Maribel Alatrista Flor
El presente artículo es una descripción de un problema
limítrofe en una región con pocos recursos hídricos[1].Y forma parte de una serie de comentarios respecto a la escasez de recursos vitales, cuyos efectos sobre la poblacion del Sur del Perú son cada vez más agudos.
En esta región hay fronteras previamente existentes,
pero parece que diversos intereses políticos y económicos, especialmente en
cuanto la minería, conducen a que no quisieran mantener los límites tal como
existen (en este sentido y frente al conflicto entre Puno y Moquegua se hacen
un poco los desentendidos, si bien el asunto es claro).
El hecho que se decida sobre una región de acuerdo a
los intereses ajenos, y no de los pobladores, lo definiré como "no lugar".
Amparada en la teoría de Marc Augé[2],
sostengo que en territorios sin límites, el “no lugar” como categoría antropológica,
sirve para describir un territorio y su percepción para las autoridades
nacionales y departamentales por un lado, y en cierto grado la población local,
que en algo queda al margen de la disputa.
Igualmente, según Auyero “buena parte de los estudios
existentes nos dice mucho sobre “objetos pre construidos” (elecciones y actos
partidarios, por ejemplo) y poco sobre la organización cotidiana del
clientelismo en la vida de los sectores más destituidos y sobre las lógicas
prácticas de los actores involucrados. El principal problema, creo, es que se
sigue centrando el análisis en individuos y organizaciones (máquinas, clientes)
a expensas de las relaciones que existen entre ellos”[3].
Este
estudio precisamente se originó mirando las relaciones existentes entre unos y
otros. Y encuentro que, por temporadas existen relaciones dependientes que se
concretan en obras de infraestructura. Luego de ello, dichas relaciones cambian
de interlocutor y el intercambio culmina con votos golondrinos[4].
Inicio el presente artículo haciendo una descripción
histórica del conflicto entre estas dos regiones vecinas[5]. Con la promulgación
de la Ley de Bases de la Regionalización (1987), se establecieron 12 regiones. Una
de ellas se denominó José Carlos Mariátegui. Los departamentos de Puno, Tacna y
Moquegua pasaron a conformar dicha región, pero se generó un problema en la
integración entre departamentos y provincias contiguas en ellas.
La unificación de estos tres departamentos se realizó
en un “terreno baldío para la creación, superpoblado de mensajes carentes de
significado afectivo y vacíos de símbolos que puedan dar lugar a la formación
de identidad”[6].
En ese contexto, se crea el Proyecto Especial Pasto Grande[7] como un proyecto
agro energético, que tuvo el propósito de llevar agua a las Lomas de la
Provincia de Ilo y desarrollar la agricultura.
“La compra de terrenos _fundo Challa Jaquo, 340 hectáreas, ubicadas en el
distrito de Acora, según escritura pública de 1989_ para el embalse de Pasto
Grande, demuestra claramente que el territorio de Pasto Grande pertenece
originalmente a Puno, así lo indican; los mapas, títulos de propiedad, leyes de
creación y partidas de nacimiento. Martín Vizcarra Cornejo[8],
fue quien realizó la compra, en ese entonces, él ofreció a los propietarios de
los terrenos la adjudicación de 5 hectáreas de tierra y hasta la fecha no hay
nada. Los directos responsables de este conflicto son el proyecto Pasto Grande
y la Mina Aruntani”.
Rufino Machaca, dirigente de la zona sur.
El relato de Rufino nos permite comprender que “un no
lugar es neutro, frío, no propicia la creación de símbolos ni de sentido. En un
no-lugar no tenemos una voz propia. Somos cualquiera dentro de una multitud.
Somos semejantes, pero no íntimos”[9].
En 1989, el gobierno nacional convoca a un proceso de consulta
popular en varias localidades del país, la población se pronuncia sobre la demarcación
regional, y cinco de las once regiones creadas por ley, eligieron a sus
autoridades (Puno-Tacna- Moquegua, Grau, Amazonas, Ucayali, Arequipa). Sin embargo,
esta iniciativa de regionalización duró tres años y en 1992, con el autogolpe
del Ex presidente Alberto Fujimori, no solo se cerró el Congreso de la
República sino también este nuevo intento de regionalización.
