Papel de Arbol

miércoles, 17 de abril de 2019

EL SUICIDIO Y LA CORRUPCIÓN EN PERU


Jorge Zavaleta Alegre
Diario|16 de Madrid
España
ElMercuriodigital.net
Buenos  Aires
Panoramica de Milán

El suicidio del dos veces presidente  peruano Alan García, tras su captura policial por el caso Odebrechet, la gigante empresa brasileña que ha sobornado a decenas de gobernantes, rebela la profunda  crisis moral que reina en el mundo, empezando por los  que delinquen  y quienes desde el poder dilatan decisiones y quebrantan la  Salud Mental  de todos,  conduciendo a  la muerte  como  el principio  del fin de la vida.

El desconocimiento sobre la  Salud Mental, limitación muy seria en los países del  sur del planeta, lleva a comportamientos sociales de carácter peyorativo, cuando se debería motivar el análisis y las decisiones en las conductas que requieren   cuidado  y atención a las personas que muestran síntomas.  Alan  García, en lugar de hacer política de  Estado la Salud Mental  con apoyo  ciudadano, siempre recibió mofa  de su conducta  y los psiquiatras  que lo  trataban, tampoco tuvieron ni tienen el coraje de hacer docencia sobre esta realidad. Recurrieron a la mofa, la ironía,  papel ridículo  de algunos canales de TV que hicieron de la Salud un instrumento para enfrentar a la opinión pública.

Múltiple información científica indica que la conducta suicida incluye el suicidio y el intento de suicidio. Las ideas de suicidio hacen referencia a la existencia de pensamientos y planes de suicidio. Este suele ser resultado de la interacción de muchos factores, entre los que se incluye la depresión.  Algunos métodos suicidas, como el empleo de armas de fuego, tienen mayor probabilidad de resultar mortales; no obstante, la elección de un método menos infalible no significa de manera necesaria que la intención de suicidio sea menos seria.

Se ha de prestar atención a las amenazas y a las tentativas de suicidio, proporcionando la ayuda y el apoyo adecuados. Existen líneas directas de teléfono y de correo electrónico disponibles para las personas con ideas suicidas. La conducta suicida incluye:
Suicidio consumado: acto autolesivo intencionado con resultado de muerte.



La información relativa a la tasa de suicidios proviene fundamentalmente de los certificados de defunción y de los informes procedentes de las investigaciones judiciales, y es probable que el verdadero índice esté subestimado. Aun así, la conducta suicida es un problema de salud muy frecuente; aparece en ambos sexos y a cualquier edad.

En los Estados Unidos, por ejemplo, en 2014 hubo 42 773 suicidios consumados; en este país se produce una muerte por suicidio cada 12,3 minutos. Como causa principal de la muerte, el suicidio ocupa las siguientes posiciones: Es la tercera causa de muerte entre los jóvenes de 10 a 24 años. La segunda, entre las personas de 25 a 34 años. La cuarta, entre las personas de 35 a 64 años. Y la décima en el conjunto de la población.

Las razones no están claras, pero los siguientes factores pueden estar implicados: Cuando los hombres tienen problemas, son menos propensos a buscar ayuda, ya sea de familiares o amigos y/o profesionales de la salud. El abuso de alcohol y el abuso de drogas, que parecen contribuir al comportamiento suicida, son más comunes entre los hombres.


En todos los grupos de edad, las tentativas son dos o tres veces más frecuentes en las mujeres que en los varones, pero la probabilidad de consumar el suicidio es cuatro veces mayor en varones. Las personas mayores cometen 4 intentos de suicidio por cada suicidio consumado.

El suicidio entre la población que tiene pareja estable es menos frecuente que entre la población soltera o sin pareja estable y también es menos frecuente entre los practicantes de un credo religioso. Sin embargo, personas de todas las razas, credos, niveles de ingresos y niveles educativos mueren por suicidio. No hay un perfil típico del suicida.




