TIME.- JORGE ZAVALETA ALEGRE. La pandemia que ahora azota
a la humanidad ha provocado un escenario
sin precedentes que genera desafíos en
todas las esferas de la sociedad. “Cómo sanar un mundo herido: “El poder del
arte como motor de transformación social en la era pospandémica”. Es el título
que sintetiza la iniciativa de la banca de desarrollo de los Estados de América, que se realizará entre
abril y mayo del 2021, en español e inglés.
La “Encuesta sobre el impacto del
COVID-19 en los museos
iberoamericanos”—a la que
respondieron 434 instituciones de 18 países— muestra que el
50% de las industrias creativas y culturales
tuvo que ajustar
sus actividades en
respuesta a las
medidas restrictivas, y el 60% de ellas se vio obligado a despedir a una
parte importante de su
personal.
“El manifiesto de una Cumbre
extraordinaria” reunirá a líderes culturales, artistas y expertos del Banco Interamericano
de Desarrollo (BID) con el apoyo de una red de instituciones de América Latina
y el Caribe. El encuentro busca resaltar
el rol del arte y la cultura como parte de la solución a estos desafíos.
Durante el 2020, la Red
Latinoamericana de Agencias de Innovación (RELAI) que aglutina 13 agencias de innovación de 13 países de LAC y la Red Europea de Agencias de
Innovación (TAFTIE), integrada por 32 organizaciones de 28 países de Europa, realizaron
dos encuestas. Se pudo observar cómo las agencias de innovación han comenzado a
centrar su atención en las medidas de recuperación económica a más largo plazo.
La situación que se vive ha requerido
que muchas agencias que apoyan la innovación empresarial adapten su forma de
trabajar para ser más ágiles en su gestión. Tanto en América Latina como en
Europa, la pandemia ha acelerado la digitalización del funcionamiento de muchas
agencias de innovación.
A nivel intergubernamental, se
están desarrollando nuevos datos y mecanismos de evaluación para comprender
rápidamente el impacto de las nuevas medidas que se han implementado para
apoyar el crecimiento empresarial y la innovación durante la pandemia.
Especialistas del BID y autores
invitados hablan de la “i”, de innovación, de ideas, de inspiración, de
inversión y de su implicancia en las políticas públicas. Porque innovar
mediante la ciencia, la tecnología, la creatividad y el emprendimiento transformará
la productividad y la calidad de vida de América Latina y el Caribe en la era
digital.
En el Perú, su Comisión Multisectorial de Ciencia, Tecnología
e Innovación (CTI), creada en este año tiene la finalidad de realizar el
seguimiento y fiscalización del cumplimiento
de los objetivos de la Política Nacional y de emitir orientaciones de alto nivel para
la actualización de esta política, a fin de alcanzar la visión estratégica en
CTI del país que incluye a doce ministerios.
En el Perú existe un enorme
déficit. Durante los 25 años finales del siglo pasado se invirtió prácticamente
nada de ciencia y tecnología y la recuperación de este sector se inició a
mediados del segundo decenio de este siglo. Este país de 34 millones de
habitantes el continúa en la zaga en cuanto a la inversión en CTI, con
aproximadamente el 0.12% de su PBI, frente al promedio de América Latina, que
es cinco veces superior. El Perú debería
tener alrededor de 23,000 doctores de alto nivel científico y que solo cuenta
con 5000. Sus agencias PROCIENCIA y PROINNOVATE, recientemente creadas
brindarán una estructura capaz de movilizar y apoyar el desarrollo científico y
tecnológico, así como mejorar el uso de recursos de inversión y de capacidades
humanas.
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