Jorge Zavaleta Alegre. Cambio16.
Madrid.-
La civilización incaica vivirá encerrada dentro del cerco de
los Andes, ausente de mar y de vida oceánica del mundo occidental, hasta que la
conquista traslade el centro de la vida urbana a la región costeña, con la
fundación de Lima y el nacimiento del comercio marítimo y el tráfico
continental, escribió el peruanista
Raúl Porras Barnechea, al escudriñar el sentido tradicional en la literatura
peruana.
Este juicio de opinión escrito en los
años cuarenta del siglo pasado, es formulado por nuevos investigadores desde la universidad,
la función pública, la cooperación internacional y por importantes esfuerzos
individuales, que coinciden en el desarrollo desde las aldeas, de los lugares
más alejados, como la fórmula esencial para construir un país moderno, articulado al mundo. La Fundación alemana F. Ebert cuenta con varios aportes*
El PNUD, después del terremoto de Ica
en el 2007, promovió la restauración de esa región desde el municipio
distrital de Secta, donde se concentraban
desplazados de los Andes ayacuchanos por
el terrorismo senderista, según explican
los técnicos encargados del proyecto, Julio Rojas y Julio Kuroiwa, tal como explican en El
Oro de la Aldea, un enfoque en el
cual primera el radicalismo ético.
Acaba de aparecer Minería, Desarrollo y Gestión Municipal en
Espinar”, estudio del filósofo Eduardo Cáceres y de Julio Rojas, experto en gestión pública, auspiciada por Oxfam, Ser y la Fundación
Ford. Ambos se formulan dos preguntas claves y que responden con precisión y
argumentos sólidos:
¿Cuáles son las razones por las cuales la gran
cantidad de recursos que ha generado la actividad minera no se han reflejado en
cambios sustantivos en las condiciones de vida, produciendo desarrollo?. ¿Cuáles son las razones por las
cuales las sucesivas gestiones municipales
receptoras del canon minero no han logrado una ejecución de gasto eficiente y de calidad?
Las comunidades que han ocupado estas tierras altas han
desarrollado especializaciones productivas
y han sabido utilizar algunas de
sus ventajas, en el control sobre las
fuentes y cabeceras de los ríos que alimentan
las dos vertientes, la del Pacífico y la de los Andes, para garantizar el control de los diversos recursos.
La actividad minera ha producido
cambios significativos en las relaciones
de poder al interior de la provincia. La provincia en su conjunto ha ganado un protagonismo y
peso político que había tenido antes, aunque la empresa ha llegado a articular
una suerte de gobierno paralelo en la
provincia y el control de los medios locales de comunicación.
Cáceres y Rojas presentan un
recorrido por la historia de las Provincias Altas del Cuzco, incluyendo entre
los principales actores al Movimiento
Kana, fundado por el alcalde Oscar Mollehuanca, la Federación de
Campesinos y el Frente de Defensa, poniendo énfasis en el impacto que
tuvo el convenio entre la municipalidad
provincial y la empresa BHP Billiton.
Las primeras conclusiones: es la pérdida de conexión que se va dando entre la provincia y la
región a medida que aumentan los aportes
de la minera, generando una suerte de aislamiento político. Espinar, a fines de los noventa aspiraba consolidar un
espacio subregional que por coincidencia es el mismo que ahora se plantea con el corredor minero Las
Bambas –Espinar.
Este libro analiza los procesos
administrativos y la normatividad, e identifica las causales de orden político
que generaron un retraso en la ejecución
de aquello que prometió la autoridad local.
Entre las principales conclusiones se pueden destacar: que si existe
el camino de un desarrollo que
combine la minería con las actividades
agropecuarias y comerciales de larga data y que han hecho que esta parte del Perú tenga
una economía dinámica. Los impactos inducidos o acelerados por la minería
cubren ámbitos como la demografía y las
migraciones, la tenencia de la tierra, la estructura laboral, el financiamiento
del desarrollo y las relaciones de poder.
Sin duda, Espinar es hoy una sociedad
en transición. Se puede apreciar que a
mediano plazo la región pueda retomar un
proceso de planificación participativo
tomando como referencia el Plan maestro y estrategias.
Han aparecido nuevos intereses y movimientos que no se
encuentran ni organizados ni
representados. Se quiere promover espacios de formación de nuevos liderazgos sociales con propuestas
regionales de mediano y largo plazo. Para promover dinámicas de
fortalecimiento de las economías
campesinas y desarrollar procesos innovadores a todo nivel se necesita
de una base sólida de
financiamiento del desarrollo que
modifique la actual tendencia excesiva
que se tiene de los recursos mineros.
Esta situación real pasa por exigir que el Estado nacional y el
gobierno regional asuman sus roles con
relación al conjunto de las políticas
públicas de la zona de influencia y que se revisen y modifiquen las actuales asimetrías que la actividad
minera ha producido en la economía y en la política.
Al monitoreo y la vigilancia
ambiental deben sumarse mecanismos democráticos de gestión y vigilancia de los
usos de diversos fondos que provienen de la actividad minera, no a las interferencias
de la minería sobre la política local y menos su incidencia en los medios de comunicación.
Se requiere iniciativas específicas orientadas a las
mujeres. Es evidente que han ganado protagonismo en el terreno económico, pero
han perdido espacios en el terreno social y político.
El potencial de esa zona andina como de
otras, encuentra factores de bloqueo en
algunos de los procesos, que se mezclan
con la limitada o lenta innovación, el latifundismo, minifundismo y las relaciones
asimétricas en los mercados. Hay necesidad
de mayor formación y experiencia de campos de los trabajadores, incluyendo los
equipos técnicos convencidos y ambientados
que no basta el conocimiento técnico sino el compromiso y la calidad humana de convivir más allá del confort
de las urbes modernas.
Es verdad que ha crecido la
inversión pública y privada para mejorar la productividad agropecuaria, pero su volumen e impactos
siguen siendo limitados para desencadenar
un desarrollo autocentrado. Los programas sociales desde el Estado orientados a
las Poblaciones Vulnerables van
descubriendo admirables líderes , que sin duda son motivo de otras crónicas.
(*) Fundación
alemana Friedrich Ebert: Municipalidad y
Democracia, guía para el lector, 1986. Hacia un nuevo gobierno municipal:
la participación popular, compilación de Jorge Zavaleta Alegre y
Patricia Iturregui, 1988.
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