Durante el tiempo que duró la región José Carlos Mariátegui
(1987-1992), el departamento de Moquegua fue relegado, poco o nada de
presupuesto se destinaba al gobierno subregional, la prioridad era Puno por sus
altas tasas de pobreza extrema. El Presidente de la región José Carlos
Mariátegui, había sido elegido con el voto de su pueblo[10] (Puno),
y éste a su vez, designaba a funcionarios que generalmente no eran del lugar. En
ese entonces, hubo un alto tránsito de funcionarios que ocupaban los cargos más
importantes de la subregión Moquegua, era muy común observarlos llegar el lunes
y retornar los viernes. Estos aspectos fueron alimentando, entre otras razones,
un profundo resentimiento entre unos y otros, creando el espacio propicio para un
espacio común y a la vez anónimo de la vida cotidiana, en el que es posible
actuar como si fuéramos otros.
“los puneños vienen a Moquegua y se compran las mejores tierras, siembran
alfalfa para engordar a sus vacas y luego las venden. Lo que ellos no entienden
es que están arrancando los árboles y luego, no habrá fruta para comer ni
preparar los macerados”.
A diferencia de lo que sostiene Auyero, los “extensos
periodos de espera desaniman a la gente y/o actúan como obstáculos para acceder
a programas estatales particulares. Si las esperas no son solo SUFRIDAS, sino
también INTERPRETADAS, ¿qué sentidos les dan aquellos que se ven rutinariamente
expuestos a ellas? Si la espera hace sentir a quien espera “dependiente y
subordinado”, ¿cómo es que la espera objetiva se transforma en sumisión
subjetiva?”[11].
En Moquegua hubo una mayor preocupación por el tema de su integración y
desarrollo, consiguiendo generar dos procesos fundamentales: i) una sociedad
local cuyo propósito fundamental giraba en torno a lo económico y social,
colocando lo local como escenario y actor de negociación de la producción y el
destino de la riqueza generada en el territorio, y ii) una ciudadanía comprometida
con la gestión local y actores agentes de desarrollo local: políticos,
profesionales, organizaciones de la sociedad civil, frente de defensa de los
interés del departamento, organizaciones populares, organizaciones de mujeres.
En 1995, luego de casi 40 años de demora y gracias a la
lucha del pueblo moqueguano, se construyó la represa Pasto Grande con una
capacidad de 200 millones de metros cúbicos. El proyecto tenía dos etapas. La
primera consistía en brindar agua para la población, resolver la agricultura de
línea y ampliar 6,000 hectáreas; y la segunda, consistía en ampliar 4,800
hectáreas en lomas de Ilo y 1,200 en Auspicio.
Antes de la Ley del canon minero[12], el presupuesto
público era tan escaso, los impuestos que tributaba la Empresa Southern Perú Cooper
Corporation, ingresaban al gobierno nacional y eran distribuidos a nivel
nacional, en ese tiempo, Moquegua era una ciudad tranquila, pequeña, los
conflictos territoriales entre comunidades y regiones vecinas por las actividades
productivas, en especial con la minería, eran impensables.
“Desde muy temprano la ciudad de calles muy estrechas es recorrida por
mujeres con múltiples vestidos de colores, ellas también llevan unos sombreros
adornados con flores de colores encendidos, son las carumeñas –mujeres nacidas
en el distrito de Carumas- quienes junto a su mula o burrito con cerón y
enormes cántaros con leche, recorrían el barrio Belén e iban dejando la leche
fresca en los pequeños cántaros que encontraban colgados en las pesadas puertas
de madera de las casas. Aunque parezca sorprendente a nadie se le hubiera
ocurrido tomar lo que no es suyo o que no hubiera leche para el desayuno. Este
pequeño sistema de intercambio era algo muy típico hasta mediados de los ´80
_antes de la leche ENCI del primer gobierno de Alan García_ en capitales de
provincia, me refiero a la distribución de leche infalible, los vínculos entre
vecinos y la alegría que dejaban a su paso aquellas mujeres sonrientes y de cara
bonita, es así como las recuerdo”.
