Jorge Zavaleta Alegre Periodista
Siempre ha tenido un terreno fértil para los negocios
altamente rentables. Ninguna empresa ha abandonado un país de estas latitudes
por su propia voluntad, salvo cuando gobiernos, con respaldo popular, han
justificado nacionalizaciones.
Este segundo compromiso establece inversiones de Telefónica
por 1,184 millones de dólares o 3,020 millones de nuevos soles, más del triple
de lo obtenido por el gobierno anterior. Están pendientes las negociaciones con
las empresas Claro y Nextel, las cuales también tendrían impacto beneficioso en
las tarifas.
Las crisis europea y norteamericana inducen a profundizar
alianzas entre inversionistas y sus propios gobiernos de origen. Los foros
internacionales son mecanismos más frecuentes para las negociaciones. La
reciente Cumbre de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos
y Caribeños (Celac), en Santiago de Chile, tiene ese objetivo central:
coordinar políticas comunes basadas en la apertura de mercado e impulsar el
comercio birregional.
Latinoamérica, especialmente el Sur-Sur, presenta una
economía sólida y sana. Por ahora, el endeudamiento regional es bajo con
respecto a su PBI, el déficit fiscal está controlado y hay una mínima
inflación.
La Eurozona, en cambio, tiene altas tasas de desempleo,
crecimiento económico mínimo y creciente déficit fiscal, y encuentra en América
Latina, por delante de China, un espacio más propicio para invertir sus
capitales, con alta rentabilidad y que beneficia a las repúblicas de la vieja
Europa.
El grupo Telefónica, según su presidente, Javier Manzanares,
aceptó el acuerdo "a pesar de las duras condiciones que no tienen
precedente alguno".
La inclusión de una tarifa especial para telefonía móvil
dirigida fundamentalmente a beneficiarios de los programas sociales Juntos, Cuna
Más, Pensión 65 y adicionalmente a servidores públicos que trabajan en las
áreas rurales, serán cubiertos con recursos del Estado.
Se espera que en esta segunda etapa el Estado fortalezca sus
instituciones reguladoras, para lograr un mejor intercambio en términos de
igualdad, empezando por Osiptel. Telefónica debe honrar sus deudas a la Sunat y
compromisos laborales pendientes.
La no renovación del contrato, sin duda, habría significado
un duro golpe a España, país que, como señala la historia, continúa siendo la
puerta de ingreso de América Latina a Europa. Y viceversa. No es verdad que
solo las relaciones económicas construyen las alianzas más sólidas.
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