Perú
Un lugar de la Memoria
Jorge Zavaleta, Lima
La comisión de Alto Nivel para el Lugar de la Memoria dio a conocer en Lima el lunes 5 de abril, el proyecto arquitectónico seleccionado para la edificación de este espacio, que según su presidente, Mario Vargas Llosa, debe ser "un centro de construcción de los principios democráticos, de existencia del estado de derecho y de convivencia pacífica entre los peruanos".
La primera etapa de esta obra será concluida a principios del próximo año y se espera que esta iniciativa pueda aplacar la polémica entre sectores del Ejército y de los movimientos políticos de la derecha más conservadora, que ven una supuesta parcialidad contra el Ejército.
Pero este anhelo ciudadano se oscurece cada día. Precisamente, en esta semana, el gobierno agudiza su política represiva contra mineros artesanales que explotan el oro de los cerros y los ríos del Sur del Perú en condiciones muy difíciles, incluyendo el trabajo de niños y uso informal del mercurio. El régimen de García Pérez ofreció “acabar esa “actividad salvaje”, con una serie de incentivos legales y económicos que permitieran modernizar la producción. Pero, ahora que los trabajadores reclaman el cumplimiento de la promesa, la fuerza policial arremete contra la realidad y la razón. Una decena de mineros muertos es el saldo trágico. Meses atrás ocurrió similar violencia en Bagua y en Piura. El propósito del régimen aprista es crear condiciones para que el oro de Arequipa, Puno y Madre de Dios, pase a poder de empresas internacionales. En Puerto Maldonado, a orillas de los ríos Tambopata y Manú, ya existen algunas concesiones en manos del capital extranjero, que arremeten contra el medio ambiente.
Al concurso del Lugar de la Memoria se inscribieron 500 arquitectos y se presentaron 97 propuestas para la construcción de ese espacio de reflexión y reconciliación. Los arquitectos Sandra Barkley y Jean Pierre Crousse fueron elegidos como ganadores, según el fallo del jurado, conformado por los arquitectos Kenneth Frampton (Gran Bretaña), Rafael Moneo (España), Francesco Dal Co (Italia), José García Bryce (Perú) y Wiley Ludeña (Perú). El premio pecuniario asciende a 20 mil dólares.
El presidente de la Comisión para el Lugar de la Memoria destacó la sobriedad de la propuesta seleccionada, que coincide con los requisitos planteados en las bases del concurso. Las bases fueron elaboradas por historiadores junto a Salomón Lerner, ex presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).
El proyecto ganador será afinado para -entre otras cosas- preservar el paisaje donde se edificará - a espaldas del estadio "Manuel Bonilla", en el circuito de playas del distrito limeño de Miraflores, sobre una superficie de 3.100 m²(construcción) 8,301 m²(terreno)
Según el arquitecto español Rafael Moneo este espacio no debe ser truculento ni retórico. "Ya lo que ocurrió es suficientemente trágico para que además la arquitectura lo subraye demasiado", anotó. El Lugar de la Memoria se construirá con los dos millones de euros donados por Alemania, medio millón de dólares entregado por Suecia y unos 100 mil dólares de los EEUU, recursos que serán administrados por el PNUD.
Un antecedente importante. Durante la Cumbre América Latina, el Caribe y la Unión Europea de 2008, realizada en el Perú, el gobierno alemán anunció una donación al estado peruano para la construcción de un Museo de la Memoria. El gobierno peruano aceptó la donación el 27 de marzo de 2009 y anunció la construcción de un museo dedicado a las víctimas del Conflicto armado interno en el Perú, en el cual Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru se enfrentaron con el estado peruano. De acuerdo con el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, este conflicto provocó cerca de 69 mil muertes entre 1980 y 2000.
Es importante considerar que el gesto de Alemania no es solo económico sino es una clara manifestación de renovación y de docencia universal, frente a la violencia que vivió Europa, durante la II Guerra Mundial y el genocidio del III Reich. En el espacio se podrá conocer el trabajo realizado por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, incluyendo la muestra Yuyanapaq, un registro fotográfico y documental del conflicto que se exhibe actualmente en el Museo de la Nación. La comisión tiene el compromiso de recoger la opinión de todos los sectores de la sociedad peruana, haciendo hincapié en las víctimas del conflicto. El informe final de la CVR atribuyó casi la mitad de las víctimas a Sendero Luminoso y al menos un tercio a "agentes del estado" (policías y militares).
