Papel de Arbol

sábado, 25 de julio de 2015

¿BANCA DE DESARROLLO VUELVE CON FUERZA?




 
ENFOQUE
El retorno del Banco Mundial
Descripción: http://www.elperuano.com.pe/edicion/images/circulorojo2.pngDescripción: http://www.elperuano.com.pe/edicion/images/circulorojo2.png
Jorge Zavaleta Alegre Periodista

Desde 1952, el Banco Mundial (BM) es socio del Perú para impulsar los procesos de disminución de la pobreza. Este grupo financiero, del que forman parte 188 países, ofrece ayuda económica, asistencia técnica y su conocimiento para el desarrollo global.

Los objetivos amplios y generales, en la praxis, se diluyen, dispersan, porque los Estados beneficiarios adolecen de capacidades técnicas para acompañar el desarrollo, y el personal no está integrado a programas cuyas estructuras administrativas, además, son muy endebles y cambiantes.

El cambio de línea de acción del BM de aplicar una política por resultados también tiene dificultades en la gestión. Irónicamente, los fondos destinados del BM para la reforma de los sistemas judiciales, y la descentralización financiera para municipios y regiones, no satisfacen. Son mínimos.
En octubre próximo el Grupo BM tendrá su asamblea general. Es un acontecimiento positivo para el Perú porque posiciona al país-anfitrión en un contexto especial: en el de la visibilidad externa, gracias a su protagonismo y perfil propio en el hemisferio sur.
Ello es importante porque el Sur hoy es el impulsor de las tendencias económicas globales y sus consecuencias juegan un papel diferente en el Norte. Y China se encuentra en el epicentro de estos cambios. Además, las fricciones del mercado laboral hacen más lentos los procesos y ajustes económicos, reducen los beneficios potenciales de la globalización.
El PBI del Sur, que a comienzos de los años 70 representaba cerca del 20% del PBI mundial, a finales de los 90 se duplicó hacia el 40% en 2012, y de acuerdo con las proyecciones, la participación del Sur en el PBI global llegaría a 55% hacia 2025. Las nuevas conexiones Sur-Sur aumentaron más rápidamente que Norte-Sur en comercio y finanzas.
Diversos técnicos coinciden en la conveniencia de concentrar el apoyo social y educacional en un contexto de revolución tecnológica. Esta mirada es clave para que la banca de desarrollo pueda plasmar las inversiones del Estado en el crecimiento descentralizado, porque la banca privada, en la coyuntura, no disfrutará del crecimiento anual regional.
Un elemento crucial de la agenda de reformas debe estar orientado al crecimiento porque la agenda del ahorro es clave para impulsar la expansión. Un breve balance ilustrativo: Australia, Brasil y la Federación Rusa en conjunto representan los mayores aumentos en las exportaciones de materias primas. Otros países exportadores en América Latina son Bolivia, Chile, Colombia Ecuador, Perú y Uruguay. En este universo, China destaca como importador de materias primas.
Por último, el BM señala que la cooperación Sur-Sur incide en asistencia social, desnutrición, industrias extractivas, agua saneamiento, educación y modernización de los sistemas de trasportes públicos. Todo ello comprometido con los usuarios.





Jorge Zavaleta Alegre Periodista

Desde 1952, el Banco Mundial (BM) es socio del Perú para impulsar los procesos de disminución de la pobreza. Este grupo financiero, del que forman parte 188 países, ofrece ayuda económica, asistencia técnica y su conocimiento para el desarrollo global.

Los objetivos amplios y generales, en la praxis, se diluyen, dispersan, porque los Estados beneficiarios adolecen de capacidades técnicas para acompañar el desarrollo, y el personal no está integrado a programas cuyas estructuras administrativas, además, son muy endebles y cambiantes.

El cambio de línea de acción del BM de aplicar una política por resultados también tiene dificultades en la gestión. Irónicamente, los fondos destinados del BM para la reforma de los sistemas judiciales, y la descentralización financiera para municipios y regiones, no satisfacen. Son mínimos.

En octubre próximo el Grupo BM tendrá su asamblea general. Es un acontecimiento positivo para el Perú porque posiciona al país-anfitrión en un contexto especial: en el de la visibilidad externa, gracias a su protagonismo y perfil propio en el hemisferio sur.

Ello es importante porque el Sur hoy es el impulsor de las tendencias económicas globales y sus consecuencias juegan un papel diferente en el Norte. Y China se encuentra en el epicentro de estos cambios. Además, las fricciones del mercado laboral hacen más lentos los procesos y ajustes económicos, reducen los beneficios potenciales de la globalización.

El PBI del Sur, que a comienzos de los años 70 representaba cerca del 20% del PBI mundial, a finales de los 90 se duplicó hacia el 40% en 2012, y de acuerdo con las proyecciones, la participación del Sur en el PBI global llegaría a 55% hacia 2025. Las nuevas conexiones Sur-Sur aumentaron más rápidamente que Norte-Sur en comercio y finanzas.

Diversos técnicos coinciden en la conveniencia de concentrar el apoyo social y educacional en un contexto de revolución tecnológica. Esta mirada es clave para que la banca de desarrollo pueda plasmar las inversiones del Estado en el crecimiento descentralizado, porque la banca privada, en la coyuntura, no disfrutará del crecimiento anual regional.

Un elemento crucial de la agenda de reformas debe estar orientado al crecimiento porque la agenda del ahorro es clave para impulsar la expansión. Un breve balance ilustrativo: Australia, Brasil y la Federación Rusa en conjunto representan los mayores aumentos en las exportaciones de materias primas. Otros países exportadores en América Latina son Bolivia, Chile, Colombia Ecuador, Perú y Uruguay. En este universo, China destaca como importador de materias primas.

Por último, el BM señala que la cooperación Sur-Sur incide en asistencia social, desnutrición, industrias extractivas, agua saneamiento, educación y modernización de los sistemas de trasportes públicos. Todo ello comprometido con los usuarios.



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