¿Cómo podemos asegurar el acceso universal a la salud, si los hospitales en la red asistencial pública Regional tienen en promedio 60 años? Esta cifra combina establecimientos que tienen más de 100 años como son el Hospital Rosales en El Salvador, o el Dos de mayo en Lima, con otros de reciente construcción, que no han alcanzado a reponer el deterioro de los establecimientos existentes.
Jorge Zavaleta
Alegre
La tristeza crónica mata. Y si
eres joven o adolescente aún más. El suicidio es la segunda causa de muerte juvenil
mientras que la depresión es la primera causa de enfermedad y discapacidad
entre los adolescentes según la Organización Mundial de la Salud.
Esta es la introducción de
un trabajo que publica
el BID que nos pueda ayudar a reflexionar sobre el desgobierno de gran parte de América Latina. La salud mental, por ejemplo, es un drama totalmente ignorado en el Perú:
200 psiquiatras existen en el
país de 33 millones de habitantes:
Salud mental
La depresión es la principal
causa de morbilidad y discapacidad entre los adolescentes y el suicidio es la
tercera causa de defunción. La violencia, la pobreza, la humillación y el
sentimiento de desvalorización pueden aumentar el riesgo de padecer problemas
de salud mental.
Propiciar el desarrollo de
aptitudes para la vida en los niños y adolescentes y ofrecerles apoyo
psicosocial en la escuela y otros entornos de la comunidad son medidas que
pueden ayudar a promover su salud mental. Si surgen problemas, deben ser
detectados y manejados por trabajadores sanitarios competentes y con empatía.
Violencia
La violencia es una causa
importante de mortalidad. Se calcula que todos los días mueren 180 adolescentes
como consecuencia de la violencia interpersonal. Aproximadamente una de cada
tres defunciones de varones adolescentes registradas en países de ingresos
bajos y medianos en la Región de las Américas de la OMS se debe a la violencia.
A nivel mundial, el 30% de las mujeres de 15 a 19 años sufren violencia por
parte de su pareja.
Fomentar relaciones de atención y
cariño entre padres e hijos en una etapa temprana de la vida, propiciar el
desarrollo de aptitudes para la vida y reducir el acceso al alcohol y las armas
de fuego puede contribuir a prevenir la violencia. Asimismo, ofrecer a los
jóvenes supervivientes de actos de violencia una atención eficaz y empática
puede ayudarlos a superar las secuelas físicas y psicológicas.
Alcohol y drogas
El consumo nocivo de alcohol
entre los adolescentes preocupa cada vez más a muchos países, ya que reduce el
autocontrol y aumenta los comportamientos de riesgo, como las relaciones
sexuales no protegidas o comportamientos peligrosos en la carretera. Es una de
las principales causas de lesiones (incluidas las provocadas por accidentes de
tránsito), violencia (especialmente por parte de la pareja) y muertes
prematuras. Además, puede provocar problemas de salud en una etapa posterior de
la vida e influir en la esperanza de vida.
Fijar una edad mínima para
comprar y consumir alcohol y regular la forma en que se promocionan las bebidas
alcohólicas para el mercado de los jóvenes son algunas de las estrategias que
pueden ayudar a reducir el consumo nocivo de alcohol. El consumo de drogas
entre los jóvenes de 15 a 19 años también es preocupante.
Las consecuencias del deterioro
de los hospitales se traducen en: Vulnerabilidad frente a terremotos o clima
extremo; Problema de seguridad del paciente asociado, entre otras, a
infecciones nosocomiales o falla de equipos de soporte vital. Problemas de
seguridad de los trabajadores; Falta de continuidad del servicio por fallas
eléctricas, agua, alcantarillado o ascensores, entre otros.
Altos requerimientos de
mantenimiento.
Estimaciones efectuadas por el
Banco Interamericano de Desarrollo (BID), dimensionan los requerimientos de
inversión sobre los USD 100.000 millones, sin embargo, no se trata solo de
recursos, sino de proyectos robustos. Dado que solo un escaso número de países
cuenta con instrumentos, planes y evaluaciones, surge la pregunta ¿Cómo se
están planificando las inversiones en salud a nivel regional?
