Jorge Zavaleta Alegre
Es hora de pensar en la
educación en términos de durabilidad, que nos pueda hacer pensar, o soñar, en
un futuro. La ética profesional implica un conocimiento transversal y multidisciplinario y no islas o negocios rentables con la salud mental y las enfermedades que diezman. Los
médicos tratantes no comparten sus limitaciones con otras disciplinas por no
perder el paciente. La dinámica de un sector de los psiquitras es alarmante. Veamos porqué y como.
Mujeres desnudas, con
vejez prematura, quemadas por el sol y
el frío, deambulan por parques y calles del Centro Histórico de las principales ciudades del
Perú, ante la indiferencia absoluta de transeúntes y de las autoridades
tutelares.
Este drama ha adquirido
dimensiones inauditas en América Latina. Décadas atrás, las instituciones locales
recurrían a la represión policial para ocultar,
en sus días festivos, a los mendigos y/o
enfermos mentales, trasladándolos en camiones a la entrada de la ciudad vecina,
mientras terminen los actos festivos.
Un caso estudiado y muy
visible es Trujillo – ciudad fundada en homenaje al lugar de nacimiento de
Francisco Pizarro, Trujillo de Extremadura. Los operativos
punitivos no son una invención:
Cada 29 de diciembre, aniversario de su independencia o durante los festivales de primavera y de la marinera, la prefectura aplicaba un pacto con la subprefectura de Chimbote, turbulento puerto que en los años sesenta vivió
el boom de la pesca, mientras la población respiraba el fétido olor de la
anchoveta extraída de un mar limpio y convertida
en harina para la exportación, siguiendo la misma historia del boom del guano y
el salitre, del petróleo y del oro y la plata y la siembra de coca destruyendo la foresta amazónica.
LA DEPRESION
En el siglo XXI la
acción represiva ha cambiado debido a la
densa e imposible migración de los “zorros”
del ande y la multiplicación de enfermedades.
La depresión es el
trastorno mental que más afecta a la población y una de las principales causas de
discapacidad en el mundo. La depresión va más allá de una persona, porque
incide al entorno familiar y comunitario y puede llevar al suicidio. Casi un
millón de personas se quita la vida cada año en el mundo. En las Américas son
alrededor de 63 mil. En el mundo la sufren más de 350 millones y recién el año
pasado, la OMS, con 110 años de creada, decidió
abogar y reconocer esta enfermedad.
No obstante esa perversa
dimensión, los psiquiatras más lúcidos
han intentado aproximarse a las raíces del mal, pero, en ese fatídico devenir, un
sector de estos profesionales, ha olvidado la naturaleza multidisciplinaria de la salud para crear un monopolio
infranqueable.
El marketing ha producido prósperos
psiquiatras que atienden solo a pacientes y familiares de altos ingresos
económicos, en lujosos consultorios, en zonas exclusivas. Estos “exitosos” empresarios
o empresarias de la salud, se asocian algunas veces con la cirugía plástica y oftalmología, especialidades que suman clientela. Trabajan solo con citas
previas e hilvanan vecindades con respetables intelectuales y diplomáticos, y no dudan en ostentar una descendencia de los
miembros más famosos de la inglesa Sociedad
Fabiana.
Se calcula que en
América Latina el presupuesto sanitario destinado a salud mental es inferior al
2% y de este, el 67% se gasta en hospitales psiquiátricos, y se pretende
ignorar que toda depresión va a necesitar tratamiento medicamentoso.
Lima, en las dos
primeras semanas de abril del 2014 ha sido sede de un foro ministerial sobre Salud con representantes de sudamérica y de los
países árabes. Su Declaración, en veinte
acuerdos, señala: prevención, promoción y actuación sobre los determinantes
sociales. Vigilancia y respuesta rápida de ayuda humanitaria. Mejoramiento de
la calidad de los servicios. Formación de recursos humanos y que la salud
aparezca en los objetivos del Milenio.
El Perú ha dado cuenta que el próximo año del
2015 todo recién nacido estará afiliado a un seguro de salud y que el 73% de la
población ya cuenta con un seguro de salud privado o público, pero no cabe duda
con una atención muy cuestionable. Entre los países que desarrollan la
Cobertura Universal de manera exitosa está Qatar, Emiratos Árabes, quienes
incluyen dentro de la afiliación a la población migrante facilitando así una
oportuna atención.