El proyecto inicial de Museo de la Memoria fue cambiado por el de Lugar, considerando que la palabra museo se asocia a una institución que preserva el pasado, cuando la iniciativa busca o sea una reconstrucción de la violencia en el Perú, dando una visión más cabal, más justa, más exacta del hecho histórico, los orígenes y causas de estos fenómenos. Pero la discrepancia sigue latente. Tras el anuncio de la construcción del Lugar de la Memoria, una asociación de oficiales retirados de las Fuerzas Armadas anunció también el levantamiento de un monumento en honor a sus víctimas, que será construido con los donativos de sus integrantes.
El Lugar de la Memoria conforme avanza ampliará también el debate sobre los derechos humanos. La propia CVR recomienda que ese espacio ayudará a dignificar la memoria de las víctimas, permitirá comprender críticamente los extremos de los que han sido capaces los peruanos para que nunca más vuelvan a caer en los abismos de la intolerancia, la violencia y la negación de la dignidad de la vida humana.
El analista Fernando Carvallo, señala que los Derechos Humanos son una contribución histórica de la Ilustración, de su énfasis en la tolerancia y de su exploración de la condición humana. Los movimientos socialistas aparecidos a lo largo del siglo XIX orientados a combatir la desigualdad en las sociedades y a diseñar una manera radical de cambiarlas, también han cambiado sustantivamente después de la caía del Muro de Berlín.
El terrorismo es un concepto equívoco que escamotea los problemas estructurales de una sociedad. Esta idea se ha generalizado en algunos ambientes a partir de los años 2000, probablemente a causa de la manipulación del tema ejercida por el gobierno de George W. Bush y sus aliados.
A nivel latinoamericano, nadie ha caracterizado seriamente al “Che” Guevara como terrorista, señal inequívoca de la diferencia espontánea que existe entre el tipo de violencia guerrillera que él encarna y el terrorismo practicado en el Perú desde 1980.
Contrariamente a las voces de la no conveniencia de edificar un Lugar de la Memoria persisten remanentes de violencia. Pues hay un significado positivo de los diversos memoriales de las víctimas del nazismo, del racismo, de la violencia contra las mujeres y de la homofobia, etc.
Por qué en Lima. Esta es una tesis que pretende minimizar impacto de la violencia y limitar su significación a nivel local. La violencia de los años 80 y 90 afectó principalmente regiones rurales y población pobre y quechua-hablante, su generalización amenazó al orden democrático en su conjunto. Cuando estalló la violencia en la calle Tarata, de Miraflores, recién, gran parte de la ciudadanía, percibió que la violencia es una amenaza latente, frente a la indiferencia política y social.
El Lugar de la Memoria no debe ser un escenario estático. A través de él se podrá juzgar los males del centralismo, racismo, corrupción que son lacras tan graves que capitalizan la violencia. Las lecciones existen:
Por ejemplo, en Huanta, una las ciudades ayacuchanas más afectadas por la demencial violencia senderista y militar, ya funciona una Casa de la Memoria. Es un inmueble antiguo cedido por una familia de prósperos empresarios que viven en Lima. Esa Casa es concurrida no solo por turistas acuciosos sino por pobladores de zonas más alejadas, donde nunca llegó la Comisión de la Verdad. Es un lugar donde se muestra la muerte y la vida. Imágenes de dolor y llanto en una sala, y en otros ambientes, oportunidades de capacitación en actividades productivas, utilizando los recursos de la zona.
El ROL DE LA ARQUITECTURA
“El Futuro Lugar de la Memoria, será un referente y un hito arquitectónico de alta calidad en nuestra ciudad Capital dentro de la dinámica que imprime la construcción de la Democracia”, considera Javier Sota Nadal, Decano del Colegio de Arquitectos del Perú.
