Jorge Zavaleta Alegre.
Cambio16 – Madrid.
El modelo de democracia
participativa que empezó a construir
en Venezuela, el comandante
Hugo Chávez Frías, hace catorce años, atraviesa por una nueva prueba de
afirmación popular, después de su
reciente muerte y la elección de Nicolás Maduro como su sucesor, quien
juramentó este fin de semana.
La Revolución
Socialista Bolivariana, alentada con 17 procesos electorales, ha sido rechazada por la derecha más conservadora y
los grandes grupos empresariales que fueron aislados, sobre todo, del control del petróleo, principal recurso
nacional.
Los ataques al gobierno
inciden en los peligros de la inflación por excesos del gasto social, con el fin de reducir presupuestos en
educación - cultura, salud, construcción de viviendas e infraestructura rural.
Pero, contradictoriamente, el candidato opositor prometía en calles y
plazas, aumentos salariales hasta 40 % a todos los servidores públicos.
Estos sectores, tratan
de recuperar el poder político, con
violencia y fingiendo coincidencias
y simpatías con las reformas sociales, económicas y
políticas, promovidas por el gobierno de
Chávez, con el respaldo de los
venezolanos, incluyendo sus Fuerzas Armadas, como se pudo corroborar a lo largo
de las dos semanas que fue el breve plazo del proceso para elegir al nuevo
presidente de la República.
La oposición venezolana
cuestiona los resultados de esass elecciones.
Los detractores y su líder, Henrique Capriles vienen incitando actos violentos que han causado en una semana la
muerte de seis civiles identificados con el proceso bolivariano, un policía y una
centena de heridos.
La solidaridad con la
democracia no se ha dejado esperar. La OEA, cuestionada por el comandante Chávez, ha respondido con prontitud. La
mayoría de los países de América Latina
y el Caribe ha manifestado su
reconocimiento y su felicitación a la decisión del pueblo venezolano y a Nicolás Maduro como presidente. El
secretario general del organismo regional, José Miguel Insulza, desea al presidente electo, “el mayor éxito
en el cumplimiento de sus funciones”, recordando que la OEA es
respetuosa de los órganos internos de los países.
Pero el gobierno de los Estados Unidos, a través
de su embajadora en la OEA, en tácito respaldo a los opositores del chavismo, plantea
que el Consejo Electoral venezolano, “dados
los resultados tan estrechos de las elecciones
tiene una importante oportunidad
para que las instituciones democráticas demuestren que funcionan de manera
efectiva, transparente…”. El ex presidente J. Carter, más de una vez, definió
al sistema electoral de Venezuela, como “el más seguro, moderno y eficaz del
mundo”.
Entre las 30 naciones que
han reconocido y felicitado a Nicolás Maduro como mandatario de Venezuela para
el período 2013-2019, figuran Argentina, Ecuador, Cuba, Bolivia, Nicaragua,
República Dominicana, El Salvador, Costa Rica, Brasil, Panamá, Chile, Colombia,
Uruguay, Perú, Guatemala, Haití, Palestina, Rusia, y China.
“El pueblo ratificó el camino revolucionario
de Hugo Chávez, por una construcción de América Latina unida y solidaria”, afirma el representante de Argentina, al igual que el
delegado de Uruguay, en representación de los países miembros de la Unión de
Naciones Suramericanas (Unasur).
El gobernante boliviano
Evo Morales pide el respeto al principio
de no intervención y un análisis sobre la injerencia de terceros en la
situación de Venezuela, en alusión a Estados Unidos.
Los cancilleres también
han condenado y transmitido sus condolencias a Estados Unidos por la violencia en
Boston, durante una concurrida
competencia deportiva.
En Lima, la Unasur, ha
sido convocada por el primer mandatario del Perú, Ollanta
Humala, en su condición de presidente temporal de esta organización promovida,
precisamente, por iniciativa de Ignacio
Lula y Hugo Chávez.
