Galápagos, una joya deborada por el turismo. La prensa calla. |
Jorge Zavaleta Alegre
En un seminario convocado por el Banco de Desarrollo Corporación Andina de Fomento-CAF, una colega periodista
que tenía vínculos familiares con
El Comercio de Quito, nos contó la siguiente historia. Corría el mes de
noviembre de 1989, la víspera de la caída de El Muro de Berlín:
“El señor NN ha contraído nupcias con la señorita NN. Desde
esta casa editora les deseamos
felicidades a los novios y familiares.
La boda se realizó en la Iglesia
Catedral. Los padrinos fueron NN y NN”… El “novio” se acercó al diario
exigiendo la aclaración. Llegó hasta el Director y éste le negó ese derecho con
la siguiente respuesta: De nada vale que Ud. solicite una rectificación, porque si ha sido publicada
por El Comercio, aunque usted pague por la aclaración, usted seguirá siendo
casado. Lo que publica El Comercio, tienen el valor de la verdad…Y el ciudadano
ecuatoriano tuvo que abandonar la
oficina del director y dueño de El Comercio, el diario más antiguo del Ecuador.
Rafael Correa Delgado (Guayaquil, 6 de Abril de 1963), presidente del
Ecuador, goza del mayor respaldo político de su país, gracias a la
prensa opositora, que ahora, al igual que la mayoría de medios de América
Latina, ha perdido para su convocatoria
para defender el orden tradicional.
Correa
Delgado es Doctor PhD. en Economía por
la Universidad de Illinois y cuenta con
varias maestrías en Ciencias en Economía
y en Artes por universidades
de EEUU, Lovaina y de Santiago de
Guayaquil. Habla español, francés, inglés y quechua. Fue
Ministro de
Economía y Finanzas. Profesor Principal del Departamento de Economía de la
Universidad San Francisco de Quito. Director de SUR, Centro de Investigaciones
Económicas y Sociales de la Universidad San Francisco de Quito.
Director Administrativo – Financiero de los proyectos de educación financiados
por el Banco Interamericano de
Desarrollo en Quito – Ecuador.
Ha sido gerente administrativo y
financiero de proyectos de mejoramiento
del sistema educativo ecuatoriano, con un presupuesto total de 110 millones de
dólares y un equipo permanente de 120 personas. Ha sido becado por el Gobierno de Bélgica, la USAID. Presidente de la Federación de Estudiantes de
la Universidad Católica de Santiago de Guayaquil. Experto en panificación económica para la eliminación del seguro contra riesgos
impuesto a Ecuador por la Internacional Air Transportation –IATA. “Diseño de
los Programas de Macroeconomía para el Programa Doctoral en Economía de la
Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales Flacso”.
Es autor, entre otros
libros: La Vulnerabilidad de la Economía
Ecuatoriana: Hacia una mejor política económica para la generación de empleo,
reducción de la pobreza y desigualdad. Programa de las Naciones Unidas para el
Desarrollo. El Reto del Desarrollo: ¿Estamos Preparados para el Futuro?.
Publicaciones de la Universidad San Francisco de Quito.
Entre las centenas de
artículos, cabe destacar el siguiente, con el sugestivo título de: Más
Allá de la Economía Autista: Economía y Humanismo. Revista del Centro de
Investigaciones Económicas de la Pontifica Universidad Católica del Ecuador Nro. 15, Abril del 2004 en Quito – Ecuador.
El presidente del
Ecuador, en múltiples ocasiones viene impulsando una corriente crítica con la prensa latinoamericana.
Al principio, este discurso contaba con la indignación de
tirios y troyanos. Cinco años
después esa voz discrepante encuentra
mayor solidaridad, aunque respuestas en contra con menos seguidores.
La Revolución Tecnológica
ha da dado lugar al derrumbe de
los medios unívocos. Cada vez, la prensa escrita tiene menos seguidores. Los
mensajes vía blogs y redes sociales van copando la audiencia y/o lectura.
Taringa, Ojo Público, Panoramic, El Mercurio,
Cambio16, tienen, sin duda, más lectores que un diario tradicional
de cualquier país latinoamericano, que años atrás
conducían y dirigían gobiernos,
jueces, inversiones….La vida o muerte
dependían de estos medios.
El mandatario
ecuatoriano, que tiene un profundo enfrentamiento con los medios
independientes de su país, aseguró que en Ecuador y en América Latina "se
ha producido la privatización abusiva de la opinión pública, que ha sido
secuestrada por algunos negocios dedicados a la comunicación". Opinó,
además, que debe abrirse un debate sobre el rol de la prensa y propuso
reflexionar sobre varios aspectos que, desde su punto de vista, son claves para
regular los abusos de ciertos medios.
"¿Debe ser la prensa un contrapoder del gobierno, como
ellos mismos se definen cuando les conviene?" y "¿cuál es el
contrapoder contra el mayor poder fáctico de América Latina, que es la
prensa?", fueron dos de las interrogantes sugeridas por el gobernante,
quien remarcó que hay medios que "sólo son contrapoder de ciertos
intereses políticos, de otros son descarados cómplices".