Con el surgimiento de la minería y la aprobación del
canon minero para Moquegua (1992), comenzaron a surgir las motivaciones para el
conflicto entre unos y otros, baste mencionar algunos datos: las exportaciones
en minería se incrementaron y la cotización del cobre (principal metal que se exporta)
se quintuplicó. Además la Empresa Minera Aruntani SAC,
inició sus operaciones
en el valle
alto de Moquegua (2000).
“Cerca de 2,000 comuneros se movilizaron a la ciudad de Moquegua a exigir
la reapertura de la Mesa. En
circunstancias en que
el conflicto se
hacía mayor, la Empresa Minera Aruntani SAC, aceptó la reapertura de la Mesa de Diálogo mediante
un acuerdo directo entre empresa y comunidad. Un año después, se llegaron a
acuerdos para la implementación de un programa de desarrollo sostenible para
las tres comunidades, con tres componentes: social, económico productivo y
ambiental”.
En el 2009, las inversiones mineras alcanzaron los US$
2,821 millones, y en el 2010 fueron US$ 3,391 millones. En general, el valor de
producción minera crecía constantemente y fueron los departamentos de Ancash,
Arequipa Cajamarca, La Libertad, Moquegua y Pasco los que concentraron
prácticamente el 70% del valor de producción minera nacional. Este escenario
favorable resulta de especial interés por la renta percibida a través del Canon
y no sólo para el gobierno central sino también para los gobiernos
subnacionales productores (y evidentemente, su población).
“Este problema nace hace más de dos décadas con la delimitación de la
región José Carlos Mariátegui, desde ese entonces ha habido dejadez de las
autoridades en el tema, porque creían en la unificación de las regiones. El
proyecto Pasto Grande nació como un proyecto de ampliación de frontera
agrícola, pero cuando apareció la minería como un factor económico importante
en el sur del país, apareció también el interés de apropiarse de Aruntani, que
al margen de tener recurso hídrico es eminentemente mineral, esto hizo que
Moquegua intente iniciar una política de expansión, por ello que en el 2007
desde la Municipalidad de Acora se emitió una Ordenanza Municipal para crear la
agencia municipal de Pasto Grande y posteriormente iniciar los trámites de
creación del centro poblado, cuyo documento fue publicado en el diario El
Peruano. Moquegua no pudo argumentar técnica y documentariamente que estos
territorios le corresponden”.
Iván Flores, ex alcalde del distrito de Acora
El testimonio de Iván Flores, confirma que, a lo largo
de todos estos años, alrededor de estos territorios se han establecido
poblaciones en comunidades que luego se han transformado en ciudades que crecen
cada día atraídas por los ingresos del canon minero. La movilidad de
pobladores, políticos y autoridades en estos territorios sin límites, es tan
particular, que resulta imposible pensar, que sólo existan espacios concretos,
geográficamente bien definidos y que poseen fundamentalmente tres
características comunes: son identitarios, relacionales e históricos.
En territorios sin límites en disputa, habitan ciudadanos/as
nacidos/as en el departamento de
Puno pero que tienen DNI de Moquegua, los
siguientes testimonios dan cuenta de ello.
“Es cierto que nosotros siempre pertenecimos a Puno, pero ahora ya no
queremos saber nada. Las autoridades puneñas siempre nos han abandonado.
Queremos a Puno, pero preferimos sentirnos de Moquegua”
Rosalía Mamani, natural del centro poblado de Titire.
“Somos puneños, pero nuestros destinos están con la región vecina. Por
muchos años pedimos ayuda a Puno, pero nos dieron la espalda. Sin embargo,
Moquegua nos ha dado todo. Por eso nos sentimos de Moquegua”.
Juan Gutiérrez, Vicepresidente de la comunidad Aruntaya.
Vemos como a partir del año 2009, los conflictos entre
Puno y Moquegua se han incrementado y la solución al problema limítrofe sigue
entrampada. Puno acusa a Moquegua por su política expansionista y clientelar.
“las autoridades moqueguanas vienen realizando acciones desleales como es
la inducción a la población de Pasto Grande a adquirir un nuevo documento de
identidad a pesar de que ya cuentan con uno en el que figuran como nacidos en
Puno, pero las partidas de nacimiento y documentos, todo es de la región de
Puno. Con el dinero del canon minero se está desarrollando una serie de
inversiones de desarrollo comunitario, insisten en pretender ganarse a la gente
a través de puestos de trabajo e incremento en sus salarios. Además les exigen
el cambio de DNI para poder trabajar con ellos”.