Estima que el jurado, con soltura y agudo juicio, expuso, en primer lugar, sobre la complejidad del reto arquitectónico que los concursantes debían afrontar y señaló las tentaciones en las que los proyectistas podían haber caído, como el abuso de una retórica que el tema aparentemente reclamaba, o en la autocomplacencia formal olvidándose del respeto que las formas deben guardar sobre el contenido.
El representante de los arquitectos peruanos expresa cuatro consideraciones y una conclusión derivada: 1.-La participación de 97 equipos profesionales no costó un solo centavo a la Comisión 2.- La juventud de los premiados fue saludada con aplausos 3.- Todos los arquitectos peruanos, gracias a la Comisión, pudieron haber participado. Y eso, sí es transparencia y racionalidad 4.- El Lugar de la Memoria y su concurso es ya, y será más aún, un suceso académico y pedagógico que alimentará la calidad de la arquitectura peruana.
La conclusión es que el gobierno debe imitar a la Comisión de alto nivel y liquidar de una vez la dedocracia en el otorgamiento de los proyectos arquitectónicos. ¿Porqué el Estado peruano permite que el gobierno de turno asigne proyectos a dedo?, cuando puede, como hace la Comisión del Lugar de la Memoria, al movilizar a todos los arquitectos peruanos para que presenten sus proyectos sin costo adicional para el Estado.
Piensa, que, probablemente, ninguno de los edificios públicos que ahora se construyen diseñados sin concurso con el dinero de todos los peruanos, se alzará por encima de la valla de la mediocridad levantada en el Organismo Superior de las Contrataciones del Estado –OSCE (ex Consucode) por designio de la ignorancia.
Pero allí no empieza ni termina el drama del Perú. Los testimonios de los familiares de las víctimas de la violencia indican que aún siguen esperando las reparaciones no solo individuales sino comunales. Los planes para el desarrollo de los derechos humanos han quedado solo en el papel. Un Lugar de Memoria es el comienzo de una nueva etapa que debe construir el Perú.
Un lugar de la Memoria
Jorge Zavaleta, Lima
La comisión de Alto Nivel para el Lugar de la Memoria dio a conocer en Lima el lunes 5 de abril, el proyecto arquitectónico seleccionado para la edificación de este espacio, que según su presidente, Mario Vargas Llosa, debe ser "un centro de construcción de los principios democráticos, de existencia del estado de derecho y de convivencia pacífica entre los peruanos".
La primera etapa de esta obra será concluida a principios del próximo año y se espera que esta iniciativa pueda aplacar la polémica entre sectores del Ejército y de los movimientos políticos de la derecha más conservadora, que ven una supuesta parcialidad contra el Ejército.
Pero este anhelo ciudadano se oscurece cada día. Precisamente, en esta semana, el gobierno agudiza su política represiva contra mineros artesanales que explotan el oro de los cerros y los ríos del Sur del Perú en condiciones muy difíciles, incluyendo el trabajo de niños y uso informal del mercurio. El régimen de García Pérez ofreció “acabar esa “actividad salvaje”, con una serie de incentivos legales y económicos que permitieran modernizar la producción. Pero, ahora que los trabajadores reclaman el cumplimiento de la promesa, la fuerza policial arremete contra la realidad y la razón. Una decena de mineros muertos es el saldo trágico. Meses atrás ocurrió similar violencia en Bagua y en Piura. El propósito del régimen aprista es crear condiciones para que el oro de Arequipa, Puno y Madre de Dios, pase a poder de empresas internacionales. En Puerto Maldonado, a orillas de los ríos Tambopata y Manú, ya existen algunas concesiones en manos del capital extranjero, que arremeten contra el medio ambiente.
Al concurso del Lugar de la Memoria se inscribieron 500 arquitectos y se presentaron 97 propuestas para la construcción de ese espacio de reflexión y reconciliación. Los arquitectos Sandra Barkley y Jean Pierre Crousse fueron elegidos como ganadores, según el fallo del jurado, conformado por los arquitectos Kenneth Frampton (Gran Bretaña), Rafael Moneo (España), Francesco Dal Co (Italia), José García Bryce (Perú) y Wiley Ludeña (Perú). El premio pecuniario asciende a 20 mil dólares.
