A HUGO TORRES ALEGRE
Jorge Zavaleta.- Hugo, amigo de la niñez y la juventud. Compañero fraterno de aula, del colegio, de las calles nocturnas y solitarias, del néctar de las flores y el calor de los hogares fraternos, en amaneceres eternos, en esa pequeña comarca que albergó nuestros sueños, aquellas ideas y conversaciones que escuchábamos y sostenían nuestros padres en círculos pequeños, hay veces cerrados y en calles y plazas.
Muy temprano aprendimos a hablar de política, a pensar en los problemas sociales, en nuestra realidad cotidiana. Lo hacíamos en tonos acalorados, en noches de luna llena. Repasábamos nuestros libros al pie de un foco de un poste callejero.
Fuistes de los pocos compañeros que vivió la política con pasión, y consecuente hasta la edad adulta, dejándonos recuerdos de tertulias eternas, Supimos seguir de cerca las inquietudes de nuestros padres, Supimos diferenciar la claridad del discurso de los diferentes politicos profesionales que desfilaron por nuestra plaza Bolívar, cuya vivienda donde descansó con las tropas libertadoras no ha sido cuidada, como legado de la historia real de América Latina. Poco se sabe de la tradición de las "Tres etc. que narra Ricardo Palma, variando la versión original que conserva el pueblo de Caraz", de un Bolívar que amó a los pueblos con fe infinita.
Las ideas anarquistas y sindicalistas revolucionarias que irrumpieron en Trujillo en la década del treinta del siglo XX, por la Liga de Artesanos y Obreros del Perú también eran reproducidas en el Callejón de Huaylas, por Manuel Casimiro Chumán Velásquez, un cura mestizo opositor del latifundismo, fue apoyada por el movimiento anarquista. Le siguieron las rebeliones de braceros del Valle de Chicama en 1912 y 1921-1922.
Pedro Pablo Atusparia y la revolución campesina de 1885 en Ancash. Después de la Guerra del Pacífico los campesinos habían quedado en una terrible miseria, la situación en Ancash era crítica debido a las constantes ocupaciones y preocupaciones de las fuerzas chilenas y peruanas durante la guerra.
Adolescentes sabíamos, fuera de las aulas, que en el siglo XIX la contribución personal era recaudada por los vayaroq (únicas autoridades campesinas permitidas) en el Callejón de Huaylas, uno de los cuales era el llamado Pedro Pablo Atusparia, quien era la cabeza de una amplia organización de vayaroq, que luego sería nombrado como delegado (respaldado por 50 alcaldes indios) para reclamar formal y respetuosamente, mediante un memorial donde se pedía la abolición o reducción de el tributo y los “trabajos de la república” (trabajo gratuito que prestaba el hombre de campo en diversas obras públicas).
La revolución de 1885 al mando de ocho mil indígenas armados con machetes, huaracas, rajones y algunos fusiles; logran reducir al gendarmería (policías de ese tiempo) y haciendo que huyeran los tiranos. Es así, como Atusparia comienza a expandir el movimiento insurreccional y es apoyado por diversos grupos como Ayacucho, Junín, Huánuco, etc. Pero la lucha de Atusparia terminó con el envenamiento en el pueblo de Marián.
Carlos Philips, el mártir aprista, dejó a su viuda algunas líneas:
Prométeme que querrás mucho a nuestro hijo y que le enseñaras a odiar todas las tiranías. Dile que su padre murió fusilado por una de éstas. No me siento culpable de nada. Tengo mi conciencia tranquila. El único delito –si delito puede llamársele- es profesar sinceramente mi credo político, al que no renuncio ni en estos momentos supremos.
Mas que bienes materiales dejo a mi esposa e hijo los votos de que mi muerte sea un augurio del porvenir. No tengo otro delito que mi ideología aprista, a la que no renuncio ni en estos momentos supremos. Quiero que mi cadáver sea incinerado y que mis cenizas se depositen en un frasco que tenga como leyenda mi nombre y la frase: "Sólo el Aprismo Salvará al Perú". Este frasco deberá guardarse en el local del Comité Aprista de Huaraz cuando pueda funcionar.
Muero sin culpa, tranquilo, pero como un verdadero cristiano, llevando en el pecho a Cristo, Nuestro Señor. Más tarde la historia reivindicará mi nombre".
Hugo Torres Alegre, es uno de los pocos hombres inteligentes, que nunca renunció a sus ideales juveniles. Sin duda lo que escribió Philips, también suscribió Hugo. Desde el silencio de mi hogar, escribo estas líneas para saludar a su familia que deja en Caraz o que viven repartidos, como muchos de nosotros, en diversos lugares de la tierra, soñando un mundo mejor.
La tarde de ayer, un grupo de nuestras compañeras y compañeras de las aulas del colegio, te recordamos y celebramos tu integridad, tu ejemplo. Gracias Hugo.
Ayer te recordamos: Rafael Guerrero, Lucy Carrasco, Lolo Meléndez, Sara Alba,
Joel Moreno, Carmencita Osorio de Valdivia, Lucy Figueroa, Leoncio Cuadra, Haydée Cortés, Alicia Bravo,Lucio Pineda y Nelly Martinez, representado a los 130 miembros de la Promoción 1956-1960, según un trabajo estadístico del Ing. Lolo Meléndez;
Total de integrantes: 130. Mujeres 47. Hombres 83.
Total en primer año 101. Total en segundo año: 82. Total tercer año 74.Total en cuarto año70.
Total quinto año 65. Total 5 años juntos 50.
Total 5 años juntos, mujeres 18.
Total 5 años juntos, hombres 18
Total en el cielo hombres 14
Total en el cielo, mujeres 5
Presentes en Bodas de Oro 2010 35.
Los fallecimientos más recientes: Rosa Valdivia Cadenas (Arequipa 2014). Hugo Javier Torres Alegre (Caraz, 13/09/ 2016.
Pedro Javier Torres Sánchez (Carhuás), militante de una organización política con bases en los distritos del Sur de Lima,
Lima, 14 de setiembre 2016
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