Alcalde de Puno Luis Butrón.
“Somos la suma de relaciones presentes y pasadas. En un
no-lugar, cuando establecemos algún tipo de contacto de cercanía, tendemos a
hacerlo de un modo más o menos ficticio, amparados en el anonimato y a menudo
disfrazados de nuestra antítesis. Contamos historias, pero no dejamos huella
porque para construir algo, es preciso habitar”.
Líderes políticos y autoridades de Puno, trasladan a la
población a Pasto Grande, Centro Poblado Menor creado mediante Ordenanza
Municipal del distrito de Acora-Puno.
“para impedir que Moquegua siga expandiéndose, señalizaremos los hitos
que históricamente han estado en la zona fronteriza de Pasto Grande
perteneciente a Puno, y que está reconocida por la municipalidad del centro
poblado de Pasto Grande. Hace poco hemos recuperado parte del canon minero que
nos corresponde por la localización de la mina Amantani porque en principio
solo se beneficiaba Moquegua, sin embargo ya han empezado a asignarnos una
parte”.
Alcalde de Puno Luis Butrón.
El Gobierno Nacional a través de la Dirección Nacional
Técnica de Demarcación Territorial de la Presidencia del Consejo de Ministros,
conforma un equipo técnico e instala una mesa de diálogo[13], luego
de que pobladores y dirigentes de Acora, tomaran por 3 meses la zona de Pasto
Grande, zona en conflicto donde se construiría este proyecto hídrico. La mesa
de diálogo lleva vigente 3 años y aún el conflicto permanece latente.
“La mesa de diálogo ha sido sólo una estrategia para distraer a los
puneños, mientras Moquegua y el Estado[14]
siguen invirtiendo. El presidente regional de Moquegua, el 15 de julio ha
colocado la primera piedra para construir un mini hospital en la zona de Tolapalca,
pese a que nosotros tenemos ahí un centro de salud actualmente funcionando, sabiendo
que Tolapalca por ley es jurisdicción de Mañazo, el presidente Vizcarra
demuestra con ello que no le interesa las leyes y que su afán es expandirse más
y más”.
Gerardo Chura, sub gerente de Demarcación Territorial de Puno
Diecisiete años después de ejecutado el Proyecto Pasto Grande I
etapa y habiéndose disuelto la región José Carlos Mariátegui, en el año 2012, se
consiguió la viabilidad al Proyecto Pasto Grande segunda etapa, con una
inversión de S/.660 millones, logro que fue anunciado por el Presidente de la
República, Sr. Ollanta Humala Tasso, en su discurso del 28 de julio de 2012.
Este hecho reactivó el conflicto entre ambas regiones.
El presidente regional, los alcaldes provinciales y
distritales de Puno, dirigentes y representantes de la sociedad civil[15], se
reunieron para rechazar el anuncio presidencial respecto al proyecto Pasto
Grande II, y exigieron la paralización de la ejecución de dicho proyecto
mientras no se restablezca de manera definitiva los límites entre Puno y
Moquegua, y solicitaron la realización de un Concejo de Ministros
descentralizado en la ciudad de Puno.
“En su discurso el Jefe de Estado
no solo se olvidó de la región Puno, sino que terminó dándonos las espaldas. Me
parece nefasto que anuncie proyectos sobre terrenos que tienen años de
conflicto. El presidente está tratando a ambas regiones de manera asimétrica, y
los pobladores de Puno seguramente quedarán frustrados, pero no resignados y el
camino que tomarán será la lucha. Ollanta ha reactivado el conflicto. Puno no
ha trabajado en este tema como lo ha hecho el Gobierno Regional de Moquegua,
empleando lobbies, propuestas y operadores, que han hecho que Moquegua tome la
delantera e inclusive se dé el lujo de hacer inversión pública en nuestro
territorio”.
José Gutiérrez Alberoni, líder del Movimiento Andino Socialista (MAS) y
ex candidato al gobierno regional de Puno.
