Jorge Zavaleta Alegre
Está también el primer libro que se imprimió en América del Norte: el Bay Psalm Book de 1640.
Todos los mensajes cortos de Twitter serán almacenados por la biblioteca del Congreso de EEUU. El ente oficial compró los derechos de todos los 'tweets' publicados en la red social desde marzo de 2006, fecha en que se creó la plataforma de minibloggins. Los mensajes de los internautas estarán junto a los tesoros nacionales de este país, como "Declaración de Independencia" o el vídeo de 'Thriller' de Michael Jackson, según publica . ''The New York Times'. 5/04/201010:14 h.
La prestigiosa institución comunicó la compra de los miles de millones de 'tweets' pasarán a engrosar así la base de datos digital de la biblioteca más grande del mundo.
La Biblioteca del Congreso hizo el anuncio de la incorporación del historial de 'tweets' a través de su cuenta en Twitter, pero también distribuyó el mensaje en Facebook y en su blog oficial.
La compra de los archivos de Twitter ha estado avalada por un interés en el estudio de los mensajes que se intercambian en la red social, más de 50 millones al día, entre los que se destacaron el primer 'tweet' de la historia o el enviado por Barack Obama tras ganar las elecciones presidenciales en 2008.
La Biblioteca del Congreso, además de libros, manuscritos y materiales audiovisuales, cuenta con un archivo de más de 167 terabites compuesto por información generada en Internet desde el año 2000.
¿Alguna vez te has preguntado cuál es la Biblioteca de Alejandría del mundo contemporáneo? Si buscas la que tiene una colección más grande, entonces la Biblioteca del Congreso de Estados Unidos, fundada en 1800 y distribuida en tres edificios de Washington DC, es la mayor del planeta con más de 164 millones de publicaciones.
38 millones de libros impresos, 3,6 millones de grabaciones, 14 millones de fotografías, 5,5 millones de mapas, 8,1 millones de partituras y 70 millones de manuscritos. La colección es tan extraordinaria que hacen falta 1348 kilómetros de estanterías y 3624 empleados para almacenar tantos objetos.
La mayor colección de publicaciones ibéricas e iberoamericanas (10 millones de artículos) está en la Biblioteca del Congreso. La mayor colección de libros de derecho (2,9 millones de volúmenes) está en la Biblioteca del Congreso. La mayor colección de material cartográfico (5,5 millones de mapas) está en la Biblioteca del Congreso.
La mayor colección de cine, televisión y grabaciones de sonido (6 millones de grabaciones y películas) está en la Biblioteca del Congreso. La mayor colección de cómics (5000 títulos y 135.000 tiradas) está en la Biblioteca del Congreso. La mayor colección de publicaciones científicas y técnicas (5 millones de artículos) está en la Biblioteca del Congreso. Está también el primer libro que se imprimió en América del Norte: el Bay Psalm Book de 1640.
El edificio Thomas Jefferson, el más antiguo de los tres que albergan la colección de la Biblioteca del Congreso.
La Biblioteca del Congreso de Estados Unidos recibe 12.000 artículos cada día, la mayoría a través del proceso de registros de la Oficina de Derechos de Autor de Estados Unidos (que es una filial de la Biblioteca). El resto, de donaciones y compras que pasan por un proceso de selección. La mitad de la colección está en inglés y la otra mitad en 470 idiomas diferentes.
La segunda biblioteca más grande del mundo es la Biblioteca Británica, que cuenta con más de 150 millones de publicaciones e incorpora tres millones cada año. Curiosamente, la Biblioteca Británica tiene la mitad de empleados y maneja un presupuesto cuatro veces menor que la Biblioteca del Congreso (141 millones de libras frente a 647 millones de dólares anuales).
En 1949, en los dias de la posguerra, la Unesco publico su primer Manifiesto para Bibliotecas Públicas, como una fuerza al servicio de la comprensión internacional y, en consecuencia de la paz.
Más tarde, y como contribución al Año Internacional del Libro, la UNESCO solicita a la sección de Bibliotecas Públicas de la IFLA la revisión del Manifiesto. Surge así el Manifiesto IFLA / UNESCO para Bibliotecas Públicas de 1972.
