Fotos Oxam,
Jorge Zavaleta Alegre, Washington DC.
TIME ,- Economía Social de Mercado. Con este nombre empezó a
caminar el modelo de la economía después de la caída del muro de Berlín. Pero después se redujo a Economía
de Mercado.
En el 2017, el Foro Económico Mundial que reúne en Davos-Suiza,
a líderes políticos y empresariales, expuso una investigación sobre alternativas para que la economía se
acerque a la realidad crítica de la población del planeta:
Winnie Byanyima, presidente de OXFAM (+), dio a conocer que sólo ocho
personas tienen la misma riqueza que la mitad de los más pobres de la
población mundial, 3.600 millones de personas.
Cientos y miles de páginas se han publicado en todo el
mundo, que muchas personas están siendo dejadas de lado. Sus salarios se
estancan mientras las remuneraciones de los presidentes y altos directivos de
grandes empresas se disparan; se recorta la inversión en servicios básicos como
la sanidad o la educación, mientras grandes corporaciones y grandes fortunas
logran reducir al mínimo su contribución fiscal; y los Gobiernos ignoran ese
lado oscuro.
Las mujeres, sobrerrepresentadas en los sectores con
peores salarios, sufren mayores niveles de discriminación en el ámbito laboral
y asumen la mayor parte del trabajo de cuidados no remunerado.
Entrevistas a trabajadoras del sector textil en
Vietnam revelan que trabajan 12 horas al día, seis días a la semana. Mientras estas
trabajadoras apenas perciben un dólar a la hora por producir prendas de ropa
para algunas de las principales marcas de moda, los presidentes de estas
corporaciones figuran entre las personas con mayores ingresos del mundo.
Esta inadmisible
diferencia ha generado algunas voces. Oxfam plantea “un nuevo enfoque basado en
creencias compartidas que apuesten por gestionar la economía de tal forma que
funcione para la mayoría y no sólo para una minoría afortunada".
"Los Gobiernos no están indefensos ante el cambio tecnológico y las fuerzas de los mercados. Si los políticos dejaran de obsesionarse con el PIB y se centraran en adoptar medidas en beneficio del conjunto de la ciudadanía y no sólo de unos pocos, sería posible lograr un futuro mejor para todas las personas".
Entre las medidas propuestas por Oxfam para lograr una
economía más humana se incluyen:
Los gobiernos deben frenar la concentración extrema de
riqueza para acabar con la pobreza. Deben incrementar los impuestos tanto a las
grandes fortunas como a las rentas más altas de cara a lograr un sistema más equilibrado
que genere los recursos necesarios que garantice la inversión pública en
sanidad, educación y creación de empleo.
-Los Gobiernos deben favorecer la cooperación entre ellos,
y no la competencia. Deben trabajar juntos para garantizar que los trabajadores
reciben un salario digno y poner freno a la elusión y evasión fiscal, así como
a la carrera a la baja en la tributación empresarial.
-Los Gobiernos deben apoyar a las empresas que operan en
beneficio de sus trabajadores y de la sociedad en su conjunto, y no sólo en el
interés de sus accionistas; empresas como la corporación Mondragón, propiedad
de sus 74.000 trabajadores y con una facturación superior a los 10.000 millones
de euros. Todos ellos reciben un salario digno gracias a una estructura que garantiza
que el salario del mayor directivo no supere en más de nueve veces el de un
puesto base.
-Los Gobiernos deben asegurar que las economías sirvan de
manera equitativa a mujeres y hombres. Deben contribuir a eliminar las barreras
que limitan su progreso económico, como el acceso a la educación o una carga
excesiva de trabajo de cuidados no remunerado...
DESIGUALDAD GLOBAL. Para Oxfam, estas son las diez
principales causas de la desigualdad global.
1- Sistemas fiscales injustos. La desigualdad aumentará
si los que menos ingresos tienen siguen pagando más impuestos que los ricos.
2- Corrupción y flujos ilícitos de
capitales. Hay que poner fin a la hemorragia financiera y robo que
provocan la corrupción, la deuda pública odiosa y la evasión fiscal. Para ello,
es imprescindible combatir la opacidad del sistema financiero internacional,
con especial énfasis en la lucha contra los paraísos fiscales.
3- Distribución injusta de la inversión y el gasto
público. La desigualdad aumenta cuando determinados grupos de ciudadanos o
instituciones, sea por razones étnicas, de clase, geográficas, religiosas,
etc., se benefician de mayores niveles de inversión y gasto público que el
resto, lo cual se traduce en mejor acceso a servicios sociales básicos como
salud o educación, o mejores infraestructuras, como por ejemplo, en energía y
comunicaciones. En muchas ocasiones las decisiones políticas sobre inversiones
y gasto público no se rigen por criterios de justicia social, sino de
conveniencia y connivencia.
4- Distribución injusta de la tierra. En muchos
países se han promovido procesos de concentración de la tierra en manos de los
más poderosos. El acaparamiento de tierras por inversores extranjeros también
está dejando a millones de persones en el mundo sin tierra para cultivar.
