La democracia no puede pervivir sin unos medios de comunicación libres, diversos e independientes. Los periodistas y agentes de los medios de comunicación de todo el mundo hacen rendir cuentas de sus actos a los funcionarios de la administración, las empresas y la sociedad en general. Sin embargo, muchos de ellos son objeto de amenazas y atentados por el mero hecho de hacer su trabajo, mientras que los autores de tales atentados suelen actuar con total impunidad.
En esta fecha, que ha sido proclamada Día Internacional para poner Fin a la Impunidad de los Crímenes contra Periodistas en virtud de la Resolución 68/163 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, rendimos homenaje a todos los periodistas de todo el mundo que han sufrido atentados y han perdido la vida en el ejercicio de su profesión. También rendimos homenaje a todos esos valientes periodistas que retoman el trabajo de los compañeros que no pueden proseguir sus investigaciones.
Los asesinatos de los periodistas de investigación Daphne Caruana Galizia y Jan Kuciaken la UE demuestran que ninguna región del mundo está a salvo. Estos crímenes despreciables deben investigarse a fondo y enjuiciarse, por ejemplo, en el caso del asesinato del periodista saudí Jamal Khashoggi en el consulado de Arabia Saudí en Estambul. Hemos pedido y esperamos que Arabia Saudí coopere en una investigación exhaustiva, creíble y transparente, e insistimos en la necesidad de aclarar las circunstancias de su muerte y de que los responsables rindan plenamente cuentas de ella.
En muchos países existe una tendencia preocupante a coartar y limitar el periodismo libre, a menudo mediante un cuestionamiento indiscriminado de la credibilidad de los medios de comunicación para desacreditar y debilitar su trabajo. Los periodistas necesitan un entorno en el que puedan trabajar con seguridad y protección, tanto en línea como fuera de línea, sin temor a ser víctimas de acoso, presiones políticas, censura o persecución. Un sistema jurídico sólido debe proteger las instalaciones de los medios de comunicación y a los periodistas en todo el mundo para que puedan desempeñar su cometido con total independencia. En un momento en que la desinformación va en aumento, debe garantizarse la seguridad de los periodistas a fin de que puedan facilitar una información más exacta en provecho e interés de todos los ciudadanos.
La UE seguirá utilizando todos los instrumentos financieros y de política exterior apropiados para mejorar la calidad del periodismo, el acceso a la información pública y la libertad de expresión. Seguirá financiando el Centro Europeo para la Libertad de Prensa y de los Medios de Comunicación y ofreciendo protección específica a través de los programas dedicados a los defensores de los derechos humanos.
Todos los Estados, dentro y fuera de la Unión Europea, tienen el deber de cumplir sus obligaciones de preservar la libertad de expresión y la seguridad de los periodistas facilitando un entorno jurídico propicio, tomándose en serio las amenazas contra ellos y enjuiciando con firmeza los atentados que se produzcan. Esperamos que todos los Estados refuercen las medidas preventivas mediante la movilización de todas las partes interesadas y la creación de mecanismos de seguridad nacionales, en consonancia con el Plan de acción de las Naciones Unidas sobre la seguridad de los periodistas y la cuestión de la impunidad.
El periodismo libre es la piedra angular de unas sociedades libres: coartarlo es coartar nuestra propia libertad.
AR/VP Federica Mogherini