Rodríguez Santamaría (2007, p. 53) afirma que se conservó la esencia de la misión de la biblioteca pública; a su vez, amplió su rol con respecto a la información y a la cultura, e incluyó temas como los nuevos soportes de información y la atención a otros grupos de usuarios: personas discapacitadas y niños. Indudablemente, estuvo dirigido a la comunidad profesional.
Finalmente, luego de dos décadas y de una exhaustiva revisión, sale a la luz el actual y más completo –hasta ahora- Manifiesto IFLA / UNESCO para bibliotecas públicas (1994). Entre los asuntos a destacar, sostiene las intenciones de influenciar a la comunidad en general y a la comunidad profesional, y adiciona la pretensión de influir en todos aquellos responsables de la toma de decisiones y a las autoridades políticas locales y nacionales.
A su vez, incorpora temas cruciales: la atención a los grupos minoritarios, las tecnologías, la información comunitaria, el peligro de las censuras y las presiones comerciales sobre los fondos y los servicios, entre otros. Se enfatiza la importancia del acceso libre e ilimitado al conocimiento, la gratuidad de los servicios y la necesidad de una legislación que respalde a la biblioteca pública.
A continuación, lo que pudiera resultar obvio para algunos sirva también de elemental recordatorio para otros acerca de una de las dos declaraciones de principios que sobre bibliotecas IFLA y UNESCO han desarrollado en conjunto:
MANIFIESTO IFLA/UNESCO
PARA BIBLIOTECAS PÚBLICAS
La libertad, la prosperidad y el desarrollo de la sociedad y de los individuos son valores humanos fundamentales. Estos sólo podrán alcanzarse mediante la capacidad de ciudadanos bien informados para ejercer sus derechos democráticos y desempeñar un papel activo en la sociedad.
La participación constructiva y la consolidación de la democracia dependen tanto de una educación satisfactoria como de un acceso libre y sin límites al conocimiento, el pensamiento, la cultura y la información.
La biblioteca pública, puerto local hacia el conocimiento, constituye un requisito básico para el aprendizaje a lo largo de los años, para la toma independiente de decisiones y el progreso cultural del individuo y los grupos sociales.
Este Manifiesto proclama la fe de la UNESCO en la biblioteca pública como una fuerza viva para la educación, la cultura y la información y como un agente esencial para el fomento de la paz y del bienestar espiritual a través del pensamiento de hombres y mujeres.
Así pues, la UNESCO alienta a las autoridades nacionales y locales a dar soporte y comprometerse activamente en el desarrollo de las bibliotecas públicas.
LA BIBLIOTECA PÚBLICA
La biblioteca pública es un centro local de información que facilita a sus usuarios todas las clases de conocimiento e información.
Los servicios de la biblioteca pública se prestan sobre la base de igualdad de acceso para todas las personas, sin tener en cuenta su edad, raza, sexo, religión, nacionalidad, idioma o condición social. Deben ofrecerse servicios y materiales especiales para aquellos usuarios que por una u otra razón no pueden hacer uso de los servicios y materiales ordinarios, por ejemplo, minorías lingüísticas, personas con discapacidades o personas en hospitales o en prisión.
Todos los grupos de edad han de encontrar material adecuado a sus necesidades. Las colecciones y los servicios han de incluir todo tipo de soportes adecuados, tanto en modernas tecnologías como en materiales tradicionales. Son fundamentales su alta calidad y adecuación a las necesidades y condiciones locales. Los materiales deben reflejar las tendencias actuales y la evolución de la sociedad, así como la memoria del esfuerzo y la imaginación de la humanidad.
Ni los fondos ni los servicios han de estar sujetos a forma alguna de censura ideológica, política o religiosa, ni a presiones comerciales.
MISIONES DE LA BIBLIOTECA PÚBLICA
Las siguientes misiones clave, referentes a la información, la alfabetización, la educación y la cultura, habrán de ser la esencia de los servicios de la biblioteca pública:
Crear y consolidar los hábitos de lectura en los niños desde los primeros años. Prestar apoyo a la educación, tanto individual como autodidacta, así como a la educación formal en todos los niveles.
Brindar posibilidades para el desarrollo personal creativo; estimular la imaginación y creatividad de niños y jóvenes; fomentar el conocimiento del patrimonio cultural, la valoración de les artes, de los logros e innovaciones científicos;
facilitar el acceso a las expresiones culturales de todas las manifestaciones artísticas...
