Jorge Zavaleta Alegre. Cambio16.Madrid.-
La festividad en honor a la Virgen María y Santa Isabel,
patrona de las cosechas de Hatun Huaylas, constituye una nítida expresión del
cambio social del Perú del último medio siglo y una visión del nuevo rol que
puede cumplir el arte popular y las fiestas religiosas para convertir esta
región en la Capital Folclórica del Callejón de Huaylas.
Los empresarios privados y el Estado tienen en Hatun Huaylas,
como lo explican David Flores, Virginia y Gustavo Stuart una propuesta de alcance internacional
con vibrante presencia y proyección de los pueblos y comunidades de las
Cordilleras Blanca y Negra, para hacer de su folklore, su gastronomía y el paisaje una fuente del desarrollo integral.
En el mes Julio de cada año, Huaylas se viste de fiesta, con
asistencia de miles de sus hijos, que vienen de los lugares más remotos de la
tierra. Es el distrito emblemático, la raíz geográfica del llamado Callejón de Huaylas,
en el departamento de Ancash, uno de los destinos turísticos de aventura y
reflexión ambiental más importantes de América Latina.
Los nevados de Alpamayo, en Santa Cruz; Huandoy y la laguna
de Parón, en Caraz; las lagunas de
Llanganuco y Huascarán, en Yungay; la Hidroeléctrica del Cañon del Pato, en
Huallanca, convierten al Callejón de
Huaylas, en un atractivo natural incomparable del país.
El Inca Pachacutec, en su paso por esta comarca habría bautizado el nombre de Hatun Huaylas, una
primera referencia que ha estimulado la
formación de una fuerte identidad local, tan necesaria en un mundo afectado por una crisis
internacional que va mermando el “progreso” de las ciudades más desarrolladas del planeta.
Cuentan que el poeta César Vallejo, fue despertado cuando
dormitaba en un parque cercano a los Campos Eliseos. De dónde es usted preguntó
el guardia al somnoliento latinoamericano. La respuesta inmediata y
desconcertante, fue: ”De Santiago de Chuco” (tierra natal del autor de Los
Heraldos Negros, pueblo minero de Los Andes de La Libertad, desconocido
para el custodio francés y aún para muchos peruanos).
Esta anécdota motivó más de un estudio sobre el significado de
la migración, los procesos urbanísticos,
el despoblamiento de las zonas rurales, las nuevas relaciones laborales, comerciales
y económicas y la mezcla de culturas que ayuda y enriquece, sin duda, la convivencia humana.
En los últimos cincuenta años, el Perú ha recibido las
influencias de las revoluciones de China, Rusia, Cuba, Vietnam. La Primavera
del 68. La reforma agraria del gobierno militar que dio inicio a la más
importante transformación de un país semifeudal y su ingreso a una economía extractiva y de
exportación. El terremoto de Mayo 1970, con su
epicentro en Huaraz-Ancash, dejó setenta mil muertos, ciudades enteras
sin vivienda, sin servicios esenciales, incluso sin iglesias.
Esa fue la década de un mayor desborde popular del ande a la costa y que configura una sociedad mestiza, de todas las
sangres, y la definitiva imposición de
la creación popular, incluyendo sus festividades religiosas, a través de diferentes vertientes
vernaculares, informales y con la influencia de la comunicación global.
En la segunda década del siglo XXI, los peruanos que viven en
EEUU, Japón, Europa, Argentina y Chile, remiten cada año al Perú remesas por más
de tres mil millones de dólares, suma
que decrece en los tres últimos años, paralelamente a un creciente retorno de peruanos al país.
Entre las nuevas generaciones que vuelven al país de su
infancia, hay doctores, magister y
graduados en academias del norte. Y desde Washington, Nueva Jersey,
Texas y Pensylvania se aprecian esfuerzos de promoción social y cultural para
Ancash.
Este panorama demanda un Estado diferente, promotor y atento
al mensaje del retorno, que se diferencia del
meláncolico “todos vuelven” encarnado en el vals de César Miró.