El propósito de la cita ha sido alentar un diálogo franco y sincero para defender la
democracia y asegurar la gobernabilidad de Venezuela y por cierto la afirmación
del proyecto integracionista sudamericano y regional.
En esta coyuntura, diversas voces consideran que no basta que
algunos países hayan reconocido el triunfo de Nicolás Maduro, porque no garantiza
su estabilidad. El jefe de la diplomacia de México, también considera que la
reunión de los gobernantes es importante
para tener una perspectiva de la situación política venezolana.
Participaron en la cita
de UNASUR, además de Ollanta Humala, Cristina Fernández (Argentina), Dilma Rousseff
(Brasil), Juan Manuel Santos (Colombia), Evo Morales (Bolivia), José Mujica
(Uruguay), Sebastián Piñera (Chile) y otros. La siguiente escala de estos
gobernantes era Caracas, para asistir a
la proclamación presidencial de Nicolás Maduro. El presidente de Ecuador,
Rafael Correa, se excusó de participar porque se encuentra de gira por Europa,
y asistió su representación al vicepresidente electo Jorge Glass.
El reto de Unasur es
establecer las bases del diálogo en Venezuela, opinaron en Lima. Con esta misma
óptica, se trasladó a Paraguay, el peruano Salomón Lerner, ex premier del
presidente peruano, para dirigir el despliegue de los observadores en su
condición de jefe del Grupo de Alto
Nivel de la Unasur.
Paraguay elige al presidente y vicepresidente de la
República, renovar todo el Congreso, las Gobernaciones y Juntas Departamentales
y los diputados al Parlamento Suramericano. Estas son las primeras elecciones
después que en junio del 2012 un golpe de Estado parlamentario destituyó al
presidente constitucional, Fernando Lugo, por acción de los partidos
tradicionales que controlan el actual Congreso. Paraguay se encuentra
suspendido de su membresía en Unasur.
DATO
Según el CNE de
Venezuela, Maduro se impuso en las elecciones del 14 de abril con 7.575.506
votos (50,78 %) frente a los 7.302.641 (48,95 %) alcanzado por el opositor
Henrique Capriles. Hace siete meses, Hugo Chávez tuvo una ventaja de 1.5
millones de votos.
EL ACTA DE LIMA
El Consejo de jefes de
Estado y de Gobierno de UNASUR, reunido en Lima, saludó a Nicolás Maduro por
su elección como presidente de Venezuela, e instó a todos los sectores que participaron
en los últimos comicios de ese país a respetar los resultados oficiales,
invocando a deponer todo acto de
violencia. Designó una comisión para acompañar la investigación de los hechos violentos después del 14 de
abril y expresó su condolencia a los familiares de las víctimas fatales.
En el acta, suscrita en
la sede de Gobierno del Perú, con la asistencia del presidente venezolano
electo, se precisa que “cualquier reclamo, cuestionamiento o procedimiento
extraordinario” que solicite alguno de los participantes de ese proceso
electoral, “deberá ser canalizado y resuelto dentro del ordenamiento jurídico
vigente y de la voluntad democrática de las partes”.
Antes de aprobar el
acta, los mandatarios escucharon una exposición de Maduro y se produjo un
“intercambio de opiniones”.
“La idea y el espíritu
de Unasur es contribuir y cooperar a la solución de los problemas que puedan afectar la democracia”, destacó
Humala, quien antes provocó la división
en el Congreso nacional para conseguir la resolución legislativa que autoriza
su viaje a Caracas, por dos días, para participar en la ceremonia de
juramentación de Nicolás Maduro como presidente de Venezuela.
Se opusieron al viaje,
los congresistas del Partido Aprista, la conservadora Alianza Para el Gran
Cambio y el Fujimorismo que no cesa de presionar para conseguir el indulto a su
líder condenado por delitos de lesa humanidad, argumentando que no era conveniente que el jefe del
Estado viaje “dadas las irregularidades
denunciadas por la oposición en el reciente proceso electoral venezolano”.
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