5- Acceso desigual al capital, conocimiento y
tecnología. Nuestra posibilidad de progresar como individuos depende de la
oportunidad que tenemos para acceder a conocimientos, tecnología y capital. Es
el débil acceso a estos factores lo que explica, por ejemplo, que determinadas
poblaciones sean mucho más vulnerables que otras a sufrir las consecuencias de
una sequía.
6- Privatización. En algunos casos, la
privatización de servicios públicos como el agua, energía, salud o educación ha
comportado la exclusión a los mismos de personas que no se pueden permitir
pagar los precios establecidos por el mercado. En Suráfrica, por ejemplo, la
privatización de servicios públicos ha comportado que algunos analistas se
refieran a un nuevo ‘apartheid’ entre ricos y pobres.
7- Acceso injusto a la información y exclusión de
los espacios de toma de decisiones sobre políticas que influyen en nuestras
vidas. Allí donde hay un déficit democrático producido por la falta de
transparencia, la escasez de mecanismos de participación ciudadana y la
debilidad de sistemas de rendición de cuentas por parte del gobierno a la
ciudadanía se establece el caldo de cultivo perfecto para que las élites
capturen el sistema político en beneficio propio.
8- Desigualdad de género. Las desigualdades
actuales entre hombres y mujeres son el resultado de políticas, prácticas y
creencias injustas. Necesitamos políticas que promuevan la justicia de género.
No sólo para el beneficio de las mujeres, sino de toda la sociedad.
9- Impunidad y control del sistema judicial. La ley
se debe aplicar a todos por igual. Nadie debería disfrutar de impunidad por
delitos cometidos, sea la violencia organizada, el robo de dinero público o la
colusión entre intereses políticos y económicos.
10-Conflicto. En ocasiones, la violencia y el conflicto
no sólo producen pobreza, sino que son un mecanismo para reforzar y perpetuar
el poder de determinados grupos de población sobre otros, o una vía para
consolidar el acceso privilegiado de unos cuantos a dinero público o recursos
naturales, en su país o fuera del mismo.
¿Dónde estamos hoy? No hemos llegado ahora de golpe, sino
que es el resultado de una serie de actuaciones sociales moldeadas a lo largo
de muchos años. Creándose diferentes estamentos y capas sociales que a lo largo
del tiempo han sentado cátedra. De ahí las diferencias entre la gente.
El mundo ha hecho
avances significativos para reducir la pobreza. Sin embargo en los últimos treinta años, más
de 1000 millones de personas han
salido de la pobreza extrema. Sin embargo, la porción de los ingresos que le
corresponde a la mitad más pobre de la humanidad apenas ha cambiado en ese
período, pese a que la producción económica mundial se ha triplicado con
creces desde 1990. Las desigualdades socavan el progreso económico, lo que
a su vez agudiza las diferencias sociales generadas por las desigualdades.
Si bien la tecnología
puede ser un gran elemento igualador —por ejemplo, al mejorar la conectividad,
la inclusión financiera y el acceso al comercio y a los servicios públicos—,
las personas que aún no están conectadas pueden quedar aún más marginadas,
sobre todo si se tiene en cuenta que el progreso se está ralentizando, e
incluso invirtiendo, en algunos grupos.
NO
BASTA CON CRECER
Si se mantiene el grado actual de desigualdad, la economía mundial tendría que crecer 175 veces para que todos ganaran más de 5 dólares al día. Es evidente la necesidad de lograr un crecimiento inclusivo, equitativo y sostenible, que garantice el equilibrio entre las dimensiones económica, social y ambiental del desarrollo sostenible.
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Fuentes consultadas.
Oxfam
Internacional fue fundada en 1995 por un grupo de organizaciones no
gubernamentales independientes. Su objetivo era trabajar en conjunto para
lograr un mayor impacto en la lucha mundial por reducir la pobreza y la
injusticia.
El
nombre "Oxfam" proviene del Comité de Oxford de Ayuda contra el
Hambre (Oxford Committee for Famine Relief), fundado en Gran Bretaña en 1942.
Este grupo de ciudadanos y ciudadanas se movilizó para que los barcos del
bloque aliado llevaran provisiones de comida a las mujeres y niños de Grecia,
país ocupado durante la Segunda Guerra Mundial.
CÓMO
COMBATIR LAS DESIGUALDADES
Lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible
\PNUD | Conclusiones del Índice de Pobreza
Multidimensional
Universidad ONU | Base de datos mundial sobre la
desigualdad de ingresos
BID y Economist Impact, muestra mejoras del
entorno para APP en la región. Brasil, Chile, Uruguay,
Colombia, Perú, Panamá y Costa Rica lideran el Infrascopio 2021/2022, que
evalúa la capacidad de los países para movilizar inversión privada a través de
Asociaciones Público-Privadas (APP). Revisar los principales resultados de la séptima
edición del Infrascopio 2021/2022, publicación que evalúa
la capacidad de los países para movilizar la inversión privada en infraestructura.JZA.