En Puno siete consejeros del gobierno regional se
encadenaron en la plaza de Armas en apoyo al paro.
“Exigimos a la región Moquegua el respeto irrestricto del territorio
puneño y que no pretenda adueñarse de pertenencias puneñas, Moquegua está
motivado porque en la zona existen recursos hídricos y mineros, si no, no le
interesaría”.
“Un no lugar es aquel en que se comparte un espacio y
se viven encuentros anónimos que quizá jamás vuelvan a repetirse”[16].
El Comité de Lucha de la zona sur de la región Puno,
como medida de lucha, realizó un paro de 72 horas en contra del gobierno
nacional, regional y local de Moquegua. En el distrito de Acora, más de 500
comuneros de Puno ocuparon Pasto Grande en la frontera con Moquegua, exigiendo
al gobierno nacional la solución al conflicto territorial por la falta de una
clara demarcación.
“Exigimos a la región Moquegua el
respeto irrestricto del territorio puneño y que no pretenda adueñarse de
pertenencias puneñas, Moquegua está motivado porque en la zona existen recursos
hídricos y mineros, si no, no le interesaría”.
Alcalde de Puno Luis Butrón.
“son cerca de cinco mil pobladores aimaras los que acataron el paro
preventivo de 24 horas convocado por pobladores y el Comité de Lucha, es
solamente el inicio de las protestas y amenazó con lo que se denominaría
aymarazo, sin embargo están dispuestos a establecer una mesa de diálogo, pero
con presencia del presidente del Consejo de Ministros”.
Hugo Llano Mamani, Presidente del Comité Unitario de Lucha de la zona Sur
de Puno, candidato a la presidencia regional de Puno.
“En un no-lugar se mantienen contactos
despersonalizados. Todo lo que da sentido a la vida cotidiana (imágenes,
imaginario, nombres, apodos, presencia) está ausente de un no-lugar o está
masificado. La masificación es una forma de ausencia”.
Mientras tanto, en Moquegua se realizó una marcha en
contra de Puno. Un promedio de 800 personas pidieron la desocupación del Centro
Poblado de Pasto Grande y la intervención del gobierno nacional para solucionar
el conflicto.
El discurso del presidente regional de Moquegua fue el
siguiente:
“Si bien, la represa está prevista que se construya en las lomas de Ilo,
el agua a utilizarse en la ampliación agrícola de Moquegua es de la región Puno
y con ella se abastecerá la primera etapa del proyecto”.
Martín Vizcarra Cornejo, Pdte. Regional de Moquegua.
Ante el discurso de Moquegua, Puno sostuvo:
“Es falso que no se utilicen los
recursos de Puno, porque dentro del proyecto está el represamiento de mayor
cantidad de aguas de Pasto Grande, lo que significa que se elevará la bocatoma
en uno o dos metros y eso va a implicar la inundación de miles de hectáreas,
poniendo en riesgo la infraestructura física de la municipalidad que quedara
inundada debajo de las aguas de Pasto Grande II, y es más, el primer tramo de
su cauce natural es al río Tambo, pero todo los ríos están en las cabeceras de
Puno”.
Iván Flores, ex alcalde del distrito de Acora.
Con estos testimonios, se puede observar cómo un
político reclama al funcionario. Es cierto que las exigencias no sirven para
mucho. Si uno realmente las podría cumplir
no se debería mencionar. Por lo general se espera que estos lugares, no se
muestren como lugares de paso, ahistóricos e impersonales, que se vinculan al
anonimato y a la independencia porque aparentemente ni son ni significan nada,
al menos no para aquellos funcionarios y políticos que los visitan, sin
establecer relaciones. Esto es lo que no se ha entendido.
“Un no-lugar es un espacio en el que reina el olvido porque lo
transitamos en condiciones de rutina y automatismo, sin que realmente nos
influya. Conocemos el no lugar, pero tendemos a olvidar lo que decimos, lo que
hacemos, lo que vivimos en él y nos resulta difícil recordar rostros a los que
no podemos poner nombre. Los contactos anónimos rara vez forman recuerdo. Un no
lugar está marcado por la brevedad del tiempo y porque estamos siempre llegando
o yéndonos de él. No echamos raíz (memoria, identidad, apego)”[17].
