Papel de Arbol

domingo, 23 de febrero de 2014

Familia y Estado. DE TERNURA Y SEXO




Jorge Zavaleta Alegre. Cambio16, Madrid.-
La comunicación global arroja buenos frutos. La producción literaria  ha dejado  de ser patrimonio de élites o de la prensa local  y exclusiva  para  el  aldeano vanidoso.

Elga Reátegui, se  fue del Perú a  España en busca de espacios para desarrollar sus capacidades de poeta, escritora y periodista. No es fácil el camino, pero si es una experiencia grata si recordamos a Kafka cuando  recrea  Oklahoma, el valle  de oportunidades para todos, empezando para creadores y amantes de la  cultura.

De Ternura y Sexo, la segunda novela de Elga después de – El santo cura - y varios poemarios como En mi piel,  recuerda  a Dostoiewski, el maestro del género, la trama que atrapa al lector, entre otras cualidades.

De Ternura y Sexo, es una reflexión crítica a la televisión que recurre al sexo - un acto natural de la especie humana, que ya Kamasutra ilustra con imágines, aunque los autores posiblemente nunca las practicaron -, para pervertir  los valores sociales, desarticular a las familias y crear crisis morales.  Su libro, en más de 600  pp  atrapa al lector, porque aborda dramas y alegrías  de las familias disfuncionales, en el más estricto sentido   de la psiquiatría y de profesionales multidisciplinarios.

Para Elga Reátegui, el mundo es ancho  y ajeno, aunque desde su atractivo blog,  convoca a personajes del ámbito cultural, con una amplitud inusual, que la convierten en valiosa comunicadora latinoamericana.

La lectura De Ternura y Sexo provoca vigilia,  excitación, taquicardia, enrojecimiento  e insomnio. Otro ángulo es la visión sobre el rol social de la familia. La crisis del planeta muestra  dramáticas facetas de la familia destruida por la ausencia del Estado, creyendo que solo el libre mercado es la panacea para la vida. De este mensaje no se excluyen las grandes empresas  de la comunicación y su efecto en la convivencia humana.

La reciente obra de Elga  es una reflexión sobre el rol de  los Estados y gobernantes a  emprender políticas públicas para orientar y aplicar planes nacionales que aseguren la estabilidad de las familias, incidiendo de manera orgánica en las personas adultas, porque el modelo del emprendimiento empresarial en América Latina, especialmente en  el mundo  rural  o del migrante,  es aún una utopía que el libre mercado no encuentra respuestas saludables. Es una responsabilidad social del Estado hacer realidad el júbilo de los  jubilados.

En su blog, son convocados siempre  destacados  escritores y artistas, y Elga ya ha sido incorporada, con merecido  reconocimiento,  al mundo de las letras:
https://www.blogger.com/blogger.g?blogID=5821748725125569906#editor/target=post;postID=8449567236607077627
De ternura y sexo es una novela que hay que leerla con cuidado, pues cuenta la historia Mábela,  una mujer de treinta tantos años que busca desesperadamente en sus relaciones -sea heterosexuales o lésbicas- algo de ternura, pero teniendo como medio los encuentros sexuales con extraños. No conoce otro medio de obtener una recompensa  afectiva más humana que aventurarse a compartir el lecho con alguien, pese a que la mayoría de  veces lo único que consigue es poseer y que la posean pero sin obtener ni una pizca de ternura antes, después o durante del acto amatorio.
La novela también es la historia una mujer que tiene que salir adelante recomponiendo su salud mental-emocional y reaprendiendo a tratar con el sexo opuesto, luego de haber sido abusada sexualmente de niña por su tío, quien pese a que no llegó a consumar la violación, la sometió a  largos períodos de tocamientos indebidos.


sábado, 22 de febrero de 2014

ARGENPRESS.info Suplemento Cultural Nº 278. La integración y la geografía divergente


  
“No tenemos super héroes que rescatan princesas. Lo que contamos en nuestro cine tiene que ver con nuestras historias cotidianas”
Por: Marcelo Colussi (Desde Guatemala, especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Virgilio Piñera, un hombre de letras hasta el final
Por: Erasmo Magoulas (Desde Canadá. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Grafitis simpáticos
Por: ARGENPRESS CULTURAL

