La Lira Huaylina, actual director, David Flores Vásquez, jurista especializado en Turismo, ejemplar ciudadano promotor de la identidad ciudadana, a partir del incansable trabajo por su pequeño país, en la Cordillera Negra, en Ancash, Perú, Sudamérica. Huaylas, actualmente tiene 1800 habitantes. Su biblioteca se mantiene abierta, y es el centro de convocatoria local y de los que visitan el Callejón de Huaylas.
Por David Flores Vásquez
La Biblioteca de Huaylas. Hace poco supe de un estudiante secundario que “cumplió” . con hacer
su tarea escolar “bajando” el tema de internet. Lo imprimió a colores, muy
bonito, y lo presentó. Todo indica que
no leyó su trabajo. Estas son las consecuencias del avance tecnológico,
dije yo; velocidad, si se quiere,
precisión de citas, colores, etc. pero,
a veces, nada más. ¿Estamos dejando la
lectura? Entonces, me puse a pensar: ¿Qué pasará más tarde con nuestras bibliotecas? ¿Desaparecerán con el
tiempo?. ¿Lo libraremos todo al internet?. ¿Y cuando éste falla?...... Solo
Dios lo sabe…….
Entre tanto
se resuelvan estas incógnitas, me tomaré un tiempo para narrar algo que me
parece interesante respecto a los libros y que derivó, a la larga, de un hecho
fortuito. Hubo, dice, en el pueblo de Huaylas, Ancash, un jovencito
que, según cuentan, pastoreaba sus ovejas en una tarde apacible. La acumulación
de paja seca en la chacra lo tentó a prenderle fuego pero, con tan mala
suerte que, con el viento, el fuego pasó
a un trigal vecino y prácticamente lo arrasó. Aterrado por lo que causó, sin
proponérselo, decidió fugar del lugar y sabe Dios venciendo qué peripecias, apareció un tiempo después en Lima. Se cuenta
también que logró ubicarse en una casa de familia, como doméstico,
comportándose con diligencia y esmero. Y
que, un buen día, un amigo extranjero
del dueño de casa alabó la laboriosidad del muchacho y dijo que le gustaría llevarse uno así a los
Estados Unidos. “¡No faltaba más, dijo el aludido!. Si quieres, llévatelo. Yo
conseguiré acá otro”.
Y así fue
que don Eusebio Acosta, nombre del entonces jovencito, apareció en los Estados
Unidos en donde, por lo que se contaba, pudo ubicarse convenientemente y formar
familia. Dicen que nunca dejó de pensar en su patria y en su tierra y que
siempre decía que algo quería hacer por ella. Al comentar a sus ocasionales
amistades que a sus paisanos les gustaba asistir a la escuela a estudiar, no
faltó quien le aconsejara regalar libros. La idea fue madurando y, finalmente,
convencido, ofreció donar una Biblioteca
a su tierra. Entre tanto en Huaylas,
ante tan importante anuncio, el pueblo empezó a edificar en la Plaza de
Armas, junto a la Municipalidad, el
local de la futura Biblioteca, un inmueble de dos amplias plantas.
Don
Eusebio Acosta donó a su tierra una biblioteca de CINCO MIL volúmenes que llegó
al Callao en numerosas cajas. Tuve el agrado de integrar la Directiva de la
Asociación Distrital Huaylina cuando gestionó ante el entonces Ministro de
Educación, Dr. Jorge Basadre, con el apoyo del Parlamentario ancashino Dr.
David Teodomiro Izaguirre, la materialización del desaduanaje de los
libros y la próxima inauguración de la
Biblioteca, inauguración que apadrinó él haciéndose representar por el Dr.
Izaguirre. El Ministerio donó estantes para los libros y amplias mesas para las
dos salas de lectura.
Surgió allí
un problema: Un Municipio modesto como el de Huaylas, no tenía partida para
pagar un bibliotecario. Entonces, ante
el riesgo que todo quedara sin utilidad alguna, surgió un maestro jubilado que
se ofreció a ejercer el cargo “ad honorem”. Así fue y, en verdad, lo hizo con
dedicación y observancia de horario estricto, asistiendo tarde y mañana. Se, además, por información directa, que se iba a las
escuelas a sugerir a los profesores ajustar horarios para que los niños fueran
a la biblioteca y que luego estableció un sistema de préstamo de libros a domicilio, sin que jamás se perdiera uno
solo.
Había que
apoyar a ese maestro jubilado en su noble tarea. En efecto, dada su entrega y entusiasmo, lo ayudé voluntariamente asistiendo todas las
mañanas en mis vacaciones universitarias del año 1958 a preparar un Catálogo
General y fichar los libros (por autores y por materias), colocando las
etiquetas respectivas, todo a semejanza
de lo que había visto en la Biblioteca Nacional de Lima. No olvido que encontré
hasta seis ediciones 2distintas de Don
Quijote de la Mancha, toda la Colección Aguilar de la Literatura del
Siglo de Oro Español, el Museo de Cera
de Pompeya, y muchísimas obras más.
