes de la tierra.

The NY Times señaló  meses atrás el caso de Bolivia como “golpe de Schrödinger”, en honor al físico austriaco Erwin Schrödinger, cuando “existen en un estado permanente de ambigüedad y al mismo tiempo es un golpe de Estado y no lo es”,  sin esperanza de poder encasillar los acontecimientos de Bolivia en una “sola y clara” categoría

La pequeña república  Latinoamericana,  no  aceptó el  cuarto gobierno del presidente Evo Morales, quien tuvo que salir al exilio  -primero a México y luego a Argentina - y el gobierno temporal, de Janine Añez, con anuencia  del pueblo,  ha convocado a nuevas elecciones, el próximo 6 de setiembre del 2020, asumiendo la responsabilidad  de concentrar sus mejores esfuerzos a enfrentar la pandemia que azota a la tierra.

Bolivia, cuya economía  al 2019 arrojó  saldo negativo en cuenta corriente  de la balanza de pagos, aumentó el stock de la deuda externa, bajó  las reservas internacionales de su  Banco Central, y  la entidad monetaria no contaba con independencia respecto al Poder Ejecutivo.

El nivel de déficit fiscal era alto,  emisión y base monetaria acoplada al balance fiscal con la finalidad de precautelar una baja tasa de inflación y mantener un Tipo de Cambio Fijo Nominal. El propósito era o es crear el  factor de credibilidad ante los agentes económicos. 

La economía boliviana (2006-2019) se caracterizó por un mayor protagonismo del Estado en todas las actividades conformada por 4/5 por el sector informal y 1/5 el sector formal. El economista premio nobel Douglas North (1993) señala: “Las instituciones formales e informales son la clave para entender el cambio histórico de una sociedad y debe ser parte integrante del análisis económico”, remarca una investigación de la Facultad de Ciencias Sociales de la Universidad Nacional de Bolivia.

La desigualdad en los ingresos ha sido un problema económico que se vino enfrentando con diversas políticas, desde estrategias de lucha contra la pobreza, la otorgación de bonos a las personas, ampliando la cobertura de atención médica, priorizando la asignación de recursos públicos a los programas para personas de menor ingreso.

La actual administración gubernamental transitoria inició su “gestión en condiciones económicas iniciales adversas, serias restricciones de liquidez, y una Gobernanza Pública oficialista dependiente a la buena fe, ética y profesionalismo de un elevado número de funcionarios públicos afines.

El primer trimestre del 2020, la Organización Mundial de la Salud y su representación regional, declararon la pandemia del COVID-19, y Bolivia viene  enfrentando la disyuntiva entre la vida o la economía. Pues,  la administración gubernamental eligió la vida y con esta finalidad se protegería a los ciudadanos que no contraigan y sean vehículos transmisores del virus letal, además de que enfermen o fallezcan.  

La industrialización de los recursos naturales  será prioridad en las políticas económicas, en el marco del respeto y protección del medio ambiente y de los derechos de las naciones y pueblos indígena originario campesinos y sus territorios.   La articulación de la explotación de los recursos naturales con el aparato productivo interno será prioritaria en las políticas económicas del Estado y que este   será promotor de la economía plural (sectores público, cooperativista, privado, y economía comunitaria.

La pandemia del COVID-19, con presencia y riesgo a nivel mundial, amenaza la vida de más de 11 millones de bolivianos y la única forma de protegerlos es mediante la cuarentena, lavado de manos, distancia mínima de más de un metro de distancia entre las personas, uso obligatorio de barbijos y adecuada alimentación.  También esta medida ocasiona la suspensión de sus actividades diarias de las empresas privadas y públicas en varias áreas económicas en diferentes magnitudes en la producción de bienes y servicios en el sector formal e informal, que conduciría hacia una recesión económica.

El bien mayor en la sociedad es la vida de los bolivianos, luego está la economía, por ello la política económica no convencional utilizada se orientó prioritariamente al fortalecimiento del sector salud y luego a la recuperación de la economía boliviana.  Los resultados de la ejecución de las políticas económicas, para lograr los objetivos que se programaron alcanzar, permiten señalar que prevalecieron criterios de atender la demanda de los agentes económicos ante las dos pandemias: COVID-19 y economía.

Después de  seis meses de la administración gubernamental transitoria los líderes de coaliciones políticas y autoridades del Tribunal Supremo Electoral acordaron la fecha del 6 de septiembre del 2020 para la realización de las elecciones nacionales.


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