Papel de Arbol

miércoles, 9 de mayo de 2018

MEGAPROYECTOS Y SOSTENIBILIDAD FISCAL, Por Manuel Romero Caro

08.05.18
Hay un aspecto del discurso del PCM Villanueva ante el Congreso que quisiera comentar: el referido al objetivo de dinamizar las regiones vía los ejes territoriales. Mencionándose que en el caso del sur, se lograría “articulando la inversión del Gasoducto del Sur con la Petroquímica, con …..”. 

El problema de esa referencia, prácticamente se estaría resucitando tanto al gasoducto como la petroquímica, proyectos bastante cuestionados. 

En lo referente al gasoducto, hay que recordar que su problema fundamental es la falta de demanda: ya no existe la petroquímica del etano y que se sustentaba en recibir etano subsidiado, o fijado unilateralmente por el estado. 

Tampoco existe la posibilidad de exportar a Chile porque tiene superávit eléctrico. Por lo que tampoco habría condiciones para otro proyecto de gas natural licuefactado. 

Además el gasoducto también tiene problemas por el lado de la oferta, ya que el gas o líquidos del Lote 58, de propiedad de CNPC, no tienen ninguna obligación de ser transportado por el ducto al sur. Cuya tarifa muy probablemente resultaría más cara que el ducto de TGP. 

Y si CNPC optara por transportar su gas natural y sus líquidos vía TGP, el otro gasoducto se quedaría en el aire. 

De otro lado, han transcurrido casi 10 años desde que se otorgó la concesión del gasoducto . Y en ese período el contexto energético global ha experimentado cambios importantes (el shale gas y el avance de las energía no convencionales) tendencia que se acentuará en los próximos años. 

Es así que McKinsey, en su Global Energy Perspective 2018, advierte que el declive de los costos de las energías renovables se está acelerando aún más, sacando de carrera a los existentes y futuros proyectos de energía fósil (gas natural, carbón y petróleo). Señalando también que 2016 fue el primer año en el que las adiciones netas de energía solar y eólica superaron al carbón y al gas. 

Por su parte Bloomberg, en un informe del 23.01.18 señala que en el 2017 observaron nuevos récords establecidos para las tarifas en subastas de energía renovable en todo el mundo, en niveles que hubieran sido inimaginables hace apenas dos o tres años atrás: 

Por ejemplo, $18.60 por MWh de energía eólica en tierra en México. Por lo que en un contexto de acelerados cambios que no favorecen al gas, ¿qué sentido tiene comprometer con subsidios por miles de millones de dólares al Tesoro Público por 30 o 40 años? . 

Además hay que considerar que solo en el sector energético hay diversas fuentes de subsidio . Como por ejemplo lo que pierde el Estado por garantizarle el precio de venta a 2 hidroeléctricas que generan 1,000MW , ¿y los subsidios a las reservas frías , a las energías de recursos renovables , a las líneas de transmisión, etc? .¿Existe un cálculo de lo que ha tenido, tiene y tendrá que aportar el Tesoro Público por los elefantes blancos pasados, presentes y en proceso? 

Teniendo en cuenta lo anteriormente mencionado, confiamos en que el Presidente Vizcarra honrará su promesa: “nuestra idea no es gobernar teniendo contentos a todos, es gobernar haciendo lo correcto”, Diario El Comercio 06.05.18. 

Además con el tipo de compromisos que para el Tesoro Público implicaría subsidiar al gasoducto, resultaría inviable cumplir con el objetivo del Ministro de Economía, David Tuesta: crecer con sostenibilidad fiscal. Y la solución la tiene elel propio Tuesta, quien también es Presidente de ProInversión, entidad encargada de darle viabilidad (o no) o redimensionar al gasoducto al sur.

Manuel Romero, Economista, Fundador de Gestión, primer diario  de economía  y negocios  del Perú 1990.

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