Jorge Zavaleta Alegre
El mundo tiene que prepararse para una pandemia letal. Con esta frase en lámina de papel y con trazos de carboncillo, mostraba el artista un extraño insecto con perfil humano, que estaba invadiendo los campos agrícolas de los Andes del Norte, cuya picadura provocaba la muerte de niños y del ganado en una región, aislada de cualquier servicio médico y de la indiferencia del terrateniente.
El autor de la acuarela, solicitó no revelar su nombre, era profesor de la Universidad de Cajamarca, ciudad donde Atahualpa, el último emperador de la civilización Inca, fue sentenciado a muerte el 26 de julio de 1533, finalizando con él uno de los indígenas más importantes del Tahuantinsuyo o Imperio de los Incas.
El autor de la lamina, había sido motivado por los desórdenes en la entonces hacienda ganadera de Porcón, y confiaba que la United Press International – UPI podría publicarla, porque ningún medio local se interesaba del mundo rural.
En mi condición de corresponsal en Trujillo de la agencia americana *(1966-1968), en una ciudad fundada, en honor a la tierra natal de Francisco Pizarro, conquistador de un territorio que con las guerras de independencia ahora son cinco repúblicas o ex dominios de España. Escribí la crónica y la envié a Lima, por valija.
!Oh! grata sorpresa, la crónica ilustrada con la acuarela de “insectos humanos”, con la firma inelegible del autor, fue publicada en la Primera Página, ángulo superior derecho de El Comercio, que tenía los servicios de UPI. El Comercio, es uno de los diarios más antiguos de América – comercial, político y literario – fundado el sábado 4 de mayo de 1839, por Manuel Amunátegui y Alejandro Villota, ex integrantes de las tropas realistas, que en 1875 transfirieron el control del periódico a José Antonio Miró Quesada, quedando desde entonces la familia Miró Quesada con el control del diario.
Volviendo al tema de los insectos con rostro humano, días después el mismo diario El Comercio, en su página editorial, destacó que la noticia sobre los insectos llamados “Ishu Idelsum”, era un mensaje sensacionalista, que no debería promoverse y que la empresa tenía la responsabilidad de mantener los objetivos fundacionales.
Pero la visión de esos tiempos, conservadora por cierto, en lugar de destacar el ingenioso modo de alertar el peligro de la producción alimentaria y la salud colectiva, tuvo que cambiar radicalmente dos años después. ¿Porqué?
Las Fuerzas Armadas, institucionalmente unidas, tomaron el gobierno del país, un 3 de octubre 1968, anunciando cambios estructurales en la sociedad peruana, iniciándose con una Reforma Agraria, proceso que las agencias noticiosas calificaron como una de las más radicales de América Latina, que ponía punto final a los latifundios para convertirse en cooperativas y/o sociedades de interés social, siguiendo la experiencia autogestionaria de Yugoeslavia y la reforma cubana, que expropió todas las propiedades, empezando por la industria azucarera y cafetalera.
La administración militar, adjudicó las empresas periodísticas a diferentes sectores sociales. El Comercio pasó a manos del sector agrario, liderado por la Confederación Nacional Agraria, o conjunto de ligas agrarias provinciales y regionales.
Esta crónica tiene el propósito de remarcar la defensa de la libertad de prensa, basada en códigos de ética individual y social, cuyo avance tecnológico tampoco puede exasperar la estabilidad emocional del lector y de las democracias que siendo débiles son usurpadas por grupos empresariales.
Volvamos a la hacienda Porcón, que inspiró al ingenioso artista de los Andes Peruanos, fue una de las primeras haciendas convertida en cooperativa, cuyas familias campesinas se convirtieron en creyentes del cristianismo luterano, y ahora es un atractivo para el turismo ecológico, donde trabajan los hijos que ahora tienen acceso a la Educación Superior, empezando por Universidad Nacional Agraria y aun dinámico sistema de convenios con universidades de Europa.
El proyecto Porcón sigue captando la atención internacional, liderada por la Cooperación Belga con un Proyecto Piloto de Reforestación, en un área inicial de 2.500 hectáreas, con nuevas plantaciones de pinos…Después de 20 años de capacitación continua a los pobladores de la cooperativa se ven frutos.
Porcón es un remanso, donde los propietarios respetan la presencia de diferentes credos religiosos, y las familias no concurren fiestas como carnavales y procesiones de santos o santas del cristianismo romano. El interés de los visitantes es conocer la producción y comercio de lácteos, carnes, lanas y maderas para un mercado local, nacional y externo.
Los técncos agrarios reconocen que la diversificación de actividades, influyó en las lógicas de ocupación y en la estructura espacial, y desde hace dos años, 2017 el proyecto ganó el reconocimiento de patrimonio natural belga en el extranjero, con un retorno muy superior a la agricultura exportadora de los nuevos latifundios, que el libre mercado ha conseguido el retorno de las antiguas familias, en alianza con el capital extranjero dominan la agricultura de exportación.
No es extraño este retorno al pasado. La caricatura de insectos con rostro humano es una estampa vigente. Los campesinos siguen siendo marginales del progreso. Esta historia no es sensacionalismo sino recoge el sentir de campesinas por una economía social de mercado y no la exacción diabólica de la riqueza del sur del planeta por el Norte, que ha declarado la guerra a la migración del sur, a los que huyen de esa amenaza ecológica que involucra a todos, a todos sin excepción.
Sigue…..