El debate está planteado.
Petróleos del Perú, ofrece hasta la
primavera próxima la muestra “Arte Peruano en los Siglos XIX – XX”, ofreciendo
a la comunidad la “Colección de Pintura
de la centenaria Universidad Nacional de Ingeniería”
En el acto
inaugural, el rector Aurelio Padilla, y el presidente de esa empresa
pública, Humberto Campodónico, ambos ingenieros y egresados de esa casa de
estudios, plantearon la necesidad de
promover el reencuentro entre las ciencias, el arte y las humanidades como el
mejor camino para encontrar respuestas a los retos que nos plantea la realidad
nacional en un contexto indesligable del universo.
En el Perú, donde son
muy pocas las universidades que ofrecen una educación integral (unas cinco de
las 140 entre privadas y estatales) es evidente la profunda incomprensión entre
ciencia y humanidades.
Las presuntas
diferencias entre científicos y
humanistas han provocado la disminución de la calidad en la formación de los
estudiantes, lo que dificulta entender y enfrentar con acierto los problemas sociales
y económicos, si se agudiza y arrastra el déficit educativo desde los años iniciales.
Tenemos ingenieros con limitaciones en el uso del idioma y alumnos de letras
que ignoran las nociones de matemática. Es imposible señalar si las ciencias
son más importantes que las humanidades. Las dos son materias que nos
involucran a todos.
José Sabogal |
La ciencia y las
humanidades pueden coexistir perfectamente. El trabajo de algunos científicos
ha remplazado a algunos escritores literarios como formadores de opinión. El
arte y la literatura, no solo son un medio de entretenimiento, también nos
proporcionan pensamientos y formas de racionalizar las diferentes ideologías.
La ciencia resuelve problemas y busca la verdad de las cosas, y
debe tener la capacidad para estimular
la investigación, abordando y profundizando diferentes objetivos.
Universidad es la "comunidad
de profesores y académicos", que no
diferencia el campus de la ciencia y de
las humanidades.
La diferenciación de
las carreras profesionales es un artificio de la educación como negocio en la
estructura de la economía cuasi informal de América Latina. Es una consecuencia
del libre mercado y la ausencia motivadora y regulatoria del Estado.
Gino Cecarelli |
La denominación de disciplinas
“duras” es centrada en las ciencias y en
las tecnologías. Y “blandas”, en donde se enseñan las humanidades. El objetivo de la ciencia
"no es meramente conocer las cosas en sí mismas, como los dogmáticos en su
simplicidad imaginan, sino las relaciones entre las cosas", señala Henri
Poincaré, en "Ciencia e
hipótesis" (1905).
En el Perú, la década
de 1930 es rica en pensadores que revolucionan el pensamiento científico,
vinculando estrechamente la ciencia con la filosofía. En el presente siglo, los más importantes centros académicos del
país tratan de conservar esa tendencia de unir en un solo campus el ejercicio
de la cátedra especializada, sin descuidar la relación entre la producción de
bienes materiales e inmateriales.
El acercamiento entre la empresa estatal Petroperú, en acelerado
proceso de reactivación, y la Universidad Nacional de Ingeniería, creada hace
136 años, es un mensaje esclarecedor para aquellos frentes conservadores, que ven
en la fusión del arte con la producción de mercancías, un peligro para la
estabilidad del modelo neoliberal.
La exposición “Arte
Peruano…” empieza con el retrato del fundador de la UNI, el ingeniero y matemático
polaco Eduardo de Habich (Varsovia, 1833-Lima 1909). Es una síntesis de la
historia de la pintura de dos siglos, recreada por los más reconocidos artistas
plásticos del país como Pancho Fierro, Ricardo Grau, Carlos Baca Flor, Camino
Brent, Ugarte Eléspuru, Quíspez Asín, Julia Codesido, José Sabogal, Sérvulo
Gutiérrez, Gerardo Chávez, Víctor Delfín, Fernando de Szyszlo.
En la colección de la
UNI, notable es la presencia de la obra mural de Carlos Quispe Azín, Teresa
Carvallo y Juan Manuel Manuel Ugarte. Se suma,
la obra, en los años iniciales, del artista boliviano Miguel Alandía Pantoja
(Potosí-Bolivia, 1914 – Lima 1975) y más reciente Ramiro Llona para el Gran
Teatro de la UNI.
La colección, tiene cerca de medio siglo de existencia. Y es
posible su ampliación gracias a los
fondos creados por el Consejo Universitario, asignando el 5% de valor de cada
obra edificada en esta casa de estudios para la adquisición de pinturas y
esculturas.
En la UNI, se sigue manteniendo esa fusión entre Ciencia
y Arte, sobre todo en la Facultad de Arquitectura, Urbanismo y Arte, que ya
celebró su primer siglo de vigencia.