La OMS destaca que la
principal causa de muerte siguen siendo las enfermedades cardiovasculares, que
mataron desde el 2011 un total de casi 17 millones de personas.
El año 2011 en el Perú ocurrieron 92.7 muertes maternas por cada cien mil nacidos vivos: 19 mil personas por cáncer en 2013. El 95% de casos de este mal que se detecta a tiempo tiene cura, pero lo más importante es prevenir con alimentación sana y exámenes periódicos. Se requiere de la acción interdisciplinaria, según la Liga Contra el Cáncer con datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Los recursos humanos
especializados en oncología y anatomía patológica se encuentran concentrados en
Lima, Arequipa y La Libertad. Los servicios más lucrativos son los de
Radioterapia y Trasplante de médula ósea.
LA GRAVEDAD DE LA SALUD
MENTAL
La brecha de atención
de la salud mental, en el Perú, llega al 85 % de personas que no accede al
servicio; del presupuesto de salud, solo el 1,5% se invierte en salud mental. El 22 % va a las redes de atención primaria y
el restante es derivado a las instituciones psiquiátricas que no tienen la
posibilidad de reducir la brecha de atención.
Existe un órgano rector
que hace poco más de un año instaló la dirección de salud mental a nivel
nacional, pero no pasa de una decena de especialistas asignados para atender la salud mental de todo
el país.
La salud mental no se
encuentra en el espacio público. Existen iniciativas en el Congreso de la
República. Se sabe que una de las principales causas de la demencia es el
Alzheimer, representa el 70 % del total de las demencias.
Para no hablar solo de
los empresarios de la psiquiatría en
Lima y las metrópolis latinoamericanas nos
vamos a la Región Apurímac, rica en minerales explotados por transnacionales suizos.
Abancay, la capital, comienza a ser más visitada por turistas extranjeros y pronto
estará más cerca de Machu Picchu y Choquequirao con el moderno aeropuerto cusqueño de Chincheros
Esta urbe andina según un estudio del 2010, el 81.4% de las
personas reconocieron haber tenido un
problema mental en los últimos 12 meses, y que no recibió ningún tipo de
atención en el sistema de salud (INSM-EESMA).
La salud mental y su
vinculación con el desarrollo humano individual y colectivo, tiene una escasa
relevancia en la agenda político-social regional o local.
En las comunidades están
latentes problemas de salud mental: Baja valoración del vínculo familiar,
inadecuadas pautas de crianza y violencia familiar, deterioro de principios y
de la autoestima, marcado complejo de inferioridad. Bajo deseo de superación de las personas. Falta
de decisión ante el riesgo. Arraigado machismo. Tendencia al uso excesivo del
alcohol y otras drogas. Carencia de identidad regional. Depresión y estrés. Pandillaje,
Esquizofrenia.
Frente a estas
situaciones las familias responden con indiferencia, abandono y ocultamiento,
pocos acuden a los establecimientos de salud. Del mismo modo, como en otras
partes de América Latina, observan
déficit de profesionales e infraestructura en los servicios de salud, escaso
involucramiento de los gobiernos regional y locales y escasa participación
comunitaria.
Todo esto sucede en el
país, mientras entre Barranco - Miraflores, frente al mar limeño, algunos psiquiatras, convocan
a ricos de dinero, evaden a la
SUNAT, frecuentan congresos en el
Caribe donde las transnacionales afinan estrategias de mercado. Los medicamentos para la salud
mental, son una mina de oro, solo se comercializan por importadoras exclusivas y/o
redes informales infiltradas en hospitales de la Solidaridad para captar clientela de emprendedores que sueñan en el ”ascenso
social”.
Ojo. Peligro: A una
paciente con más de quince años en
manos de una psiquiatra -
empresaria, jamás se le sugirió una tomografía,
una resonancia magnética. Su “entrañable” paciente no falleció de depresión sino de cáncer al
cerebro. La psiquiatra jamás dio una explicación o condolencias a sus
familiares como tampoco lo hizo cuando las sobredosis recetadas a otra paciente, acabaron envenendándola. Asi funciona el mercado de
la muerte.
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