Papel de Arbol

lunes, 16 de mayo de 2011

BIOCOMERCIO: PROMESA O PARADOJA

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Texto: Jorge Zavaleta Alegre
Hace apenas medio siglo, la población del planeta era la mitad de la actual y los sistemas económicos eran fruto de siglos de evolución. Ahora todo ha cambiado vertiginosamente

Cuidar la Amazonía es una causa generosa que unifica a la humanidad. Pero en la práctica es la presa de los grandes capitales y no la intangible reserva natural del planeta.
El biocomercio ha aparecido como una propuesta salvadora y tiene como objetivo fomentar el comercio sostenible de bienes y servicios de la biodiversidad nativa bajo responsabilidad ambiental, social y económica. La iniciativa surgida en Río de Janeiro cumplirá 20 años el próximo en la conferencia de la ONU, conocida como la Cumbre de la Tierra.
Dicha reunión generó tres logros en protección ambiental: las convenciones marco de las Naciones Unidas sobre el cambio climático, de lucha contra la desertificación y sobre la diversidad biológica, siendo este último el primer acuerdo mundial enfocado en la conservación y el uso sostenible de la biodiversidad.
Sin embargo, el propio código de principios (C&P) propuesto por sus promotores convierten en lejana utopía. Estos son los siete compromisos: conservación de la biodiversidad. Uso sostenible de la biodiversidad. Distribución justa y equitativa de los beneficios derivados del uso de la biodiversidad. Viabilidad económica administrativa, financiera y de mercado. Cumplimiento de la legislación nacional e internacional. Responsabilidad ambiental. Y responsabilidad social de los trabajadores, derechos de acceso a la tierra y a los recursos.
Sin embargo, cada ronda de negociadores internacionales ha acabado beneficiando a los países ricos y frustrando a las naciones en desarrollo. El Nobel de Economía Joseph E. Stiglitz y su coautor Andrew Charlton presentan un modelo radicalmente nuevo, el comercio justo para todos, abrir los mercados de forma que todos puedan prosperar.
La región amazónica cuenta con uno de los mayores acervos de capital natural en el mundo. América del Sur es la zona de mayor riqueza biológica del universo, contiene más del 40 por ciento de las especies de la Tierra, más de la cuarta parte de los bosques y muchos recursos pesqueros valiosos y ofrece un potencial para el turismo.
El negocio minero es la otra cara de la moneda. En los Andes existen focos de intensa y desesperada resistencia civil contra los minerales tóxicos, entrelazados con mitos y leyendas sobre las bondades en la medicina tradicional de algunos derivados metálicos como el azogue. El mercurio, particularmente, provoca fascinación entre los niños por las destellantes bolitas del líquido plateado que brillan bajo el sol, pero cuya ingestión provoca la muerte.
El cuidado de la biodiversidad no es un compromiso serio. Los debates ambientales recuerdan a la sociedad caballeresca de la Edad Media y los inicios de conversión de la sociedad burguesa a los tiempos modernos. Como escribió el conde Lucanor, en su libro de los ejemplos, para su nieto Fernando III, parecía que la habilidad y la fortuna se sobreponían a la energía y el valor, porque las ciudades se imponían, se alejaban de la guerra y daban un nuevo estilo a la vida social.
La verdad es que la codicia es inmensurable para que marchen fácilmente los buenos negocios con la diversidad e impulsar el desarrollo rural sostenible.
Artículo Completo en Cambio Financiero Nº33
Abril - Mayo 2011

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