Papel de Arbol

jueves, 26 de febrero de 2015

EL NUEVO ROL DE LA BANCA DE DESARROLLO



 Jorge  Zavaleta Alegre
Cancún, México será, en mayo próximo,  la sede de 45 Asamblea General de ALIDE, organización  con sede en Lima  que agrupa a noventa entidades de la banca de desarrollo de Latinoamérica.

En esta asamblea el  tema central a discutirse será  la “productividad y desarrollo empresarial: conectividad, innovación y emprendimiento, internacionalización y financiamiento”.

Diversos   estudios de la misma asociación y de universidades de prestigio  aprecian aquellas políticas que mejoran la productividad de las empresas, porque  constituyen un puente clave en  la competitividad, tarea a la cual concurren  las instituciones financieras de desarrollo, en tanto deberían fortalecer  su acción con el crédito y  fomentando la integración nacional  e interregional.

El temario incluye una revisión del financiamiento para el desarrollo de ecosistemas de innovación y emprendimiento a partir de casos de éxito y  fomento de las cadenas de valor.  
Soledad Barrera, ecuatoriana, Presidenta de ALIDE

Actualmente,  Alide, es liderada por María Soledad Barrera, presidenta del Directorio de la Corporación Financiera Nacional (CFN), de Ecuador, quien  informa que Ricardo Palma Valderrama, representante especial de Alide ante organismos internacionales y países extra regionales,  se encargará de la responsabilidad ejecutiva de la asociación,  como secretario general a.i.  hasta la cita de  México, en mayo de 2015.

Esta designación, consecuencia  del inesperado fallecimiento del secretario general, Rommel Acevedo (el último 26 de enero), constituye una meditada decisión,  en tanto  que el banquero peruano Ricardo  Palma Valderrama, es un profesional con  experiencia que el  Estado le encargó en dos oportunidades la responsabilidad de que el Perú sea sede de las asambleas anuales del BID, en el  año 2004 y el próximo octubre del Banco Mundial y  Fondo Monetario Internacional – BM/FMI.

Aunque  este aspecto debería ser motivo de un  análisis  específico, según  informes públicos, esas convocatorias internacionales, dejan un beneficio intangible al país anfitrión como capital financiera, un impacto en la economía en general, ingresos en turismo de negocios, con un perfil socioeconómico alto, interés por la inversión, proyectos, remesas y negocios. Por cierto, un requisito previo para ese reconocimiento  es el compromiso de sus gobernantes e instituciones a defender la necesaria e indispensable estabilidad política, económica y social.

América Latina y el Caribe (ALC), tampoco es un paraíso terrenal, en tanto  existen importantes rezagos y profundas brechas  sociales por cerrar. En términos de la Banca de Desarrollo,  persisten  bajos niveles de inclusión y también experiencias  para promover la participación de más segmentos poblacionales en el sector financiero.

Esta realidad  plantea  que las instituciones de ALIDE  aumenten la oferta de servicios, hagan más  visible su trabajo y no  dejar el monopolio de la información y la oferta a la banca privada. Los ejemplos sobran: en muchas oportunidades, por ejemplo en el Perú del  fujimorismo, líneas de crédito que captaba la Banca de Desarrollo, con tasas preferenciales, eran devueltas,  porque los  bancos privados captaban clientes con subterfugios y  pagos temporales  de intereses  similares   a las que ofrecían las multilaterales.  Esos ejecutivos,  hoy  encaramados silenciosamente en las entidades supervisoras, tratan de cortar el  vuelo a la banca de desarrollo.

La Banca de Desarrollo necesita más dinamismo en materia de ahorro, crédito, seguros, etc., acceso conveniente a estos productos y servicios, sea a través de cajeros corresponsales, ventanillas compartidas, banca móvil, etc., tarea que también demanda un cambio de mentalidad de la población, mayor educación financiera, la construcción de credibilidad, confianza en el sistema,  la creación de la infraestructura de comunicaciones adecuada, para que el usuario haga valer sus derechos y responsabilidades.
Banquero Ricardo Palma V.,sec.gral a.i. Alide

Una exigencia urgente  es cómo superar la poca integración financiera entre nuestros países, y  la integración financiera hacia adentro, porque de lo contrario los beneficios quedan circunscritos a  sectores o territorios que ya están vinculados al sistema financiero.

Los expertos  plantean “actualización y modernización de las plataformas tecnológicas y de la comunicación para estar en capacidad de ser inclusivos y democráticamente financieros.  La gestión adecuada del cambio tecnológico es la clave que  permitirá a las instituciones financieras disponer de diferencial competitivo y  sobrevivir en el largo plazo”.

El Grupo Consultivo del G20, dio a conocer que “promover la innovación tecnológica e institucional es un medio para ampliar el acceso y la utilización del sistema financiero, incluso haciendo frente a las deficiencias de infraestructura”.

A manera de síntesis, la inclusión social y financiera de la banca de desarrollo  es rentable para la sociedad y conlleva ganancias de bienestar. El acceso a los mecanismos de ahorro y crédito puede liberar la asignación eficiente de recursos al planificar la materialización de proyectos de inversión socialmente rentables. Puede reducir los costos de transacción en la economía, al impulsar un uso más extensivo de los sistemas de pagos y aumentar las posibilidades de los agentes económicos de obtener una adecuada cobertura de riesgos.

Los bancos de desarrollo de la región tampoco han estado inmovilizados en este cuarto de siglo. Vienen haciendo innovaciones de una variedad de instrumentos, programas e iniciativas, como ocurre en Chile,  Argentina, Ecuador.

Los economistas latinoamericanos más lúcidos plantean que las cuantiosas reservas  que disponen ahora varios países bien podrían servir, en parte, para invertir en promoción de medianas y pequeñas empresas que ayuden a superar  el desempleo y la explosiva migración interna y hacia el exterior.

Manuel Romero Carro, decano del Colegio de Economista del Perú, presidente de la Corporación Financiera de Desarrollo-COFIDE y fundador en 1990 de  Gestión  critica  ahora desde  Cambio financiero C16  de España, que el actual  gobierno  se está  destinando fondos  a mega proyectos de dudosa rentabilidad y con sobrecostos como es el Gasoducto Sur Peruano,  vías transversales del Pacífico con Brasil y otros, en tanto los sectores  demandan créditos en montos pequeños. Los bancos de desarrollo incursionaron desde hace buen tiempo en el mercado de las micro finanzas con singular éxito, siendo sus programas generalmente los de mayor crecimiento y de los más grandes de la ALC.

En la actualidad son pocos los países en la región, que han formulado una estrategia nacional para la educación financiera. Solo Brasil ha logrado completar una estrategia nacional bajo la Red Internacional de Educación Financiera,  le siguen en este proceso de implementación, México, Colombia y Perú.

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