Una encuesta entre estudiantes de Huaylas, realizada por la Casa de la Ciencias
y la Cultura Chupacoto, comentada, entre otros ilustres huaylinos, por el profesor Rodomiro Flores Vásquez -
Palmas Magisteriales 2010 y profesor de educación primaria del ex presidente
Alan García en el colegio nacional de Barranco, nos permite apreciar la
dimensión de pueblos como Huaylas en el futuro desarrollo descentralizado.
Tal sondeo va acompañado de artículos de profesionales
huaylinos, relacionados con la arqueología, ingeniería agrícola, especialistas en derecho civil y
administrativo, medicina alternativa, de
músicos, danzantes y narradores orales
del pueblo quechua.
La movilización huaylina contiene una pequeña dosis de
influencia militar, al incluir en el programa 2012 de la Fiesta Patronal un homenaje al teniente Ivanhoe Alba, que
ofrendó su vida en la Batalla de Huamachuco en julio de 1883.
La mayoría de los jóvenes goza de un buen estado de salud,
pero nunca ha tenido oportunidad a un
chequeo, por ejemplo, de la vista. La
relación con la familia, sobre todo
rural, es esencialmente armoniosa, lo que constituye una advertencia a quienes
se preparan para dejar la casa paterna.
En los jóvenes domina el deseo de una profesión como
camino para salir adelante. Entre las carreras
de mayor atractivo está la mecánica, ingeniería, medicina, un porcentaje mínimo
por el arte, la psicología y el turismo.
La opinión casi unánime se relaciona con el futuro de Huaylas. Será mejor que ahora dicen los
optimistas, en comparación a los pesimistas que niegan cambios o pronostican lo
peor, porque no vislumbran facilidades para
estudiar.
En la población hay simpatía con las costumbres y tradiciones,
orgullo de ser huaylino. ¿En qué debería mejorar la enseñanza en el colegio?: En el
orden y respeto. Mejorar el curso de inglés, enseñar el quechua, tener
profesores de baile, que los profesores
no falten mucho, prácticas deportivas. Más exigencia en la enseñanza.
LA ULTIMA FIESTA. El sentimiento religioso es muy intenso en el Callejón de
Huaylas. Las vírgenes de Chiquinquirá en Caraz; Asunción, en Huata; San Juan, en Pueblo Libre; en el Pueblo de
Tocash, la Virgen de Guadalupe, Santa Rosa, en Santo Toribio; Y en Huaylas la
Virgen de la Asunción, convierten a la Provincia de Huaylas, en un circuito de
fe y un referente para el turismo.
Todos esos pueblos, especialmente Huaylas preparan sus
festividades con un año de anticipación.
Participan decenas de mayordomos,
patrones mayores y personas con gran experiencia y voluntad para ofrecer
un programa inmaculado.
Huaylas, en la Cordillera Negra, desde donde se divisa la
incomparable belleza de los nevados, rompe su silencio, su aparente aislamiento
para colmar de alegría y recuerdos a miles visitantes, que traen recursos para
gastar y buscar proyectos de inversión.
El gobierno municipal, con su alcalde José Espinoza
Caballero, su teniente Alcalde Carlos Alegre Mejía, y asesores ad honorem,
junto con el pleno de trabajadores, agentes
municipales, gobernadores y todos los barrios sin excepción, asumen la
ejecución responsable del programa
festivo.
No hay exclusiones de nadie. La fiesta anual de Huaylas demuestra una gran potencial y capacidad para ofrecer alojamiento
y alimentación (con su variada gastronomía) en casas de familia. Incentiva la crianza de cuyes, gallinas,
conejos, truchas, producción de leche fresca, panaderías y pastelerías con harinas locales.
En
síntesis, referencias de organismos especializados de Suiza, España y Portugal
señalan que hay condiciones para abrir una nueva organización de gestión de destino turístico, alternativo
a la saturada región del Cusco.