El neo liberalismo del Estado y la distribución de la
parte de la renta que pagan las mineras transnacionales redefinen un espacio
antes apenas utilizado por la población. Esta redefinición de acuerdo a las
nuevas circunstancias históricas convierten a una zona limítrofe no definida en
algo que se puede subsumir bajo el concepto de "no lugar" de Marc
Augé. Es que el territorio indefinido para la población escasa se convierte en
un espacio "no lugar" entre dos regiones, entre las cuales se debate
el control del espacio. No son los pobladores que deciden, sino las autoridades
regionales, y más allá de ellas la autoridad nacional. Los habitantes de las
regiones optan por asociarse con uno u otro de los gobiernos regionales
interesados en controlar el espacio (por la renta esperada en función de la
minería) y, se subordinan a los intereses de los actores superiores de acuerdo
a los intereses de ellos.
Si bien el conflicto alrededor de este "no
lugar" no ha terminado, es previsible que los pesos políticos de ambas
regiones frente al gobierno nacional definan el resultado de la contienda. Así
el "no lugar" nuevamente se convierte en un espacio indefinido, en
cuanto a las regiones actores, ya que no son ellos que deciden, sino la
autoridad nacional, a base de consideraciones ajenas a los intereses de los
habitantes locales, de las autoridades regionales, y quizás incluso las
nacionales, ya que son las opciones del capital transnacional que finalmente
definen el destino del "no lugar".
[1] En los últimos años, no se ha logrado recuperar el promedio de
agua por la poca lluvia. Como resultado de ello, se ha generado un déficit de
56 millones de metros cúbicos este año, por lo que Moquegua está entrando
nuevamente a una crisis de estrés hídrico.
[2] Marc Augé. Los no lugares, espacios del anonimato. Pág. 58.
[3] Auyero. Los caminos sinuosos de la etnografía Política. Págs. 17 y
18.
[4] Este artículo no fue escrito para resolver esta afirmación, ello
forma parte del proyecto de tesina.
[5] Moquegua destaca por su aporte al PBI producto de la minería
(Cuajone, Aruntani y Quellaveco) y pesca (puerto de Ilo), y se encuentra dentro
del grupo de las siete regiones en el país con menor pobreza total. Puno, se
encuentra en el segundo grupo de regiones con mayor pobreza total, ubicándose
cuarto a nivel nacional, después de Huancavelica, Apurímac y Ayacucho
[6] Marc Augé.
[7]Decreto Supremo N° 024-87-Ministerio de la Presidencia.
[8] Martín
Vizcarra Cornejo fue Director Ejecutivo del Proyecto Pasto Grande. Actualmente
es el Presidente Regional de Moquegua.
[9] Marc Augé.
[10] La población de Puno es mayor que la de Moquegua.
[11] Auyero. Los caminos sinuosos de la etnografía Política. Pág. 29.
[12] Desde el Parlamento, Julio Díaz Palacios emprendió una lucha por
constituir un marco normativo destinado a regular la actividad minera y
proteger el medio ambiente, para lo cual se incorporó a la Comisión del Medio
Ambiente, Ecología y Amazonía y coordinó, con algunos senadores y diputados,
las acciones de incidencia necesarias para presentar una iniciativa legislativa
para la reforma constitucional del Art. 77° de la Constitución aprobada por el
referéndum, a fin de ampliar la base normativa con relación al derecho al canon
de los pueblos mineros. Con la aprobación de la reforma constitucional, quedó
un texto que señalaba que las regiones y municipios tendrían derecho a una
proporción de los ingresos que captaba el Estado por impuesto a la renta y
otros ingresos, donde se consideraba el ISC, IGV, y las regalías. En 1992, se
destinó el 50% del valor de producción del cobre al departamento de Moquegua,
por un periodo de 10 años, como canon, a fin de compensarlo por la extracción
del recurso.
[13] Resolución Ministerial N° 419-2009-PCM.
[14] El Ministro de Vivienda, Saneamiento y Construcción estuvo presente
en la inauguración del minihospital de Tolapalca.
[15] Pronunciamiento al Presidente de la República.
[16] Marc Augé. Los no lugares espacios del anonimato.
[17] Mar Augé. Los no lugares espacios del anonimato.
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