El general en su laberinto es la obra posterior a El amor en los tiempos del cólera y  es la más alejada de la inspiración del Nobel de Literatura Gabriel García Márquez para hacer el registro real mágico que caracterizó a la totalidad de su producción. El general en su laberinto muestra el desconsuelo del Libertador por el naufragio de la empresa a la que consagró su vida: la unidad del continente desde el Río Grande hasta Patagonia. Fueron las conjuras y consejas que concluyen con la muerte de su lugarteniente, Antonio José de Sucre, ambientadas en medio de las fiebres tuberculosas que asaltan a Bolívar en Pativilca, Perú, donde proclamó la Independencia de las repúblicas de los Andes, que recorre desde La Patagonia y termina en las estribaciones de la Gran Colombia.

Este marco histórico contribuye a entender el fraccionamiento de las emergentes repúblicas. La Carta de Jamaica, escrita por Simón Bolívar en 1815, explica con claridad la dependencia social y política de América del Imperio español y el posible futuro de las emergentes naciones. Escrita en Kingston, capital de Jamaica, Bolívar analizaba los éxitos en la lucha por la libertad en América en una suerte de equilibrio de fuerzas logrado por los patriotas en los años de 1810 a 1815.

El documento justificaba a los “hispanoamericanos” en su decisión de independencia, y hacía un llamamiento a Europa para que cooperara en el proceso de liberación emprendido por los pueblos de este nuevo continente. En la tercera y última parte del documento, explicaba y debatía sobre el destino de México, Centroamérica, Nueva Granada, Venezuela, Río de la Plata, Chile y Perú.

Bolívar repetiría hasta el día de su muerte la necesidad de unión entre los países de las Américas. Si bien La Carta de Jamaica estaba dirigida nominalmente al inglés Henry Cullen, el objetivo fundamental era llamar la atención de la nación liberal más poderosa del siglo XIX, Gran Bretaña, con el objetivo de que decidiera involucrarse en la política estadounidense. Sin embargo, cuando Gran Bretaña finalmente respondió a la llamada de Bolívar, prefirió la ayuda de Haití.

Nos trasladamos al año 2020, y nos encontramos con un mundo azotado por una pandemia que causa estragos en la humanidad, y si persiste el egoísmo de los pocos, las consecuencias de la catástrofe son imprevisibles. En las elecciones presidenciales de los EE.UU de noviembre próximo se juega la persistencia destructiva del modelo económico neoliberal o el cambio radical, con alternativas sustentadas en la ética, en la vida, en el respeto y en las oportunidades para todos. La Carta de Jamaica revive en el 2020 con especial vigor.

Kamala Harris nació en California de madre india, pero son sus raíces jamaiquinas y su histórica candidatura lo que cautivan y emocionan a la población de Kingston, capital del país caribeño. La carrera sin límites de Kamala Harris hacia la Vicepresidencia de Estados Unidos ha inspirado esperanzas y sueños en la Jamaica natal de su padre, donde los lugareños la reclaman como propia. “Mi corazón está volando por todos los niños que se ven reflejados en ella y que soñarán en grande debido a esto”, asegura Felicia Mills, una secretaria ejecutiva de 36 años. “Kamala significa mucho para cada niña que alguna vez ha soñado un sueño imposible”, añade, describiendo a Harris como una “jamaicana honoraria”.

La señora Harris fue la primera Fiscal General negra de California y la primera mujer en ocupar ese cargo, mientras que también fue la primera mujer de ascendencia del sur de Asia elegida para el Senado de los Estados Unidos. De 55 años, hizo historia cuando consiguió la candidatura a vicepresidente del Partido Demócrata. Su padre, Donald Harris, se desempeñó como profesor de economía en la prestigiosa Universidad de Stanford en California, donde enseñó y realizó importantes investigaciones. Es un ciudadano estadounidense naturalizado, pero “tenía un compromiso continuo con el trabajo sobre la economía de Jamaica, su país natal”. De ahí que trabajara como consultor del gobierno jamaicano. Él y su esposa, la investigadora del cáncer Shyamala Gopalan, se separaron cuando la pequeña Kamala tenía solo cinco años. Fue Shyamala quien crio a la niña y también a la hermana de esta, Maya.

El popular comentarista político jamaicano Kevin O’Brien Chang afirma que la candidatura de Harris arroja luz sobre la isla. “Ella ha hablado de manera positiva sobre Jamaica en el pasado, es consciente de su herencia y está orgullosa de ella”. “Demuestra grandeza, y se traduce bien que la hija de dos inmigrantes nacidos en los Estados Unidos pueda aspirar al segundo trabajo más poderoso de Estados Unidos”, agregó Chang.

Altos cargos del Gobierno de Jamaica influyeron en la nominación de Kamala Harris y la ministra de Relaciones Exteriores de la nación, Kamina Johnson Smith, felicitó a la senadora por su histórica designación. A menos de tres meses para las elecciones en los Estados Unidos, la gente de Jamaica ya considera la decisión de Harris como un paso histórico en la lucha por la igualdad. La candidata a la Vicepresidencia de EE.UU ha asegurado que “es un honor para mí unirme a Joe Biden y a este equipo en la lucha por el alma de nuestro país. Encantado de conocerte”.

Recordó que “su mamá y su papá”, como tantos otros inmigrantes, vinieron a este país para recibir educación. Mamá, de India. Papá, de Jamaica. El movimiento de derechos civiles surgido en la década de 1960 los unió. “Ese espíritu de activismo es la razón por la que mi madre, Shyamala, siempre nos decía a mi hermana y a mí: No se sientan y se quejen de las cosas. Haced algo. Por eso me convertí en Fiscal de Distrito y luché para arreglar un sistema roto desde dentro. Por eso estoy orgullosa de representar a mi estado como senador de EE.UU. Y es por eso que me siento honrada de unirme a Joe Biden en la batalla para derrotar a Donald Trump y construir un país que esté a la altura de nuestros valores de verdad, igualdad y justicia”.