Francisco Carranza Romero
El siguiente artículo se refiere a la transcripción en alfabeto latino
de taekwondo (transcripción
romanizada literalmente), arte
marcial coreano de defensa y ataque. Es un deporte oficial olímpico que desde las
Olimpíadas de Verano de Sidney, 2002, da
varias medallas a la República de Corea más conocida como Corea del Sur. El autor es un prestigiado investigador peruano, profesor de la Universidad de Corea y otras.
La palabra taekwondo en la lengua castellana es un préstamo léxico. Los hablantes recurren al préstamo de una palabra procedente de otra lengua en los siguientes factores: No hay tiempo ni intención para crear una palabra equivalente según su significado; la pereza mental y la falta de la planificación lingüística. Muy pocos países tienen una institución atenta para proponer equivalentes propios antes de que el neologismo llegue a convertirse en uso general.
MI PROPUESTA
La transcripción romanizada “taekwondo”
del alfabeto coreano es más literal que fonética y debe ser adaptada en cada
lengua según su sistema fonológico y ortográfico.
La palabra original, transcrita fonéticamente, es de tres sílabas [tӗ-kwon-do], y el idioma coreano es de silabemas. Aquí la sílaba “tӗ” tiene la vocal “ӗ” abierta; pero la transcripción
romanizada y más difundida “taekwondo”
(ta-e-kwon-do) es de cuatro sílabas. Por allí comienza el problema. Para
explicar mejor, parto de la pronunciación general coreana sílaba por sílaba.
TAE [tӗ] > TE (significa: patada): En esta sílaba la vocal “e” es abierta y simple,
que los romanizadores coreanos la transcribieron con dos vocales abiertas “ae”.
Así una vocal simple se convierte en dígrafa.
El préstamo léxico debe ser sometido al sistema fonológico y ortográfico
de la lengua receptora. Es con este criterio que la palabra romanizada
“taekwondo” debe ser castellanizada como “tecondo”
según el cuadro fonológico y las reglas ortográficas del castellano.
Hagamos un poco de historia
sobre el castellano que es la lengua receptora. En el latín clásico había 10
vocales: cinco vocales largas y cinco vocales breves; en el latín vulgar de la
Edad Media había desaparecido la diferencia de la duración vocálica; las
vocales básicas a, i, u se habían simplificado, por eso tenía sólo siete
vocales: a, e abierta, e cerrada, i, o abierta, o cerrada y u. El romance
castellano, desde sus orígenes hasta ahora, solamente tiene cinco vocales: a,
e, i, o, u.
La transcripción “tae” en castellanoequivale a dos sílabas: ta-e porque
no hay diptongo con dos vocales abiertas. Y esta pronunciación y separación
silábica está lejos de la pronunciación y escritura originales. La
transcripción de esta sílaba según el Alfabeto Fonético Internacional es con
una “e” usando la cursiva mayúscula o poniendo un circunflejo sobre ella; pero
nunca convirtiéndola en “ae”.
Por esta razón la forma
castellanizada “te” (con una vocal simple) reproduce mejor la forma original
coreana.
KWON >CON (puño): La pronunciación común de los coreanos es [kon] aunque los
romanizadores escriban la semiconsonante “w”.
Debemos aclarar que la letra “k” (letra griega kappa) se usa en español
solamente en casos muy especiales: kilo (palabra griega que significa mil),
káiser (en latín Caesar) y kantiano (referente al filósofo Kant) o en nombres
de personas; en otros casos, la tendencia es sustituirla por la letra latina
“c” cuando está ante las vocales a, o, u. Así tenemos Corea, folclor. Es mejor
escribir según el habla: tecondo.
DO (arte): Con esta sílaba no hay ningún problema.
Después de ver el origen y la pronunciación de la palabra: tecondotenemos sus derivados tecondista, tecondismo, y son escrituras válidas para el castellano.
Por todo lo expuesto, la forma
castellana “tecondo”, fuera de estar más cercana a la pronunciación original,
facilita la pronunciación y escritura de los hispanohablantes. No es tan
complicada como la transcripción anterior.
Ahora veamos los derivados de
tecondo usando sufijos comunes en la lengua castellana.
TECONDISTA: El sufijo griego –ista se refiere a la ocupación, hábito,
actitud y afecto por una actividad. Con
este sufijo tenemos muchas palabras que se refieren a actividades en ciencias,
artes, deportes y otros campos: arpista, artista, beisbolista, ecologista, economista,
folclorista, futbolista, golfista, lingüista, montañista, tenista, violinista, voleibolista, etc.
Si algunos dicen “tecondoga”
es por la influencia del japonés, por analogía con yudoca, y carateca. En el
caso de “tecondoin”, en donde la sílaba “in” significa persona, explica la
influencia del chino. El mundo hispánico recurre al sufijo –ista que ayuda a
formar nuevas palabras.
TECONDISMO: El sufijo griego –ismo connota la idea de sistema, doctrina,
adecuación y conformidad. El tecondo es concebido no solamente como actividad
física sino también como desarrollo mental y espiritual, por eso podemos hablar
de la doctrina deltecondismo. En español hay muchas palabras con este sufijo –ismo: cristianismo, budismo, taoísmo,
hedonismo, empirismo, masoquismo, etc.
Si los medios de comunicación
han escrito hasta ahora “taekwondo” pueden también comenzar a escribir la forma
castellanizada “tecondo, tecondista, tecondismo”, palabras que cumplen los
criterios lingüísticos más propios del castellano. Así esta palabra coreana
podrá ser aceptada en el nuevo Diccionario de la Real Academia Española. Pronto
pueden seguir “quimchi, quimchicero, quimchicería”, ya que el quimchi es la
verdura fermentada infaltable en la mesa coreana.
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