Papel de Arbol

martes, 1 de enero de 2019

DESDE GINEBRA. "En el Centro de Europa están conspirando"




Jorge Arturo Figueroa

La llamada alta cultura,  asociada al cine, debe ser fuente inseparable para  una educación  de calidad, incorporando la fantástica innovación  de las tecnologías de la comunicación.

El cine es un elemento muy importante para la difusión actual de la cultura, la creación de actitudes públicas y de ideas sobre la ciencia y sociedad en general. Permite observar la vida como un todo.

El cine es un instrumento para una mejor comprensión humana, sostienen expertos del Centro de Salud de Bidebieta-La Paz y  de Astigarraga, Gipuzkoa. El cine es una poderosa herramienta cultural que permite conocer algunos elementos de la condición humana a través de la imagen y del sonido enriquecido con todas las bellas artes para tratar de impactar al intelecto y a la emoción.

El cine representa una forma muy importante de transmisión de la cultura universal en los tiempos actuales.  La magia del cine ha creado otro método para capturar la realidad que organiza y otorga significados a los objetos y prácticas de la vida cotidiana (ayuda a establecer reglas o convenciones útiles para el desarrollo de nuestra vida social), que estimulan nuevas formas de pensar sobre los roles sociales, sexo, concepciones del honor, del patriotismo, a la vez que sirve para proclamar injusticias, la explotación, los problemas que afectan a un determinado lugar del mundo, riesgos laborales, etc.

Precisamente, acaba de publicarse un nuevo libro sobre Borges, a partir de unas conferencias en Ginebra, y editado por la Universidad  de Torino, en el cual, el tema del cine cobra nuevamente  espacio para seguir promoviendo su valor en el campo de la Educación.

En este libro, la profesora Belinda Palacios, de la Universidad de Génova, aborda el tema con amplitud, incluyendo aportes de diferentes fuentes académicas, como los trabajos de Jorge Zavaleta Balarezo*, de la Universidad de Pittsburgh,  para quien  la literatura es un hechizo perpetuo y el cine,  como un entomólogo, es otro placer, como el rock, el pop, el jazz.


“En el centro de Europa están conspirando”, Homenaje a Borges. Jacobo Llamas Martínez, de la Université de Neuchâtel, coordinador Primer coloquio de la Sociedad Suiza de Amigos de Borges (Ginebra, 22 y 23 de septiembre de 2017), en el prólogo de este libro escribe:

Borges eligió Suiza para morir. Supo que estaba gravemente enfermo mientras asistía a diversos actos en Italia, pero decidió no regresar a Buenos Aires y fijar su residencia en Ginebra, donde falleció meses después, el 14 de junio de 1986.

El escritor llegó por primera vez a Ginebra durante la adolescencia; en la ciudad cursó el bachillerato y descubrió a los poetas expresionistas y simbolistas franceses, y a ella dedicó el poema “Los conjurados”, aparecido en la última página del libro de título homónimo publicado en 1985:

En el centro de Europa están conspirando. El hecho data de 1291. Se trata de hombres de diversas estirpes, que profesan diversas religiones y que hablan en diversos idiomas.  Han resuelto olvidar sus diferencias y acentuar sus afinidades. Fueron soldados de la Confederación y después mercenarios, porque eran pobres y tenían el hábito de la guerra y no ignoraban que todas las empresas del hombre son igualmente vanas.

En esta publicación se recogen siete de las intervenciones del coloquio; los autores ofrecen en ellas nuevos datos intertextuales, de interpretación y de re-cepción de la obra de Borges, y confirman algunas de las ideas más repetidas por José Miguel Oviedo: no hay historia literaria que pueda abarcar todos los aspectos que se necesitan para dar [de Borges] una imagen coherente y válida; sólo cabe una aproximación, un esbozo de lo que su obra y su figura re- presentan para la literatura de nuestro tiempo, en cualquier lengua. (Oviedo, 2001: 15)

La importancia y la repercusión de Borges en las letras del siglo XX —dentro y fuera del ámbito de la lengua— no necesitan subrayarse: hay toda una industria crítica consagrada a su persona y su obra, cuyo resultado es una biblioteca más voluminosa que la que produjo él. (Oviedo, 2002: 256)

En la obra de Nolan, los pasajes imitados de Shakespeare son los menos dramáticos; Ryan sospecha que el autor los intercaló para que una persona, en el porvenir, diera con la verdad. Comprende que él también forma parte de la trama de Nolan... Al cabo de tenaces cavilaciones, resuelve silenciar el descubrimiento. Publica un libro dedicado a la gloria del héroe; también eso, tal vez, estaba previsto.

El trabajo de Belinda Palacios, ”Interstellar: un homenaje de Christopher Nolan a Jorge Luis Borges”, reivindica la influencia de Borges más allá de la literatura con su análisis de la obra del director de cine Christhopher Nolan, cuyas películas “contienen un buen número de guiños y referencias al universo borgiano”.

Palacios se centra, sin embargo, en Interstellar (2014), que, como demuestra el artículo, constituye por el momento “el mayor homenaje [ofrecido por el] director al pensamiento borgiano“. Con todo, aquellos que no hayan visto la película, y tengan intención de hacerlo, quizá deberían disfrutarla antes de leer el texto de la profesora Belinda, pues en él se desvelan las razones de la peculiar disposición del argumento.


