"Tiene claro que siempre hay formas de salir adelante y apostó por ser empresaria siendo una indocumentada. Lo pasó fatal y, aun recuerda que se daba ánimos diciéndose que no podía ir peor. La recién llegada, Mariela Dabbah trabajaba más de 15 horas diarias junto a su familia apartando los malos augurios, y al cabo de algunos años, pudo ver los frutos de su inquebrantable fe y esfuerzo: levantar una editorial quebrada y convertirla en rentable y famosa. “Vivíamos en el mismo lugar donde teníamos la compañía así que realmente trabajábamos día y noche. No era una home based business sino unabusiness based home”, señala.
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