La
Biblioteca funcionó en la segunda planta del edificio. En la primera, entre
otras cosas, funcionaba una Posta Médica o Farmacia y había más ambientes. Para
darle realce, copié para la puerta de
acceso, en cartulinas y a plumón, lo que aparece en el mármol del acceso de la
Biblioteca Nacional de Lima, de la
Avenida Abancay. Una de las leyendas reza: “LAS PUERTAS ABIERTAS DE ESTA CASA, DAN ACCESO
A LA CULTURA DE TODOS LOS TIEMPOS”. Nada me pareció más oportuno.
El
improvisado Bibliotecario, encantado de su labor y por la trascendencia de la
Biblioteca, tuvo el acierto de abrir un libro de visitantes. Solo copio el
recuerdo de uno de ellos para graficar su importancia:
“ALGUN
DIA EN ESTA BIBLIOTECA ACOSTA FIGURARA UN LIBRO QUE RELATE EL ESFUERZO TITANICO
DEL PUEBLO DE HUAYLAS AL REALIZAR OBRAS DE UTILIDAD PUBLICA POR ACCION POPULAR.
ESE SERA EL MEJOR HOMENAJE DE GRATITUD A SU GENEROSO DONANTE”. HUAYLAS 20 DE OCTUBRE DE 1959. FERNANDO
BELAUNDE TERRY. Arquitecto, Lima.
NOTAS
IMPORTANTES:
1.- Fernando
Belaúnde Terry, más tarde, dos veces Presidente Constitucional de la República
del Perú, llegó a Huaylas en 1959 en su viaje “Pueblo por pueblo”, luego de su
fallido inicial intento de acceder a la Presidencia de la República. Se quedó
admirado al saber de las obras que realizaba el pueblo por acción popular,
(carreteras, escuelas, caminos, canales de regadío, etc.) su partido político,
aún no existía. Estuvo en el lugar pocas
horas y, según cuentan, antes de
retornar, pidió a unos lugareños, sus
ocasionales anfitriones, que le mostraran
algo importante, pero cercano. Entonces
le sugirieron la Biblioteca. Dice se quedó encantado. Allí fue atendido por el
viejo maestro y dejó su recordado autógrafo.
2.- Don Eusebio Acosta,
jamás volvió al Perú. Llevó en su corazón la tierra y la patria
ausentes. Tiempo después de la inauguración de la Biblioteca que lleva su
nombre, fue condecorado por el Congreso de la República, en ese entonces presidido por don Ramiro
Prialé.
3.- El edificio de la Biblioteca Acosta se destruyó
totalmente con el fatídico sismo del 31 de mayo de 1970. Entiendo que su acervo
bibliográfico fue recuperado en gran parte y que se guarda en la Municipalidad Distrital de Huaylas. Ojalá
siga teniendo lectores.
4.- El viejo maestro, improvisado bibliotecario, fue don
David Nicolás Flores Aguirre, mi
padre, que no encontró mejor lugar para
seguir con su vocación docente y para su insaciable voracidad lectora.
Concluido el relato, vale volver a preguntarse: ¿Qué
pasará con nuestras bibliotecas? ¿Nos libraremos solo al internet?. Me
preocupa. Yo trataré de adecuarme a la modernidad pero con un libro a la mano.
Entre tanto: Recordemos que “Un libro abierto es un cerebro que habla;
cerrado, un amigo que espera; olvidado, un alma que perdona y
destruido un corazón que llora”. (Proverbio
hindú). Y que Jorge Luis Borges dice: “Siempre imaginé que el paraíso sería algún
tipo de biblioteca”.
.....
Papel de Arbol, creado en Lima 1992, por July Balarezo, historiadora y egresada del Taller de Pintura Mestres, Lima Barcelona y Jorge Zavaleta Balarezo, PhD en Literatura y Cine Latinoamericano por la Universidad de Pittsburg, PA.
Desde 2017 se Edita en Emmitsburg, MD.
Cooeditores
Julia Z. Camerieri, biblioteca y traducciones.
Jorge Zavaleta Alegre, redacción y corresponsal.
papelearbol@gamail.com
jcamerieri66@gmail.com
Papel de arbol está asociado
Diario16, Madrid. El Mercurio Digital de España. Panoramica de Milán.- Bruselas. Tandil News Bs.As. Time Line Nueva York.
.....
Papel de Arbol, creado en Lima 1992, por July Balarezo, historiadora y egresada del Taller de Pintura Mestres, Lima Barcelona y Jorge Zavaleta Balarezo, PhD en Literatura y Cine Latinoamericano por la Universidad de Pittsburg, PA.
Desde 2017 se Edita en Emmitsburg, MD.
Cooeditores
Julia Z. Camerieri, biblioteca y traducciones.
Jorge Zavaleta Alegre, redacción y corresponsal.
papelearbol@gamail.com
jcamerieri66@gmail.com
Papel de arbol está asociado
Diario16, Madrid. El Mercurio Digital de España. Panoramica de Milán.- Bruselas. Tandil News Bs.As. Time Line Nueva York.
No hay comentarios:
Publicar un comentario