"Toda persona tiene derecho a la libertad de
expresión", incluido el presidente del país, añadió Correa, quien opinó
que es un absurdo reclamar tolerancia en América Latina, que lo que requiere es
"la verdad". Para él, la región ha sido muy tolerante con la
corrupción y los abusos y por ello convocó a los pueblos de la región a tener
"tolerancia cero contra las mentiras".
Correa también se refirió a la disputa que mantiene con el
diario El Universo e indicó que no permitirá que se inmiscuyan o desinformen en
tres aspectos: su honor, su familia y los hechos del 30 de septiembre de 2010,
cuando ocurrió una revuelta policial en su contra. "Ante cualquier infamia
sobre estos tres aspectos, responderé con la ley en la mano", agregó.
El mandatario inició una demanda judicial contra tres
directivos de un periódico porque éste
último lo llamó "dictador" y lo acusó de abrir "fuego a
discreción y sin previo aviso en un hospital lleno de civiles". Esa
denuncia culminó en una sentencia de tres años de cárcel para los acusados y
una indemnización de 40 millones de dólares que deberá pagar El Universo.
Esta condena motivó a que ese diario junto con La Hora,
Expreso, Hoy y El Comercio publiquen en sus portadas, con grandes caracteres,
la frase: "Por la libre expresión". "Voces nacionales y
mundiales han criticado una sanción, que sin ratificarse, creará un grave
precedente, no sólo en el país", dice el texto que aparece en la primera
plana de los rotativos.
Sin embargo, esa conducta del
viejo periodismo ya no es
uniforme. Por ejemplo, algunos medios de La Prensa de El Salvador, México, Uruguay, publican la siguiente
crónica, reproduciendo los textos de Argenpress, una organización que convocó a un conjunto de periodistas de América Latina que buscan el derecho a la
libertad. Leamos lo que dice la prensa:
La prensa ha de ser
como los correos antiguos, tener los caballos enjaezados para llegar antes que
nadie al lugar de los acontecimientos, con el fin de atender esa innata
curiosidad del lector, casi siempre escaso de voluntad, de tiempo o de dinero.
Esta definición corresponde a José Martí (Cuba, 1853 – 1895),
uno de los más grandes poetas hispanoamericanos y periodista que apostó por la
Revolución de Mayo de 1810, en Buenos Aires, contra el dominio de Inglaterra.
La actual innovación tecnológica, en esencia, no ha cambiado
el sentido ni los ideales libertarias de la prensa. Ahora, la persona está más
informada que dos o tres décadas atrás, pero, no necesariamente, mejor para
asegurar la conservación de los recursos naturales renovables y no renovables en
función de la humanidad entera.
MADAME BOBARY
La prensa sigue siendo un aliado o enemigo del poder. Pero
nadie, ni el personaje más humilde o poderoso, es desaprensivo con la crítica o
el halago. Sobre este tema existen ejemplos mil. Y quien mejor para explicarlo
que el ilustre autor de Madame Bovary, la célebre novela que Gustavo Flaubert,
la despreció hasta su muerte.
Flaubert, reservaba todas sus iras para la prensa. “El
estruendo de los periódicos, la importancia que se dan, las tonterías que
imprimen inevitablemente, dada la precipitación con que se hacen, le
enfurecían. Hablaba de suprimirlos todos de una vez”, confiesa su amigo, Emile
Zola, en El Hombre.
Lo que más le molestaba a Flaubert eran los pormenores que
algunas veces daban acerca de su persona. Parecíale irrespetuoso, decía que
solamente el escritor pertenecía al público. Jamás quiso reconocer que en el
mundo todo marcha simultáneamente y que la prensa que da noticias es la hermana
menor, muy mal cuidada, si se quiere de Madame Bovary.
Pero, agrega Zola, que aquel hombre feroz, que hablaba de
ahorcar a todos los periodistas, se conmovía hasta derramar lágrimas cuando el
último de los gacetilleros escribía de él un articulillo…”Rico trabajando a sus
horas, sin haber pasado por el periodismo, lo desconocía por completo,
despreciándolo a veces demasiado y creyendo en él otras veces también
demasiado”.
Si esas reacciones sobre el periodismo le produjeron al
célebre autor de Educación Sentimental, de Un corazón sencillo, La Leyenda de
San Julián o Herodías, cómo no entender la vanidad de vanidades de los
poderosos emergentes que su ego nos les permite distinguir las diferencias de
aquellos medios, que cual fábricas de vanidades, cooptan a Los Aprendices, como
muy bien recrea Carlos Eduardo Zavaleta, recordando a los caudillos de las
comarcas de su juventud, en la Cordillera Blanca.
Arguedas, Vargas Llosa o Ribeyro se anticiparon en señalar en
Todas las Sangres, Conversación en la Catedral o El Banquete, historias de la
zalamería criolla con los políticos de turno, en marchitos clubes, de muros y
recuerdos coloniales, cuando los movimientos migratorios ya han cambiado de
raíces las faz de las ciudades, y la prensa convencional ha dejado de tener el
poder de viejo cuño.
Jorge Zavaleta Alegre (Especial
para ARGENPRESS CULTURAL)
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