El presidente de la Comisión para el Lugar de la Memoria destacó la sobriedad de la propuesta seleccionada, que coincide con los requisitos planteados en las bases del concurso. Las bases fueron elaboradas por historiadores junto a Salomón Lerner, ex presidente de la Comisión de la Verdad y Reconciliación (CVR).
El proyecto ganador será afinado para -entre otras cosas- preservar el paisaje donde se edificará - a espaldas del estadio "Manuel Bonilla", en el circuito de playas del distrito limeño de Miraflores, sobre una superficie de 3.100 m²(construcción) 8,301 m²(terreno)
Según el arquitecto español Rafael Moneo este espacio no debe ser truculento ni retórico. "Ya lo que ocurrió es suficientemente trágico para que además la arquitectura lo subraye demasiado", anotó. El Lugar de la Memoria se construirá con los dos millones de euros donados por Alemania, medio millón de dólares entregado por Suecia y unos 100 mil dólares de los EEUU, recursos que serán administrados por el PNUD.
Un antecedente importante. Durante la Cumbre América Latina, el Caribe y la Unión Europea de 2008, realizada en el Perú, el gobierno alemán anunció una donación al estado peruano para la construcción de un Museo de la Memoria. El gobierno peruano aceptó la donación el 27 de marzo de 2009 y anunció la construcción de un museo dedicado a las víctimas del Conflicto armado interno en el Perú, en el cual Sendero Luminoso y el Movimiento Revolucionario Túpac Amaru se enfrentaron con el estado peruano. De acuerdo con el informe final de la Comisión de la Verdad y Reconciliación, este conflicto provocó cerca de 69 mil muertes entre 1980 y 2000.
Es importante considerar que el gesto de Alemania no es solo económico sino es una clara manifestación de renovación y de docencia universal, frente a la violencia que vivió Europa, durante la II Guerra Mundial y el genocidio del III Reich. En el espacio se podrá conocer el trabajo realizado por la Comisión de la Verdad y Reconciliación, incluyendo la muestra Yuyanapaq, un registro fotográfico y documental del conflicto que se exhibe actualmente en el Museo de la Nación. La comisión tiene el compromiso de recoger la opinión de todos los sectores de la sociedad peruana, haciendo hincapié en las víctimas del conflicto. El informe final de la CVR atribuyó casi la mitad de las víctimas a Sendero Luminoso y al menos un tercio a "agentes del estado" (policías y militares).
El proyecto inicial de Museo de la Memoria fue cambiado por el de Lugar, considerando que la palabra museo se asocia a una institución que preserva el pasado, cuando la iniciativa busca o sea una reconstrucción de la violencia en el Perú, dando una visión más cabal, más justa, más exacta del hecho histórico, los orígenes y causas de estos fenómenos. Pero la discrepancia sigue latente. Tras el anuncio de la construcción del Lugar de la Memoria, una asociación de oficiales retirados de las Fuerzas Armadas anunció también el levantamiento de un monumento en honor a sus víctimas, que será construido con los donativos de sus integrantes.
El Lugar de la Memoria conforme avanza ampliará también el debate sobre los derechos humanos. La propia CVR recomienda que ese espacio ayudará a dignificar la memoria de las víctimas, permitirá comprender críticamente los extremos de los que han sido capaces los peruanos para que nunca más vuelvan a caer en los abismos de la intolerancia, la violencia y la negación de la dignidad de la vida humana.
El analista Fernando Carvallo, señala que los Derechos Humanos son una contribución histórica de la Ilustración, de su énfasis en la tolerancia y de su exploración de la condición humana. Los movimientos socialistas aparecidos a lo largo del siglo XIX orientados a combatir la desigualdad en las sociedades y a diseñar una manera radical de cambiarlas, también han cambiado sustantivamente después de la caía del Muro de Berlín.
El terrorismo es un concepto equívoco que escamotea los problemas estructurales de una sociedad. Esta idea se ha generalizado en algunos ambientes a partir de los años 2000, probablemente a causa de la manipulación del tema ejercida por el gobierno de George W. Bush y sus aliados.