“En el centro de Europa están conspirando” presenta un homenaje a Jorge Luis Borges en la autoría de Jacobo Llamas  Martínez  y las siguientes siete ponencias:

Oknos el memorioso: Borges responde a Ortega y Gasset, de J. Ramón Carriazo y Antonio Sánchez Jiménez,  (Universidad de Educación a Distancia)  se relaciona el personaje de Ireneo Funes con José Ortega y Gasset, de manera que la incapacidad para pensar del protagonista del cuento puede considerarse una más de las múltiples pullas que Borges dirigió al filósofo español.

Las contribuciones de Rita Catrina Imboden, Srdjan Dragojevic y Gilda Aída Meclazcke nacieron como proyecto común en la Universidad de Zúrich y se centran en uno de los aspectos más destacados de la obra borgiana: la circularidad, que se estudia con relación a la reflexión borgeana sobre el tiempo, a las propiedades de la poesía y al proceso de lectura.

 El artículo de Rita Catrina Imboden (Universität Zürich), ”Círculos de lectura en «La casa de Asterión» de Jorge Luis Borges”, desglosa la lectura de “La casa de Asterión” en seis partes o “círculos”: 1) “la reconstrucción del mito”; 2) la “deconstrucción del mito”; 3) el “cambio de perspectiva”; 4) “yo, el monstruo”; 5) “laberinto de laberintos”; y 6) “un tejido sinuoso”.

 Se trata de ilustrar con ello que la noción de circularidad no solo constituye “un tema recurrente en los textos borgeanos, sino [que es] también un principio de construcción particularmente característico” de la obra de Borges.

 Los “círculos” que la autora traza Jacobo Llamas Martínez   para analizar “La casa de Asterión” desvelan la cuidada elaboración del relato, en el que la forma —la narración se divide en seis párrafos (dentro del último Imboden incluye la intervención final de Teseo)— se adecua al contenido a la perfección. Como señala la propia investigadora, con este análisis se demuestra la manera en que los escritos de Borges forman capas “de una textura densa y aparentemente heterogénea que, con cada lectura, abre otras posibilidades de construir el sentido”.

El artículo de Srdjan Dragojevic (Universität Zürich), ”El tiempo circular en  «Tema del traidor y del héroe»”,.el   tratamiento del asunto en el cuento se parece al modo  en que Borges se refirió al eterno retorno o eterno regreso en dos ensayos integrados  en Historia de la eternidad, “La doctrina de los ciclos” y “El tiempo circular”.

En las páginas finales de su trabajo Dragojevic se hace eco del hallazgo en 2013 de un texto autógrafo de Borges dentro de un ejemplar de la revista Sur  conservado en la Biblioteca Nacional de Buenos Aires.

Gilda Aída Meclazcke (Universität Zürich) cierra el conjunto de trabajos sobre la circularidad en la obra de Borges propuesto por los tres investigadores de  la Universidad de Zúrich en este volumen.

 Al igual que Srdjan Dragojevic,  Meclazcke, en “«La noche cíclica»: una lectura intratextual “, resalta cómo ”los ensayos borgeanos anticipan en muchos casos —aunque a veces esto no sea  .evidente— los temas y contenidos de su obra poética y ficcional, con la cual  interactúan”. Así, el poema de “La noche cíclica” complementa las nociones expuestas por Borges sobre el tiempo cíclico o eterno retorno en los ensayos “Historia de la eternidad”, “La doctrina de los ciclos” y “El tiempo circular”:

 Adriana López-Labourdette (Universität Bern) pone el foco sobre otro de los asuntos predilectos de Borges: el de la memoria. Su artículo, “La memoria de Borges. Caminos y contratiempos hacia una memoria literaria desmemoriada”, parte de los paralelismos que se rastrean “entre «La memoria de Shakespeare» y «La memoria de Borges»“, lo que lleva a López-Labourdette “incluso a intercambiar al Borges lector de Shakespeare con nosotros, lectores de Borges“. 

Por último, los trabajos de Adrián J. Sáez (Université de Neuchâtel) y de Belinda Palacios (Université de Genève) cambian de tono y de asunto al ocuparse de la recepción de la obra de Borges, y muestran cómo las resonancias de los textos del escritor argentino alcanzan a artistas de edades, lugares y tradiciones muy dispares.

Adrián J. Sáez dedica su estudio, ”Afinidades electivas: Jorge Luis Borges y Luis Alberto de Cuenca”, al poeta, filólogo e investigador español. Sáez distingue varios tipos de huellas borgianas en de Cuenca: “1) unos pocos ensayos borgianos“; “2) otras labores críticas, como la recopilación de algún poema borgiano”; “3) los comentarios variados procedentes de distintas entrevistas”; y “las referencias y los ecos frente a los poemas borgianos”. A estos últimos —los “poemas con una fuerte impronta borgiana”— es a los que Sáez presta una mayor atención en su estudio para subrayar que “Luis Alberto de Cuenca aprecia los poemas borgianos tanto por el fondo como por la forma”

Finalmente, Interstellar: es un  homenaje de Christopher   Nolan a Jorge Luis Borges,  de Belinda Palacios. En esta  exposición se aprecia la  trascendencia de Borges en el  cine y motiva  la reflexión a que el cine vaya ocupando más espacios  en el desarrollo de la  educación, junto a las lecciones que nos dejaron tiempos atrás  escritores, pintores, dramaturgos. El cine deberá conquistando más espacios por su cercanía a públicos más grandes, multilingues y  migrantes.



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