Camino (verbo)
Por: Paula Orellana (Desde Guatemala. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

¡Se soltó la jauría!
Por: Chara Lattuf (Desde Caracas, Venezuela. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Fútbol y literatura (con referencias a Pasolini y Borges)
Por: Reinaldo Spitaletta (Desde Buenos Aires, Argentina. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Teatro: Mala entraña
Por: Héctor Buccolini

La integración y la geografía divergente
Por: Jorge Zavaleta Alegre (Desde Lima, Perú. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Así como de Amor
Por: Isabel Fagúndez (Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

El misterio del obelisco
Por: Gustavo E. Etkin (Desde Bahía de San Salvador, Brasil. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Me curó una monja caballeros
Por: Antonio Prada Fortoul (Desde Cartagena de Indias, Colombia. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Cine clásico: "Martín Aquino, el último matrero", de Ricardo Romero Curbelo (Uruguay, 1996)
Por: ARGENPRESS CULTURAL

Hablar de paz…
Por: Nechi Dorado (Desde Buenos Aires, Argentina. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Música: Piero, un clásico de la canción popular

Mi dulce Audrina
Por: Daniel de Cullá (Desde Burgos, España. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Poema
Por: Guillermo Henao (Desde Medellín, Colombia. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

Vuelve a la pantallita la serie mexicana “El Monje Loko” que interpreta “Padre Palmar” y dirigen muchachos ZK
Por: Guillermo Guzmán (Desde Barcelona, Venezuela. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

El Bolívar de Angostura, es el Bolívar de América
Por: Daniela Saidman (Desde Venezuela. Especial para ARGENPRESS CULTURAL)

La humanidad es una sola, ¿no?
Por: ARGENPRESS CULTURAL

viernes, 21 de febrero de 2014

LETRALIA : CRONICAS DE JORGE ZAVALETA BALAREZO



Letralia, Tierra de Letras
Jorge Zavaleta Balarezo
Escritor, crítico de cine y periodista peruano (Trujillo, 1968). Es doctor (Ph.D.) en literatura latinoamericana por la Universidad de Pittsburgh (Estados Unidos). Además, tiene estudios de literatura, periodismo, cine, publicidad y análisis político en la Pontificia Universidad Católica de Lima (PUCP) y en el Instituto Idea, de Caracas (Venezuela). Su obra creativa incluye la novela Católicas (1998) y una colección aún inédita de cuentos. Ha publicado ensayos y reseñas en revistas académicas como Mester, Variaciones Borges, Revista Iberoamericana, Nomenclatura y Visions of Latin America. Su carrera periodística en Lima y América Latina incluye artículos en diarios, revistas y agencias de noticias como Argenpress (Argentina), Notimex (México) y DPA (Alemania). En 1998 participó en el volumen colectivo Literatura peruana hoy: crisis y creación, editado por la Universidad Católica de Eichstätt (Alemania), con el ensayo “El cine en el Perú: ¿la luz al final del

El oro azul del Putumayo, según Cambio16, Madrid



 Febrero de 2014
Cuenca Amazónica


Jorge Zavaleta (Corresponsal en la Comunidad Andina)
La cuenca del río Putumayo comienza a vertebrar las acciones políticas medioambientales de tres países por los que discurre su caudal: Colombia, Ecuador y Perú, en una época en la que las continuas sequías han castigado la pesca
[Img #7396]Colombia, Ecuador y Perú anuncian propuestas de desarrollo en sus fronteras, siguiendo la ruta de sus principales cuencas. Las implicaciones ambientales, políticas, culturales y estratégicas de la cuenca amazónica ocupan hoy mayor interés de la inversión internacional, sujeta a Estados democráticos que exigen condiciones que involucran el desarrollo de los pueblos más olvidados.

El plan peruano para la infancia y adolescencia 2021, que tiene al Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables como entidad rectora, ha creado nuevos rumbos, incluyendo, entre otras iniciativas, la acción social de la Marina de Guerra en la Amazonía, con plataformas itinerantes que convocan a múltiples instituciones, públicas y privadas, para atender los distritos y comunidades.