Aproximadamente una de cada seis personas que se suicidan dejan una nota, que suele proporcionar las claves para explicar su conducta. La conducta suicida suele ser el resultado de la interacción de varios factores.  La depresión culmina la capacidad de la persona para afrontar circunstancias desagradables. Sin embargo, la depresión puede aparecer "de la nada", sobre todo si hay antecedentes familiares de un trastorno del estado de ánimo o de suicidio. El riesgo de suicidio es mayor si las personas con depresión también sufren un grado significativo de ansiedad.


La mayoría de las enfermedades asociadas a un aumento del índice de suicidios afectan de forma directa el sistema nervioso central (como el sida, la esclerosis múltiple o la epilepsia del lóbulo temporal), o bien implican tratamientos que pueden originar depresión (como ciertos fármacos antihipertensores).


Las personas que en su infancia sufrieron experiencias traumáticas, incluido el maltrato, presentan un riesgo más elevado de tentativas de suicidio, tal vez porque las probabilidades de depresión son mayores. El consumo de alcohol puede agravar un cuadro depresivo, lo que a su vez aumenta el riesgo de que aparezca conducta suicida. El alcohol también disminuye la capacidad de autocontrol. 


Otros trastornos de la salud mental, además de la depresión, también se asocian a un mayor riesgo de suicidio. Las personas con esquizofrenia u otros trastornos psicóticos pueden sufrir delirios (creencias falsas fijas) con las que les resulte difícil convivir, o bien pueden oír voces (alucinaciones auditivas) que les ordenan matarse. Las personas con trastorno límite de la personalidad o con trastorno de personalidad antisocial, en especial las que presentan un historial de comportamiento violento, tienen también un mayor riesgo de suicidio.



Debido a las advertencias efectuadas por los organismos de salud pública acerca de la posible asociación entre uso de antidepresivos e incremento del riesgo de suicidio, la prescripción médica de antidepresivos en la población infantil y juvenil ha disminuido.


La ayuda médica para morir (eutanasia) se refiere a la ayuda que prestan los médicos a aquellas personas que desean poner fin a sus vidas. Se trata de una cuestión muy controvertida porque supone un procedimiento contrario al objetivo habitual del médico, que es preservar la vida. La ayuda médica para morir (eutanasia) es ilegal en la mayoría  de Estados del mundo.

Algunas conclusiones: El Poder Judicial de Perú ordenó la detención preliminar por diez días en contra del expresidente de esa Nación, Alan García Pérez, en el marco de las investigaciones que se le siguen por el caso Odebrecht.


Efectivos de la División de Investigación de delitos de Alta Complejidad (Diviac) llegaron hasta la casa del exjefe de Estado para ejecutar la medida y aunque en un inicio se pensó que se trataba de un allanamiento, instantes después, salió una camioneta de la vivienda.

Tras su detención, García Pérez fue trasladado al Hospital Casimiro Ulloa. La crónica roja indica que el expresidente se habría disparado cuando la Policía iba a ejecutar su detención.

La orden de detención preliminar también habría sido dictada contra su exsecretario Luis Nava Guibert y el empresario Miguel Atala, amigo cercano de García Pérez.

 El suicidio no siempre se planifica. A veces las personas deprimidas planean el suicidio con antelación. De todos modos, muchas veces los intentos de suicidio ocurren de forma impulsiva, en un momento de profunda desesperación. Alan García muere siendo víctima de una justicia que no  conoce absolutamente nada  de Salud Mental. Los  jueces  también necesitan profundizar el conocimiento de los  reos. 
"Donde estemos, en el hogar, en la fábrica o en las aulas, combatamos la duda, el temor y la violencia. Peruanos. Faltan apenas doce años para el bicentenario de la patria independiente, tenemos poco tiempo para actuar, avancemos más rápidamente refundando nuestro Estado. Marchemos a la carga por el desarrollo y la justicia. ¡Que Dios bendiga sus hogares!. ¡Viva el Perú!, declaró AGP, en Lima, 28 de julio de 2009

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