Crítico de cine, PhD por la Universidad de Pittsburgh
"Double Indemnity" (1944), de Billy Wilder
Wilder había llegado a Hollywood desde su natal Alemania y comenzó a trabajar como asistente del gran Lubistch. Maestro en diversos géneros, fueran drama o comedia, aportó esta obra maestra, un "film noir" esencial, conocido como "Perdición" en España y como "Pacto de sangre" en América Latina.
El guión de Raymond Chander, la más ilustre pluma del género negro, junto a Dashiell Hammett, crea el ambiente envenenado, poluto, de la cinta, capaz de revelar la codicia, la ambición, por último, la ilógica justificación de un crimen.
La "femme fatale" es Barbara Stanwyck, una actriz gloriosa y que nos delumbra en esta actuación, seduciendo al agente de seguros encarnado por Fred MacMurray. La trama de la cinta apunta a un triángulo amoroso, donde uno, o dos, salen sobrando. Hay escenas antológicas en esta obra mayor del género negro, como aquella en que los asesinos se deshacen del cadáver.. Un tercer actor, el inolvidable Edward G.
Robinson, de la vieja guardia de Hollywood, sospecha todo el tiempo del crimen. Según Javier Coma, en su "Diccionario del Cine Negro", el final de "Double Indemnity" fue cambiado, porque incluía el suicidio de McMurray, un tema que la censura de la época iba a prohibir.
En los 80s, Lawrence Kasdan intentó una relectura o, mejor, un homenaje a esta joya del cine en "Body Heat", en la cual una sensual Kathleen Turner atrapa, literalmente, a un ingenuo abogado, William Hurt, para hacer realidad todas sus fantasias de poder y así deshacerse de las trabas que impiden su felicidad.
Y así como comienzo esta serie de 7 películas favoritas´, clásicas, y en blanco y negro, nomino a mi amiga Rosa Sophia Rodriguez Ruiz para que haga lo propio a partir de hoy. Y luego, a su vez, nomine a un amigo para que continúe la tarea.
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