Papel de Arbol

jueves, 1 de marzo de 2018

LA IV REVOLUCION INDUSTRIAL, por Jorge Zavaleta Alegre


Jorge Zavaleta Alegre
Si Alemania hoy es la cuarta economía del mundo y  alienta la cuarta revolución tecnológica, no olvidemos  la experiencia  de China  que hoy compite con los Estados Unidos y la  Unión Europea. América Latina no aparece en el horizonte porque tal como marcha en el siglo XXI solo necesita el manual del  nuevo instrumento con sus propiedades y cómo opera.

Se aproxima la “industria 4.0”, luego de la máquina de vapor (primer telar, en 1784). La producción en masa (línea de montaje, 1870). Y  la electrónica (primer comando con memoria programable, en 1969.

La interconexión del mundo  que promueve Alemania incluye  máquinas que hablan, productos  cada vez más inteligentes… ¿Pasa el ser humano a ser superfluo?, pregunta la revista  Deutschland al analizar las consecuencias  de la digitalización para la industria.

China alcanza hoy un asombroso promedio de 18,3% de crecimiento anual del gasto en Investigación y Desarrollo (I+D), en comparación con la media del 1,4% de los demás países de ingresos medios-altos, según  datos de la Unesco.

El gasto que China dedica a (I+D) sólo representa el 2% de su PIB, pero esto significa que este país inyecta cada año en el sector unos 369.000 millones de dólares, en términos de paridad de poder adquisitivo. China se acerca cada vez más a Estados Unidos,  que representa casi el 30% del gasto mundial en I+D.

A fines de la los años  setenta, China daba una lección. Werner Puschra, representante de la  Fundación Ebert, (Los Pioneros, 1989), simbolizaba la experiencia del Gigante Asiático recordando que 200  chinos  se instalaron en varias ciudades de Alemania Federal, desde Hamburgo en el norte hasta Múnich en el sur. Ellos no  hicieron otra cosa  que leer los periódicos diariamente. Los alemanes se preguntaban qué hacen los chinos, sobre todo porque son reconocidos  como  muy trabajadores.

Pero  ellos continuaban con la lectura de los periódicos. Después los alemanes se dieron cuenta que los estoicos lectores concentraban su atención  sobre los avisos, buscando empresas en venta, en bancarrota, para luego comprarlas.

Una  vez que las adquirían, las plantas fueron trasladadas totalmente a la República Popular  China. Las rearmaron allí y empezaron a aprender  cómo usar la maquinaria, a  veces con algunos técnicos  germanos, a veces solos. Así comenzaron a producir para el mercado interno y a efectuar cambios tecnológicos adaptándolos a sus necesidades…

Pero el acceso a la información tecnológica  y científica  solo es un aspecto del proceso. El problema fundamental es al interior de un país.

Veamos la realidad de América Latina  que  en la práctica no necesita tener  acceso a nada de lo que hay dentro de un producto, sino el manual de sus propiedades y cómo opera.  En América Latina, Brasil es líder, destinando el  1,2% de su PBI, mientras que la India ocupa el primer lugar en Asia Meridional y Occidental, con el 0,8%.

En África, la Unión Africana ha fijado la meta en el 1%, pero sólo Kenya, Malí y Sudáfrica se acercan a esa cifra.

La cuarta revolución en marcha  es la nueva forma de fabricar que  transformará también el mundo laboral. En la producción misma trabajarán cada vez menos seres humanos.  Se necesitará, sin embargo, más personal con conocimientos de software y programación.

El ingeniero tradicional, especializado solamente en mecánica, no tiene futuro. El nuevo ingeniero es un especialista multidisciplinario. Wegener, de Siemens, está convencido de que la importancia del ser humano, sin embargo, no se reducirá, sino que aumentará con la nueva forma de producción. Las personas realizarán menos trabajos mecánicos, pero más tareas creativas, de planificación, control y supervisión.

En este 2018,  Alemania con la IV Revolución Industrial despierta expectativas para el futuro. A partir de 1989, con la caída  del Muro de Berlín, vive un proceso acelerado sin retorno. Su geografía, su ordenada migración, su cultura y múltiples factores basados en Educación y Tecnología, revelan un futuro fascinante, pero un desafío muy grande de los pueblos que viven en economías primarias.  

¿Qué es la industria 4.0?
El Instituto de Estadística de la UNESCO (IEU) remarca: “La innovación es fundamental para alcanzar los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Los cinco primeros en la clasificación, en términos de gasto absoluto en I+D, son: Estados Unidos, China, Japón, Alemania y la República de Corea.

La expansión de la industria 4.0 supondrá un boom de encargos para los fabricantes, según opinión de la mayoría de los profesores universitarios y empresas consultados por la Asociación de la Industria de la Electrotécnica, la Electrónica y la Técnica de la Información de Alemania.


El objetivo final es que los productos se comuniquen con las máquinas. En el futuro, la planta –el robot, la línea de producción, el centro de procesamiento– no solo transformará cada pieza de acuerdo con un determinado programa, sino que reconocerá autónomamente  qué debe hacer con cada pieza. Teóricamente, el objetivo no es producir series más grandes, sino más pequeñas, y en última instancia, elaborar automáticamente productos individualizados.  


Los Pioneros. Consejo de Ciencia y Tecnología del Perú -  Fundación Friedrich Eberth 1988-Lima/Berlín. Jorge Zavaleta Alegre

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