En este contexto, el BID ha
considerado pertinente y prioritario fortalecer las capacidades de los países
para gestionar de manera eficaz y eficiente el ciclo de planificación y
ejecución de proyectos de inversión en salud.
Si existe una verdadera
enfermedad silenciosa es la depresión. En muchas sociedades sigue siendo tabú y
el individuo no solo tiene que combatir la enfermedad en sí, sino también el
estigma asociado a ella. En lugar de encontrar apoyo como lo haría en caso de
tener un cáncer o una lesión
física, encuentra incomprensión y arrastra la vergüenza de una enfermedad aún
estigmatizada. Debido a esto, algunos creen que la depresión se puede superar
con mera fuerza de voluntad, y no con un tratamiento adecuado.
La depresión se caracteriza por
una tristeza persistente y por la pérdida de interés en las actividades con las
que normalmente se disfruta. La depresión juvenil es aún más difícil de
prevenir, ya que el concepto de que la adolescencia y juventud son tiempos
felices y libres de preocupación están encontrados con la realidad.
En el caso de los niños y
jóvenes, otros síntomas de esta enfermedad son el retraimiento, la
irritabilidad, el llanto excesivo, la dificultad para concentrarse en la
escuela, cambios en el apetito o dormir más o menos de lo normal. Aunque esta
enfermedad ocurre durante la adolescencia, si no es tratada durante esta etapa
puede arraigarse a la adultez y generar mayores problemas en la salud. Según la
Asociación Estadounidense del Corazón los adolescentes con depresión mayor o
trastorno bipolar están expuestos a un aumento de riesgo de padecer ataques
cardíacos.
Además, una investigación
realizada en jóvenes en una región de Colombia encontró que el curso de la
enfermedad mental en edades tempranas es más crónico y de mayor duración debido
a que los jóvenes rara vez reciben tratamiento para su trastorno y, aquellos
que lo reciben, tardaron mucho tiempo en buscar atención. En este caso, el 25%
de jóvenes con alto riesgo de padecer depresión tenían en común factores como
el bajo nivel educativo, la pobreza y la exposición a la violencia.
Estar rodeado de un entorno
violento también influye negativamente en la salud mental. Ser víctima o
testigo de un acto de violencia o
bullying es uno de los factores que puede desencadenar un trauma sobre todo si
no se cuenta con mecanismos internos y apoyo profesional para afrontarlo. En El
Salvador el BID está apoyando un programa “Sanando Heridas” que ofrece una
atención integral para pacientes que han sufrido algún trauma como fruto de la
violencia.
¡Aprovecha la oportunidad!
Con un adecuado uso de la tecnología
es factible contribuir a supera algunas causas de la
tristeza. EL BID ofrece cursos
gratuitos destinados exclusivamente a profesionales que trabajen en sector
público a nivel nacional o sub nacional, en ministerios o instituciones
vinculadas con la formulación, evaluación o gestión de proyectos de inversión.
Los cursos virtuales durarán
entre 4 y 5 semanas cada uno, y serán implementados entre mayo y diciembre de
2017:
1. Curso virtual estilo MOOC,
mayo o setiembre: Temática general de Asociaciones Público-Privadas (APP).
Abierto a todo público. Regístrate AHORA.
2. Curso virtual, julio:
Preparación de proyectos APP en el sector Salud. Postula a tu equipo.
3. Curso virtual, setiembre:
Preparación de Planes Maestros de Inversión con enfoque de Red. Postula a tu
equipo.
4. Curso virtual, noviembre:
Preparación de Estudios de Pre-inversión para Hospitales. Postula a tu equipo.
Al aprobar estos cursos, tú y tu
equipo obtendrán las siguientes certificaciones otorgadas por el BID a través
del Instituto Interamericano para el Desarrollo Económico y Social (INDES):
Certificación en APP en el Sector
Salud: Cursando el MOOC General de APP y APP en el Sector Salud.