Cada año, la fiesta en Huaylas empieza el 30 de junio, con
una misa y la procesión desde la iglesia reconstruida, ladrillo a ladrillo,
ofrenda tras ofrenda, durante cuarenta años.
Una quincena de bandas de músicos,
de orquestas, de sinfónicas y
conjuntos musicales de las 20 provincias
ancashinas, llegan para saludar el Día del Maestro y amenizar paseos
campestres. Se abren exposiciones de pintura. Esta vez, el Huanca Juan Zárate ofreció con sus “trazos de colores” un hermanamiento
del Mantaro y del Callejón de Huaylas, según explica el director de la Casa
Chupacoto, Raúl Flores López.
LOS BUQUES Y LOS PASHAS
El llamado Gran Rompe, comprende la exhibición de Buques
Alegóricos, quema de decenas de castillos artificiales de 10, 15, 20 cuerpos
hexagonales, elaborados por diestros pirotécnicos de la región que con su
magia, rompen el silencio de las noches con sus luces que contrastan el cielo azul y las rutilantes constelaciones, a los sones de de
orquestas y desfile de estampas folklóricas
Investigaciones de José Carlos Vilcapoma y José Malca
Landaveri (quien llegó a disponer indumentaria especial para cinco mil
danzantes) refieren que Huaylas, queda
asombrada y maravillada con llegada de los “barcos” a su plaza de Armas. El “Rompe”
con sus carabelas son una alegoría a la llegada de los españoles al Perú, no
obstante que Huaylas está lejos del Pacífico. Los barcos “navegan” sobre los
hombros de los cargadores de cada barrio. Los “barcos” también representan la
llegada de la imagen de Santa Isabel.
Antiguamente las Pashas eran llamados “auquis”. Representan a
los pastores de ganado de los españoles y mestizos – mishtis, que enfrentan,
muchas veces, situaciones conflictivas. El pasha con el ingenioso vestuario cambia
la personalidad del pastor.
Los Cawalludanza, son una sátira a los invasores españoles
que se desplazan a caballo. Los nativos al verlos pensaban que el animal y el
jinete eran uno solo. Acompañamiento musical de violín.
Chapetones. Otra sátira a los españoles. Bailan al compás de
un violín, con coreografías que imitan a los españoles ebrios. La fiesta
prosigue con la adoración a la “Patrona de las Cosechas del distrito de
Huaylas”, con canciones de autores del pueblo.
LAS PALLAS DE HUAYLAS. Huaylas anexada al Imperio del
Tawantinsuyo, después de la batalla de Yahuarpampa, no se somete y resiste pacíficamente.
El Inca llega y decreta la pena de muerte para los principales jefes de
Huaylas. Las Pallas, se acercan al Inca, cantando arawis (harawis); música sentimental
que lleva al perdón de los condenados.
El barrio de Iscap, es el que más se ha
preocupado por conservar y difundir esta estampa.
TODOS LOS BARRIOS. La Virgen María y Santa Isabel visita cada uno de los
barrios. Empieza por Delicados, continúa por Huaromapuquio, Iscap, Huayrán,
Quecuas, Yacup, Huarazcalle, Shuyo, Nahuinyaco hasta el alta mayor del templo
matriz de la ciudad.
El programa se extiende todo el mes de julio con actos de
reflexión, meditación y piedad en honor de la Virgen, organizado por los
devotos de cada barrio e instituciones como el Colegio “Santa Isabel”, centros escolares,
Juzgado de Paz, comunidad campesina de Huaylas, Banco de la Nación, Policía,
Hermandad de la Virgen, entre otras.
La festividad en homenaje a la Virgen María y Santa Isabel,
patrona de las cosechas de Hatun Huaylas es patrimonio cultural inmaterial del
Distrito. Sus pobladores probablemente han tocado la puerta del Estado más de una vez. Se trata de una colectividad cuya capacidad
local requiere un apoyo creativo de instituciones culturales de un Estado
innovador.
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