A nivel latinoamericano, nadie ha caracterizado seriamente al “Che” Guevara como terrorista, señal inequívoca de la diferencia espontánea que existe entre el tipo de violencia guerrillera que él encarna y el terrorismo practicado en el Perú desde 1980.
Contrariamente a las voces de la no conveniencia de edificar un Lugar de la Memoria persisten remanentes de violencia. Pues hay un significado positivo de los diversos memoriales de las víctimas del nazismo, del racismo, de la violencia contra las mujeres y de la homofobia, etc.
Por qué en Lima. Esta es una tesis que pretende minimizar impacto de la violencia y limitar su significación a nivel local. La violencia de los años 80 y 90 afectó principalmente regiones rurales y población pobre y quechua-hablante, su generalización amenazó al orden democrático en su conjunto. Cuando estalló la violencia en la calle Tarata, de Miraflores, recién, gran parte de la ciudadanía, percibió que la violencia es una amenaza latente, frente a la indiferencia política y social.
El Lugar de la Memoria no debe ser un escenario estático. A través de él se podrá juzgar los males del centralismo, racismo, corrupción que son lacras tan graves que capitalizan la violencia. Las lecciones existen:
Por ejemplo, en Huanta, una las ciudades ayacuchanas más afectadas por la demencial violencia senderista y militar, ya funciona una Casa de la Memoria. Es un inmueble antiguo cedido por una familia de prósperos empresarios que viven en Lima. Esa Casa es concurrida no solo por turistas acuciosos sino por pobladores de zonas más alejadas, donde nunca llegó la Comisión de la Verdad. Es un lugar donde se muestra la muerte y la vida. Imágenes de dolor y llanto en una sala, y en otros ambientes, oportunidades de capacitación en actividades productivas, utilizando los recursos de la zona.
El ROL DE LA ARQUITECTURA
“El Futuro Lugar de la Memoria, será un referente y un hito arquitectónico de alta calidad en nuestra ciudad Capital dentro de la dinámica que imprime la construcción de la Democracia”, considera Javier Sota Nadal, Decano del Colegio de Arquitectos del Perú.
Estima que el jurado, con soltura y agudo juicio, expuso, en primer lugar, sobre la complejidad del reto arquitectónico que los concursantes debían afrontar y señaló las tentaciones en las que los proyectistas podían haber caído, como el abuso de una retórica que el tema aparentemente reclamaba, o en la autocomplacencia formal olvidándose del respeto que las formas deben guardar sobre el contenido.
El representante de los arquitectos peruanos expresa cuatro consideraciones y una conclusión derivada: 1.-La participación de 97 equipos profesionales no costó un solo centavo a la Comisión 2.- La juventud de los premiados fue saludada con aplausos 3.- Todos los arquitectos peruanos, gracias a la Comisión, pudieron haber participado. Y eso, sí es transparencia y racionalidad 4.- El Lugar de la Memoria y su concurso es ya, y será más aún, un suceso académico y pedagógico que alimentará la calidad de la arquitectura peruana.
La conclusión es que el gobierno debe imitar a la Comisión de alto nivel y liquidar de una vez la dedocracia en el otorgamiento de los proyectos arquitectónicos. ¿Porqué el Estado peruano permite que el gobierno de turno asigne proyectos a dedo?, cuando puede, como hace la Comisión del Lugar de la Memoria, al movilizar a todos los arquitectos peruanos para que presenten sus proyectos sin costo adicional para el Estado.
Piensa, que, probablemente, ninguno de los edificios públicos que ahora se construyen diseñados sin concurso con el dinero de todos los peruanos, se alzará por encima de la valla de la mediocridad levantada en el Organismo Superior de las Contrataciones del Estado –OSCE (ex Consucode) por designio de la ignorancia.
Pero allí no empieza ni termina el drama del Perú. Los testimonios de los familiares de las víctimas de la violencia indican que aún siguen esperando las reparaciones no solo individuales sino comunales. Los planes para el desarrollo de los derechos humanos han quedado solo en el papel. Un Lugar de Memoria es el comienzo de una nueva etapa que debe construir el Perú.
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