La colección de pintura, se diferencia de un
museo tradicional, porque ofrece la capacidad de integrar la obra de nuevos
creadores, que emergen de la masiva migración de Los Andes a la Costa y
fuera de las fronteras.
El Perú desde finales
del XX es un país mestizo, de todas las sangres, con manifestaciones culturales
que van conquistando espacios antes negados o no conocidos entre los grupos de poder,
que aprovecharon los beneficios de los “boom” de explotación primaria de los
recursos naturales.
La Pinacoteca de la UNI
luce un nuevo rostro. Dieciséis personas donaron recientemente 19 obras de gran
valor artístico, gesto que los estudiantes ven con especial satisfacción y como
un llamado de atención a los ex alumnos que deberían retribuir lo que el Estado
les concedió con una educación pública de calidad.
La donación, en efecto,
significa un gesto y un compromiso social. Igual significado tiene la
reactivación de Petróleos del Perú al conjugar sus proyectos como el Gasoducto
Andino del Sur, la industria petroquímica y la modernización de la Refinería de
Talara, siguiendo la experiencia de otras democracias vecinas como Chile, Colombia,
Ecuador, Venezuela, Brasil y del mundo Árabe, que revalorizan cada día la
función empresarial del Estado como parte de una economía de libre mercado.
Ings. H.Campodónico-Petroperú y Aurelio Padilla-UNI. |
De la UNI ha egresado
la mayor parte de ingenieros petroleros y de otras especialidades que hoy
trabajan con éxito en el país y en el exterior. En el Canal de Panamá
estuvieron presentes decenas de egresados. Cada año, el ingreso es muy exigente
y muy limitado porque el campus resulta demasiado estrecho para la creciente
demanda. Es una universidad popular, donde trata de ingresar un sector de altos
ingresos, como una evocación a las décadas pasadas cuando la educación superior
era privilegio de pocos. UNIPETRO, es una empresa ubicada en Talara, donde los futuros ingenieros petroleros realizan sus prácticas profesionales.
Según la Fundación Nacional de Ciencia (NSF) de Estados Unidos, la república China es el líder mundial en producción de ingenieros, luego EEUU, Corea del Sur, México, Brasil, Colombia y Argentina.
Según la Fundación Nacional de Ciencia (NSF) de Estados Unidos, la república China es el líder mundial en producción de ingenieros, luego EEUU, Corea del Sur, México, Brasil, Colombia y Argentina.
“Quedarse atrás, en la producción de ingenieros,
es peligroso, porque afecta la capacidad de los países para aumentar sus
manufacturas. La manufactura es una industria de cambios constantes. Si uno no
hace innovaciones, no puede competir”, señalan informes de universidades de
gran prestigio.
Un ranking de las
mejores 200 universidades del mundo, realizado por el periódico británico The
Times, les dio una pésima nota a las universidades latinoamericanas. Hay una
sola universidad de la región, que
aparece en esa lista. ¿O es que el
ranking de The Times de Londres está sesgado a favor de universidades de los
países ricos?
La misma fuente señala
que las universidades latinoamericanas estaban lejos de los primeros puestos:
la UNAM, de México, y la Universidad de Sáo Paulo, de Brasil, estaban empatadas
con otras que ocupaban los puestos 153 a 201. Más lejos Buenos Aires (UBA), la
Universidad de Chile, la Estatal de Campinas y la Federal de Río de Janeiro.
Estudios comparativos
indican que los países latinoamericanos invierten menos en Educación que los de
Europa y Asia. Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia e Israel, por ejemplo,
destinan alrededor del 7% de su producto bruto anual a la educación. Los países
de la ex Europa del Este invierten alrededor del 5%, México 4,4; Chile 4,2; Argentina 4; Perú 3,3; Colombia 2,5 y Guatemala 1,7.
Mientras en Gran
Bretaña el 40% de los profesores
universitarios tienen doctorados, en Brasil la cifra es del 30%, en la
Argentina y Chile de 12”, en Venezuela del 6%, en México 3%, en Colombia 2%. En Perú, el espacio es virtualmente cerrado. La demanda es
demasiado estrecha e inexistente para las humanidades. Hay una reverencia por “el
empirismo del Estado”, como lo señaló
nuestro historiador Jorge Basadre.
En años recientes, casi
todos los países europeos dejaron atrás la educación universitaria gratuita,
para cobrarles a quienes pueden pagar. En el Perú, la alianza entre Universidad
y Empresa es una respuesta adecuada para
rescatar aquellas universidades públicas que están demostrando una gestión de calidad y afianzando la relación
entre Ciencias, Arte y Humanidades. La figura del Patronato, que la legislación
peruana estimula, es una opción válida para emprender el Renacimiento de la
Universidad siempre y por cierto
dependerá de la clase empresarial local que compare los resultados de aquellas fundaciones que
apoyan academias de gran prestigio en el planeta como aquella trilogía:
Harvard, Yale y MIT.
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