Certificación en Gestión de
Proyectos de Inversión en el Sector Salud: Cursando los cuatro cursos.
Dado que los cupos son limitados,
te invitamos a que postules con tu equipo (de hasta 4 miembros) para ser parte
de este importante programa que tiene por objetivo fortalecer los conocimientos
y capacidades de los gestores para diseñar y evaluar proyectos de inversión en
el sector salud y, en los casos en los que corresponda, estructurar e
implementar asociaciones público-privadas en el mismo. El BID concederá una beca
de hasta US$8,500 por curso a cada postulante seleccionado, para cubrir la
matrícula de los cursos correspondientes a la certificación.
Adicionalmente, los equipos que
obtengan la mejor calificación en los cursos y que presenten un proyecto de
interés, ya sea en tema de Redes, Pre-inversión en el Sector Salud, o en
Asociaciones Público-Privadas en el Sector Salud, podrán ser seleccionados por
un comité para participar en un taller presencial sobre la temática del curso
relacionada con su proyecto; esto le dará oportunidad de ganar: Una media beca
por valor de US$5,000 (cubre costo de curso presencial, hospedaje y alimentos)
o Una beca completa por valor de hasta US$8,000 (cubre costo de curso
presencial, pasaje aéreo, hospedaje y alimentos) *
Datos y cifras
Se calcula que en 2015 murieron
1,3 millones de adolescentes, en su mayoría por causas prevenibles o tratables.
Las lesiones por accidentes de
tránsito fueron la principal causa de mortalidad en 2012, con 330 adolescentes
muertos al día.
Otras de las principales causas
de mortalidad entre los adolescentes son el VIH, el suicidio, las infecciones
de las vías respiratorias inferiores y la violencia interpersonal.
Cada año se registran en el mundo
49 nacimientos por cada 1000 chicas de 15 a 19 años.
La mitad de todos los trastornos
de salud mental en la edad adulta empiezan a manifestarse a los 14 años, pero
la mayoría de los casos no se detectan ni son tratados.
Aproximadamente uno de cada seis
habitantes del mundo es un adolescente, lo que significa que 1200 millones de
personas tienen entre 10 y 19 años.
La mayoría de los jóvenes goza de
buena salud, pero la mortalidad y la morbilidad entre los adolescentes siguen
siendo elevadas. Las enfermedades pueden afectar a la capacidad de los
adolescentes para crecer y desarrollarse plenamente. El consumo de alcohol o
tabaco, la falta de actividad física, las relaciones sexuales sin protección
y/o la exposición a la violencia pueden poner en peligro no solo su salud
actual, sino también la de años posteriores e incluso la salud de sus futuros
hijos.
Fomentar prácticas saludables
durante la adolescencia y adoptar medidas para proteger mejor a los jóvenes
contra los riesgos sanitarios es fundamental para la prevención de problemas de
salud en la edad adulta y para la futura infraestructura de salud y social de
los países.
Principales problemas de salud
Embarazos y partos precoces
Las complicaciones relacionadas
con el embarazo y el parto son la segunda causa de mortalidad entre las
muchachas de 15 a 19 años en todo el mundo.
Aproximadamente el 11% de todos
los nacimientos a nivel mundial corresponden a mujeres de 15 a 19 años y la
mayor parte de ellos se registra en países de ingresos bajos y medianos.
Las
Estadísticas Sanitarias Mundiales 2014 muestran que la tasa mundial de
natalidad de las muchachas de esa edad asciende a 49 por 1000 y, en función de
los países, oscila entre 1 y 229 por 1000. Esas cifras indican un marcado
descenso desde 1990, que se refleja asimismo en la disminución de las tasas de
mortalidad materna de las mujeres de 15 a 19 años.
Una de las metas específicas del
Objetivo de Desarrollo Sostenible relacionado con la salud (ODS 3) consiste en
garantizar, de aquí a 2030, el acceso universal a los servicios de salud sexual
y reproductiva, incluidos los de planificación familiar, información y
educación, y la integración de la salud reproductiva en las estrategias y los
programas nacionales. Con miras a ello, uno de los indicadores propuestos con
respecto a la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el Niño y el
Adolescente es la tasa de natalidad entre las adolescentes.