Fomentar el diálogo intercultural y favorecer la diversidad cultural; prestar apoyo a la tradición oral; garantizar a los ciudadanos el acceso a todo tipo de información de la comunidad;
prestar servicios adecuados de información a empresas, asociaciones y agrupaciones de ámbito local; facilitar el progreso en el uso de la información y su manejo a través de medios informáticos; prestar apoyo y participar en programas y actividades de alfabetización para todos los grupos de edad y, de ser necesario, iniciarlos.
FINANCIACIÓN, LEGISLACIÓN Y REDES
La biblioteca pública ha de ser, por principio, gratuita. La biblioteca pública es responsabilidad de las autoridades local y nacional. Debe regirse por una legislación específica y estar financiada por los gobiernos nacional y local. Ha de ser un componente esencial de cualquier estrategia a largo plazo para la cultura, la provisión de información, la alfabetización y la educación.
Para lograr la coordinación y cooperación bibliotecaria a nivel nacional, la legislación y los planes estratégicos han de definir y promover, también, una red nacional de bibliotecas, basada en normas de servicio convenidas.
La red de bibliotecas públicas ha de ser concebida en relación con las bibliotecas nacionales, regionales, especializadas y de investigación, así como con las bibliotecas escolares, de institutos y universitarias.
FUNCIONAMIENTO Y GESTIÓN
Ha de formularse una política clara que defina objetivos, prioridades y servicios en relación con las necesidades de la comunidad local. La biblioteca pública ha de organizarse eficazmente y mantener normas profesionales de funcionamiento.
Ha de asegurarse una cooperación con interlocutores relevantes, por ejemplo, grupos de usuarios y otros profesionales a nivel local, regional, nacional e internacional.
Los servicios han de ser físicamente accesibles a todos los miembros de la comunidad. Esto requiere que los edificios de las bibliotecas públicas estén bien situados, con buenas condiciones de lectura y estudio, tecnologías adecuadas y un horario suficiente y apropiado a los usuarios. Supone asimismo servicios de extensión para quienes no pueden acudir a la biblioteca.
Los servicios de la biblioteca han de adaptarse a las necesidades de las distintas comunidades en áreas rurales y urbanas.
El bibliotecario es un intermediario activo entre los usuarios y los recursos. Es indispensable su formación profesional y permanente para que pueda ofrecer servicios adecuados.
Habrán de establecerse programas de extensión y de formación de usuarios con el objeto de ayudarles a sacar provecho de todos los recursos.
APLICACIÓN DEL MANIFIESTO
Se insta a quienes toman las decisiones a nivel nacional y local y a la comunidad bibliotecaria en general, en todo el mundo, a que apliquen los principios expuestos en el presente Manifiesto.
Este Manifiesto se preparó en colaboración con la Federación Internacional de Asociaciones de Bibliotecarios y Bibliotecas (IFLA) y ha sido aprobado por la UNESCO en noviembre de 1994.
1 comentario:
David Nicolás Flores Vásquez
Para:
Jorge Zavaleta
1 feb. a las 12:27
Muchas gracias, Shava, por mencionarme entre quienes rindieron justificado homenaje a Carlos Eduardo con motivo de su fallecimiento. Carlos Eduardo tuvo muchos méritos y permíteme mencionar que, cuando ejercí el honroso cargo de Presidente de la Asociación de Ex alumnos del Colegio Nacional "2 de Mayo" de Caraz, tuve la oportunidad de Declararlo Socio Honorario de la institución junto a don Washington Castro, nuestro recordado maestro y César Augusto Angeles Caballero, gran literato caracino y Rector de la Universidad San Luis Gonzaga de Ica. La última vez que estuve con Carlos Eduardo fue en el Casino de Miraflores en un almuerzo que nos invitó el Embajador Félix Alvarez Brun, ya fallecido. No puedo olvidar que en esa oportunidad compartí la mesa con el famoso humorista Luis Felipe Angell, "Sofocleto".
Estuvimos en San Marcos, ante sus restos y creo que fue y es muy justificado que Caraz también guarde sus cenizas. Un fuerte abrazo:
David
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