Marco Castillo plantea un programa sobre lo que requiere una autoridad local para generar el anhelado Desarrollo en las provincias y destaca el Valor como fuente primordial para obtenerlo.
Hace algunos años con el apoyo de Cofide y Credichavin se realizaron al menos cinco Foros Regionales en la Cámara de Comercio de Huaraz para promover inversión en nuestra Región.
En dos ocasiones el eje temático fue Turismo. Se contó con la presencia de expositores de Proinversión, Cofide, Confecámaras, Gobierno Regional, Cámaras, Universidades, así como expertos en desarrollo turístico. En cada ocasión asistieron al menos una decena de alcaldes provinciales.
El mensaje de fondo fue que incrementar el turismo requería un claro liderazgo de nuestras autoridades para concordar acciones y contar con una base vial aceptable que conecte mejor a nuestros pueblos y ponga en valor los atractivos de nuestra Región. Diez años después a pesar de haber contado con 14 mil millones de dólares de canon el resultado es frustrante, no solo en lo vial sino también en salud, educación, conectividad y desarrollo urbano.
Somos conscientes que la reconstrucción post sismo del setenta en manos de Cryrza y Ordeza, especialmente en el Callejón de Huaylas estuvo a cargo de improvisados. Más interesados en desviar recursos para construirse viviendas con el “sudor de su frente” en las playas de Paramonga, Casma, Chimbote, Trujillo y Lima; dejando como nefasta herencia ciudades, caóticas, sin parques ni alamedas y lo peor perdiendo su característica de ciudad alto andina de por sí atractiva para el turismo
Inútil llorar sobre la leche derramada. Las actuales autoridades deben actuar con inteligencia, compromiso y honestidad. Que el diezmo en Ancash sea cosa del pasado y que la sociedad civil esté atenta para fiscalizar el uso de recursos públicos que provienen de nuestros bolsillos para la ejecución de obras y pago de funcionarios públicos.
En los Foros se solicitó coherencia a los Alcaldes. No basta señalar que poseemos maravillosos recursos naturales. ¿Pero y qué de los espacios urbanos? Nuestros ciudadanos habitan en pueblos y ciudades caóticas, desordenadas, sucias, sin respeto a ordenanzas, autoridades ni vecinos. Por si nos hemos olvidado, ser Alcalde implica gobierno de personas a quienes se les debe proporcionar ciudades y pueblos saludables.
Algunas sugerencias
¿No creen señores Alcaldes que nuestras plazas de armas NO deberían tener enormes carteles publicitarios contaminantes? Si piensan que ello les va a quitar recursos sepan que de manera gradual aumentarán los ingresos por mayor flujo turístico. Igualmente, en las principales avenidas NO debe haber carteles contaminantes, solo los estandarizados de tamaño apropiado. En carreteras de Europa, USA, Chile y Colombia, por citar algunos países, solo se permiten carteles autorizados que proporcionen información sobre la ruta.
¿No creen señores Alcaldes que las licencias de construcción que otorgan debería obligar al vecino a no dejar como obra terminada edificaciones sin tarrajeo ni pintura? Denles un plazo razonable para que la concluyan pero que no dejen de hacerlo por respeto al resto de vecinos y a su ciudad.
¿Por qué no pensar señores Alcaldes como posible en un futuro cercano estandarizar como lo hacen en otros lugares el uso de pocos colores en las fachadas de las casas organizando este atractivo por barrios, calles o avenidas? Muchos arquitectos estarían dispuestos a realizar ad honorem propuestas atractivas.
¿No creen señores Alcaldes poder adoptar estas y otras medidas para que cuando concluya su mandato se hayan producido cambios relevantes que mejoren nuestros pueblos?
Claro que hay diversos frentes por atender, pero créanlo, embellecer ciudades es una tendencia en el mundo actual. La pregunta obligada es si nuestros Alcaldes tendrán el valor suficiente para liderar este cambio tan necesario y urgente. ¿O dejarán la misma fealdad, caos y desorden que sus antecesores?
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