La ampliación del acceso a
información y servicios de anticoncepción puede hacer que disminuya el número
de jóvenes que quedan embarazadas y dan a luz a una edad demasiado temprana. También
puede ser útil adoptar y hacer aplicar leyes que prohíban contraer matrimonio
antes de los 18 años.
Las jóvenes que quedan
embarazadas deben poder recibir una atención prenatal de calidad. Cuando la ley
lo permita, las embarazadas que decidan poner término a su embarazo han de
tener acceso a un aborto seguro.
VIH
Más de dos millones de
adolescentes viven con el VIH. Aunque el número total de muertes relacionadas
con el VIH ha disminuido un 30% con respecto al nivel máximo registrado en
2006, las estimaciones disponibles indican que las defunciones por VIH entre
los adolescentes están creciendo. Ese aumento, registrado principalmente en la
Región de África de la OMS, puede deberse a que, a pesar de ser mayor el número
de niños con VIH que sobreviven y llegan a la adolescencia, no todos reciben
entonces la atención y el apoyo que necesitan para mantenerse sanos y prevenir
la transmisión. En el África subsahariana solo el 10% de los varones y el 15%
de las mujeres de 15 a 24 años conocen su estado serológico.
Una de las metas específicas del
ODS relacionado con la salud (ODS 3) consiste en poner fin, de aquí a 2030, a
las epidemias de sida, tuberculosis, malaria, enfermedades tropicales
desatendidas, hepatitis, enfermedades transmitidas por el agua y otras enfermedades
transmisibles. Habida cuenta de su alta tasa de incidencia, para ello será
necesario que los esfuerzos de control se centren en los adolescentes.
Los jóvenes tienen que saber cómo
protegerse y disponer de los medios para ello. Entre otras cosas, han de poder
conseguir preservativos para evitar la transmisión del virus, y agujas y
jeringuillas limpias en el caso de los consumidores de drogas inyectables.
También se precisa un mayor acceso a pruebas de detección del VIH y
asesoramiento sobre el tema, así como el establecimiento subsiguiente de
vínculos más estrechos entre las personas que dan positivo en las pruebas de
detección del VIH y los servicios de tratamiento del virus.
Otras enfermedades infecciosas
Gracias a las mejoras registradas
en la vacunación infantil, la mortalidad y morbilidad por sarampión entre los
adolescentes han descendido de manera notable, en particular, en un 90% en la
Región de África entre 2000 y 2012. Sin embargo, la diarrea, las infecciones de
las vías respiratorias inferiores y la meningitis figuran entre las 10 causas
principales de mortalidad en el grupo de 10 a 19 años.
Traumatismos
Las lesiones involuntarias son
una de las principales causas de mortalidad y discapacidad entre los
adolescentes. En 2012, unos 120 000 adolescentes murieron como resultado de
accidentes de tránsito. Los jóvenes conductores necesitan asesoramiento sobre
seguridad vial, y al mismo tiempo hay que aplicar con rigor las leyes que
prohíben conducir bajo los efectos del alcohol y las drogas. Es preciso
asimismo fijar unas tasas de alcoholemia más bajas para los conductores
adolescentes y se recomienda establecer permisos progresivos para conductores
noveles con tolerancia cero para el alcohol al volante.
Los ahogamientos son también una
de las principales causas de mortalidad entre los adolescentes. Así, en 2012
murieron ahogados 60 000 adolescentes, de los que dos terceras partes eran
varones. Por tanto, una intervención útil para prevenir esto es enseñar a los
niños y los adolescentes a nadar.
Malnutrición y obesidad
Muchos niños y niñas de países en
desarrollo padecen desnutrición cuando llegan a la adolescencia, lo que los
hace más propensos a contraer enfermedades y morir a una edad temprana. El
número de adolescentes con exceso de peso u obesidad está aumentando tanto en
los países de ingresos bajos como altos.
