Papel de Arbol

lunes, 22 de julio de 2013

BECAS SOCIALES Y LA CIUDAD LETRADA

Jorge Zavaleta Alegre. Cambio16.Madrid.-

El uruguayo Ángel Rama, maestro de generaciones,   fundador y director de la Biblioteca Ayacucho, autor de La ciudad letrada, hace  referencias a cuatrocientos años de las relaciones entre los letrados y las estructuras de poder.

El poder de los letrados de la Colonia, residía en el dominio de la palabra escrita en una sociedad analfabeta. Los intelectuales eran la burocracia estatal que pasaba en limpio y ejecutaba las órdenes de la Corona.

Los religiosos, administradores, educadores, profesionales, escritores y múltiples servidores intelectuales, todos esos que  manejaban la pluma, estaban estrechamente ligados a las funciones de poder.

No era posible concebir la ciudad colonial sin sus leyes, sin su Administración o sin su jerarquía eclesiástica. El sueño de una ciudad en el Nuevo Mundo, requería, una vez más, del dominio de la palabra escrita.

De la capacidad de redactar actas fundacionales, y de proyectar por escrito las relaciones entre la Iglesia y el Estado,  el sueño de una ciudad hubiera sido una quimera.

A pesar de todo, el dominio de la élite letrada comenzará a ser cuestionado con el correr de los años. A pesar de los esfuerzos por conservar su poder, la ciudad letrada sufrirá un duro revés en el siglo XIX. 

La Modernización significará el fin del monopolio de la élite letrada colonial. La expansión de la alfabetización, el surgimiento de diarios y revistas, la prensa, el crecimiento de un público crítico y consumidor de textos y ahora la revolución de la comunicación, democratizan  la educación, producen cambios sustanciales en las profesiones del intelectual.

En la actualidad, las democracias políticas para tratar de consolidarse abordan  los problemas sociales mediante el diálogo y muchas veces la concesión de más privilegios a los grupos económicos a cambio de reformas que alivien las tensiones y las demandas populares.

En América Latina las políticas  sociales abren nuevos horizontes. Según el balance de expertos, apreciamos como Pensión 65 y Beca 18, en el Perú, con complementarios y  arrojan resultados positivos,  en la medida que estos programas son administrados con participación de las colectividades organizadas.

Si el Estado cumple con los desposeídos adultos mayores y los  jóvenes con más talento, mediante  la selección democrática, los resultados serán y son tangibles. Se traducen en respuestas favorables para  el  contexto familiar y  comunitario. La oportunidades de una educación de calidad son la simiente efectiva para el desarrollo individual y colectivo. Lo fue en el pasado, lo es mucho más en el presente.

Será muy importante que  los programas sociales aseguren la previa incorporación del beneficiario a un trabajo productivo evitando que la vieja ciudad letrada, se superponga, como en la colonia,  a la  capacidad   y  responsabilidad juvenil de los tiempos modernos.


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