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AMERICA LATINA Y LA IV REVOLUCION INDUSTRIAL
TIME. El panorama que nos presenta el siglo XXI es alentador. América Latina ha tenido importantes logros en la democratización del acceso a la educación, incluyendo a sectores sociales que antes quedaban fuera de los beneficios de la educación, aunque todavía existen deudas sociales a las que los Estados Latinoamericanos deberán atender.
Estamos viviendo la cuarta revolucion del mundo. Las primeras fueron: Mecanización, energía hidráulica, energía eléctrica. Producción en masa, línea de montaje, electricidad. Informática y automatización. Hoy el Sistema ciberfísico .
La migración de Latinoamericana al Hemisferio del Norte ha experimentado un notable cambio. Los jóvenes que emigran gozan de formación universitaria y destreza en el manejo de la informática. Por lo tanto, su acceso al trabajo en otros mercados adquiere ventajas frente a los antiguos servidores con limitaciones para la innovación y las exigencias de las empresas.
Este proceso ha generado una interesante dinámica en empresas con prestigio en el mercado, que tienen presencia activa de profesionales ligados a la Salud Mental, a la creatividad. Esta nueva generacion, para las empresas de mayor prestigio. es un valioso recurso que exige cuidado y una especial valoracion del trabajo, que en tiempos de pandemia, por ejemplo, exige responsabilidades desde el domicilio o condiciones especiales.
La disminución del analfabetismo, la ampliación de la oferta educativa en el nivel preescolar y secundario y la mayor cobertura de áreas geográficas, la extensión de los años de obligatoriedad escolar, la creación y distribución territorial de la oferta de educación superior han orientado las políticas públicas y esto produjo una mejora de los niveles de justicia social en educación.
Esta democratización que se expresa en todas las variables cuantitativas, y refleja situaciones muy diferentes dentro del amplio espacio territorial ha ido acompañada por el desarrollo de reformas y programas tendientes a implementar mejoras en la calidad de los servicios, en términos de infraestructura edilicia, recursos pedagógicos, becas de estímulo, ayuda económica, y formación docente entre otros.
Sin embargo, la segmentación educativa en ofertas de diferente calidad obliga a plantear que aún falta asegurar un nivel de igualdad en términos de acceso y calidad de enseñanza que nos permita afirmar en América Latina que las diferencias en los resultados y los logros educativos de los estudiantes no son producidas por efecto de mecanismos de exclusión o discriminación educativa
El comienzo del siglo XXI ha sido testigo de una explosión de cambios tecnológicos que han revolucionado la forma en que viajamos, compramos, interactuamos y jugamos. La tecnología también puede transformar la educación al aumentar la motivación, personalizar la enseñanza, facilitar el trabajo en equipo, permitir la retroalimentación y facilitar la supervisión en tiempo real.
Este libro, producido por la Biblioteca del Banco Interamericano de Desarrollo - BID reúne a destacados expertos regionales e internacionales en la materia para arrojar luz sobre la forma en que los gobiernos pueden aprovechar mejor el potencial de la tecnología y mejorar el aprendizaje de los alumnos.
Específicamente, el libro se centra en la Matemática, un área crítica de aprendizaje en la que la mayoría de los alumnos de la región no alcanzan ni siquiera los niveles básicos de competencia. Este libro describe una serie de modelos tecnológicos y evalúa su capacidad para afrontar los desafíos y producir mejoras en el aprendizaje.
CIFRAS VALIOSAS
En el año 2020, América Latina y el Caribe tienen 154 millones de alumnos que se encuentran aprendiendo desde sus casas por el cierre de los centros educativos impuesto por la COVID-19. De un día para el otro, docentes con 20 o 30 años de experiencia han tenido que aprender a dar clases virtuales.
Junto con ellos, todos los actores del sistema educativo han debido dar un salto hacia la educación en línea, dejando en evidencia el bajo nivel de integración tecnológica y las brechas de acceso a conectividad y dispositivos de los alumnos en sus hogares.
Fuera de las aulas de la región, hace años que el mundo está en ebullición tecnológica. Mientras los docentes y alumnos de nuestros países se adaptan a su nuevo entorno digital, un ejército de robots danza sin música en Baltimore, Estados Unidos, preparando pedidos que acaban de llegar por Internet a uno de los 177 centros de distribución de Amazon.
Al mismo tiempo, en Colonia, Alemania, un grupo de expertos en ciencias de la computación imprime los ajustes finales a una nueva versión del traductor DeepL que está revolucionando el campo de la traducción basada en inteligencia artificial.
En Zhongwei, China, el sol comienza a despuntar y los 43 kilómetros cuadrados de paneles solares ubicados en el desierto de Tengger entran en funcionamiento produciendo suficiente energía eléctrica para satisfacer las necesidades de millones de personas.
Los cambios tecnológicos están revolucionando los mercados de bienes, de servicios y de energía a nivel mundial. La gran pregunta es: ¿cómo afectarán estos cambios tecnológicos a los mercados laborales?
En América Latina y el Caribe la buena noticia es que la educación ha tenido logros notables durante las últimas décadas. Los bajos niveles de acceso y altos niveles de analfabetismo han dado paso a una cobertura en educación básica casi total y a un creciente acceso al nivel de “APRENDER MATEMÁTICA EN EL SIGLO XXI: A SUMAR CON TECNOLOGÍA”.
Las preguntas clave que emergen son: ¿cómo deben los niños aprender matemática? ¿Cuáles son las nuevas prácticas docentes que favorecen el desarrollo del pensamiento matemático de los alumnos y no la simple transmisión de conocimientos? ¿Cuáles son las áreas en las que nuestra región enfrenta mayores desafíos? ¿Qué modelos de innovación tecnológica parecen ser más prometedores?
Estas preguntas cobran aún más relevancia dado el actual contexto de la pandemia de la COVID-19. Para educar a nuestros jóvenes pese al confinamiento y para darles los conocimientos que necesitarán en el mercado de trabajo del futuro, el nuevo imperativo es acelerar la transformación digital de nuestros sistemas educativos guiados por la evidencia.
El desarrollo de modelos de educación híbrida efectivos —en parte desde el hogar y en parte desde las aulas—, durante los meses posteriores a la apertura, será crítico para mantener la continuidad pedagógica mientras encontramos una solución permanente a la crisis sanitaria. Avanzar en este sentido no solo contribuirá a mejorar los aprendizajes sino que también ayudará a promover sistemas deducativos más robustos y flexibles.
En resumen, las aulas de la región imparten clases de baja demanda cognitiva, que no desafían a los alumnos a aprender conceptos de manera profunda para lograr una buena competencia matemática. Las aulas de matemática de America Latina necesitan exponer a los alumnos a tareas de aprendizaje que promuevan el razonamiento y el pensamiento, y la tecnología puede servir como un catalizador para alcanzar esta meta, pero no debe ser una meta en sí misma.
El objetivo final es que estos esfuerzos contribuyan a hacer realidad la promesa de la tecnología en la educación para todos los alumnos de ALC.
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