La primera iniciativa en marcha abarca la cuenca del Napo y compromete la participación de Ecuador. Ha motivado el interés de incluir la cuenca del Putumayo, río principal que nace en el Nudo de los Pastos de Colombia, afluente del Amazonas, desemboca en el Atlántico, en Brasil, pasando por Ecuador y Perú. El estrecho del Putumayo es la principal población peruana de la frontera con Colombia.
[Img #7397]El cuerpo de agua del Putumayo tiene como afluentes a Igara Paraná, Yaguas, Cara Paraná, San Miguel, Algodón y Guamúez, con una longitud de 1.813 kilómetros y un caudal medio 8.760 metros cúbicos. El Putumayo, en Brasil, Içá, significa en quechua, putu mayu, de ‘putu’: vasija de fruto de árboles y ‘mayu’, “río que nace donde crecen las plantas”.

El Putumayo fue navegado por el explorador francés Jules Crevaux (1847-82). Llegó a Cuembí, a unos 1.300 kilómetros de su boca sin encontrar un solo rápido. Cuembí está a sólo 320 kilómetros del océano Pacífico en línea recta, pasando por la ciudad de Pasto en el sur de Colombia. El Putumayo nace en los Andes, en territorio del municipio de Sibundoy, cerca de la ciudad de San Juan de Pasto. Se dirige hacia el sureste, abandonando pronto la montaña, llegando a Puerto Asis, localidad colombiana con unos cien mil habitantes.

Los principales afluentes del Putumayo son: en el tramo colombiano, el Guamúez, quebrada Cehembí. En el tramo de frontera Colombia-Ecuador: Güeppi, San Miguel. En la frontera entre Colombia y Perú, el Yavineto, Campuya, Cara Paraná, Algodón, Igara Paraná, Yaguas. En el tramo brasileño, Cotuhe y Pureté, llegando de Perú. En 2014 reviven las ideas del Tratado de Cooperación Amazónica colomboperuano, preservando el tratamiento que se le ha conferido a la región. El plan peruanocolombo de 1979 contiene elementos válidos para integrar la frontera con un criterio unificado, articulado a la economía nacional de ambos países.

Años atrás, los gobernantes de Colombia y de Perú se reunieron en San Antonio, a orillas del río Amazonas y suscribieron una declaración conjunta, en Leticia, capital del departamento colombiano del Amazonas. Las propuestas que se discutieron buscan fortalecer la capacidad científica y tecnológica, prestar atención integral a las comunidades indígenas/nativas, en sus aspectos territoriales, servicios sociales básicos, protección de sus derechos fundamentales, en especial su integridad social y cultural.

La zona colombiana comprende los Departamentos del Putumayo y Amazonas. La zona peruana comprende el norte de la provincia de Loreto, alcanzando las provincias de Maynas y Ramón Castilla e involucrando a las poblaciones de las orillas de los ríos Putumayo, Napo, Amazonas y Yavarí. El Putumayo ya no da tantos frutos como antes. Las sequías han castigado la pesca y el trasporte es más complejo. En la frontera, señala la revista Semana de Bogotá, poco o nada se conoce de las relaciones entre peruanos, ecuatorianos y colombianos que confluyen en el río y el bosque. Se trata de una sola familia que convive con el olvido.

Hay poco Estado.
El nombre del departamento colombiano de Putumayo, que deriva del río del mismo nombre, a decir de algunos historiadores significa “Río de las Garzas” o “Caudal de aguas tranquilas”, según los indígenas del lugar. Su economía se basa en la actividad agropecuaria en el piedemonte y en la explotación de los recursos petroleros y forestales de su jurisdicción.

Respecto al oro azul hay referentes valiosos. Las aguas del Putumayo y toda la Amazonía nos lleva a conclusiones severas: se necesita un mínimo de 20 a 40 litros de agua por día por persona para consumo e higiene básicos. Sin embargo, los recursos de agua dulce del mundo enfrentan grandes demandas. Crecen los conflictos acerca de los derechos de acceso, a pesar de que mucha gente todavía no goza equitativamente
del agua y saneamiento.
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