Actividad física y nutrición
Los datos de encuestas
disponibles indican que menos de uno de cada cuatro adolescentes sigue las
directrices recomendadas sobre actividad física, que consisten en hacer
ejercicio de moderado a intenso todos los días durante 60 minutos.
La anemia provocada por la falta
de hierro afecta tanto a las niñas como a los niños y es la tercera causa de
años perdidos por muerte y discapacidad. Los suplementos de hierro y ácido
fólico ayudan a mejorar la salud antes de que los adolescentes se conviertan en
padres, y se recomienda administrar regularmente a los adolescentes un
tratamiento vermífugo en aquellas zonas con presencia frecuente de helmintos
intestinales, como los anquilostomas.
Desarrollar en la adolescencia
unos buenos hábitos de alimentación sana y ejercicio físico es fundamental para
gozar de una buena salud en la edad adulta. Asimismo, reducir la
comercialización de alimentos ricos en grasas saturadas, ácidos grasos trans,
azúcares libres o sal, y ofrecer acceso a alimentos sanos y oportunidades de
hacer ejercicio son medidas importantes para todos, pero en particular para los
niños y los adolescentes.
Consumo de tabaco
Casi todas las personas que
consumen tabaco hoy en día comenzaron a hacerlo cuando eran adolescentes.
Prohibir la venta de productos de tabaco a menores, subir el precio de esos
productos gravándolos con impuestos más altos, prohibir la publicidad del
tabaco y garantizar la existencia de entornos libres de humo es sumamente
importante. A nivel mundial, al menos uno de cada diez adolescentes (de 13 a 15
años) consume tabaco, y en algunas regiones esa cifra es mucho mayor. En
algunos países de ingresos altos, parece que está disminuyendo el consumo de
cigarrillos entre los adolescentes más jóvenes.
Derechos de los adolescentes
Los derechos del niño (persona de
0 a 17 años) a sobrevivir, crecer y desarrollarse se recogen en diversos
instrumentos jurídicos internacionales. En 2013, el Comité de los Derechos del
Niño, encargado de vigilar el cumplimiento de la Convención sobre los Derechos
del Niño, publicó directrices sobre el derecho de los niños y los adolescentes
al goce del grado máximo de salud que se pueda lograr. Asimismo se está
elaborando una Observación general sobre la realización de los derechos de los
niños durante la adolescencia.
La Convención sobre la
eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer establece
también los derechos de las mujeres y las niñas a la salud y a una atención
sanitaria adecuada.
Respuesta de la OMS
En mayo de 2014 la OMS publicó un
importante informe titulado "Health for the world’s adolescents", en
el que se analiza lo que se sabe sobre la salud de los adolescentes, en
particular lo que la favorece o la daña; se destacan las deficiencias
observadas en diversas políticas y servicios, y se reúnen orientaciones y
recomendaciones procedentes de toda la OMS. El informe, que está centrado en el
sector de la salud, pasa revista a las áreas en que se han registrado grandes
avances y adoptado enfoques innovadores.
La OMS también proporciona
asesoramiento técnico a la Estrategia Mundial para la Salud de la Mujer, el
Niño y el Adolescente del Secretario General de las Naciones Unidas, y está
trabajando de consuno con otros organismos de las Naciones Unidas y asociados
para elaborar un marco mundial de acción acelerada en favor de la salud de los
adolescentes, cuyo objetivo es ayudar a los países a decidir qué hacer en el
ámbito de la salud de los adolescentes y cómo hacerlo.
De forma general, la OMS
desempeña toda una serie de funciones para mejorar la salud de los jóvenes, en
particular: establece directrices basadas en datos científicos para prestar
apoyo a los servicios de salud y otros sectores; formula recomendaciones a los
gobiernos sobre la salud de los adolescentes y la prestación de servicios de
salud para adolescentes de alta calidad y adecuados a su edad; promueve la toma
de conciencia sobre cuestiones de salud de los jóvenes entre el público en general
y grupos especiales.
Copyright © 2017. Banco
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Por Gádor Manzano.
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