Papel de Arbol

sábado, 30 de mayo de 2020

Algunos alcances sobre Luis Pardo "El Famoso Bandolero". Escribe David Flores Vásquez




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David Flores Vásquez, 
jurista, especializado en Turismo e Integración, 
es director de La Lira Huaylina.

No he tenido la suerte de llegar a Chiquián, tierra de Luis Pardo, pero  conozco la ciudad, mentalmente,  a fuerza de quererla. Sus hijos la llaman también “Espejito del Cielo”. En las veces que he pasado por Conococha (De Coñoc cocha,  “represa caliente”) he visto la carretera que la circunda y que, dice, va a Chiquián. Vale añadir que Conococha, es la parte más alta en la carretera que va de la costa, pasando por Paramonga,  al  Callejón de Huaylas.  

En la laguna mencionada nace el famoso  Río Santa, allí como modesto riachuelo que recorre la inmensa Pampa de Lampac  pero  que, conforme va  bajando la pendiente entre las cordilleras, haciendo sonreir a los pueblos del  Callejón,  se convierte en el río más caudaloso de la costa peruana  desembocando  en el Océano Pacífico,  en el pueblo de Santa,  que le da su nombre.  Este río, que muchas veces ha generado muerte y destrucción,   se angosta en el Cañón del Pato, pues las cordilleras en ese lugar prácticamente  se besan,  es el que genera la energía eléctrica que permite el funcionamiento  de la Siderúrgica de Chimbote y brinda energía eléctrica a gran parte del país. Vale mencionar que para ello,  partiendo de “La Represa”   recorre miles de metros horizontalmente por la entraña de la montaña y luego cae perpendicularmente  en el “Pique”,  en la Casa de Fuerza, (cerca de Huallanca) desde 600 metros de altura para mover las famosas Pelton que generan la energía eléctrica, volviendo así   a su cauce.  Más adelante sirve también este río para ese gran Proyecto denominado  CHAVIMOCHIC que, ojalá, pronto llegue a su plena ejecución para el ansiado progreso del norte del Perú. 

A propósito del Cañón del Pato, existe una carretera que une Caraz con Huallanca, con 42 túneles oradados en roca viva,  alarde de la ingeniería. Se sabe que el sabio Santiago Antúnez de Mayolo, que concibió el Proyecto, se iba por Huaylas (parte superior de Huallanca) y que desde allí, llevaba a los huaylinos,  que  amarrados de la cintura, eran suspendidos en el precipicio  para perforar la roca y colocar la dinamita que más tarde permitiría la apertura de la carretera. Los cuerpos despedazados de muchos  de ellos,  al explotar la dinamita, son el tributo ignorado en  el avance de nuestra Patria.

Pero volvamos a Conococha:  En los viajes de retorno a Lima, siempre fue el lugar de obligada parada para adquirir los ricos quesos de Chiquián, excelente regalo para los familiares y amigos. Acá es justo reconocer a los esforzados y pocos habitantes de esa ciudad tan alta, usualmente oriundos de pueblos vecinos,  que desafían el frío de sus  más de cuatro mil metros de altura y ofrecen al viajero las delicias de un café caliente. ¡Nada más agradable!. 

Vamos ahora a hablar de Luis Pardo, pues es ese el objeto de esta pequeña crónica y nos hemos estado desviando; son pasajes que me han contado y que ayudan en la leyenda sobre nuestro personaje, una especie del Robin Hood moderno:

1.- Un amigo, que ya no está con nosotros, me contaba de sus antiguas  peripecias cuando tenía que viajar de Lima al Callejón de Huaylas, en parte en  acémila. Las carreteras actuales, obviamente,  llegaron mucho  después. Me contó que una tarde, mientras viajaba por nuestra serranía,   lentamente en su modesto caballo, fue alcanzado por  otro viajero, igualmente en su acémila,  que le trabó conversación, haciéndose desde entonces  más ameno el viaje.
Como ya les iba a cerrar la noche mi amigo indicó a su ocasional acompañante que iba a pernoctar en el pueblecito al que ya llegaban, para proseguir al día siguiente a las cinco de la mañana. 

El acompañante le dijo que él también se quedaría, pues iba allí solo para asistir al velorio de un ahijadito y que  como por desgracia se había quedado sin ningún dinero, le pedía  prestado algo  para comprar unas velas, con cargo a devolverle al día siguiente a las cinco de la mañana en el  alojamiento que le indicara. 

Dado el monto solicitado,  mi amigo no tuvo, dice,  inconveniente en darle el préstamo, considerándolo casi una donación pues no conocía a esta  persona y,  sin más,  se despidieron. Al día siguiente, como estaba previsto, mi amigo se aprestaba a proseguir con el viaje cuando se presentó puntual su desconocido acompañante y agradeciéndole mucho le devolvió el préstamo y se puso a sus órdenes dándole su nombre: Soy  Luis Pardo, le dijo.
Mi amigo al contarme la historia me decía asombrado: “Imagínese que he caminado siquiera unas tres horas con el famoso bandolero,  sin saberlo”.

2.- Otra persona me contó que Luis Pardo era exigente y altanero con quien le cerraba la puerta de su tienda en la que aparecía de improviso. Lo obligaba a abrir. Pedía lo que quería y luego se iba sin pagar. En cambio,  a quien lo atendía sin temor, le pedía de todo y le pagaba siempre en exceso, sin pedir jamás el vuelto.

3.- Me contaron de una reunión en una ciudad de la costa en la que  los asistentes  solo hablaban de las  andanzas y terribles actos atribuidos a Luis Pardo,  expresándose sobre él en los peores términos. No había otro tema de conversación.
De pronto, en plena reunión,  un asistente solicitó el  uso de la palabra y en pleno silencio dijo a los presentes: “Señores: El león  no es tan fiero como lo pintan. Acá me tienen; Yo soy Luis Pardo”. 
Me dijeron  que la reunión terminó como por encanto y desapareció también nuestro personaje.

Finalmente, el vals que lleva su nombre fue siempre muy entonado como pieza clave en el cancionero criollo y creo  ha servido y sirve para acrecentar la leyenda que aún  se teje sobre él. 


Editor. Con la venía  del Doctor Flores, apasionado promotor del desarrollo del  turismo cultural del Perú, incluimos el siguiente documental, que sin duda muchas décadas han pasado en el silencio, pero no el olvido la vida de un anarquista-bandolero. La Biblioteca del Congreso de Washington  nos ofrece la oportunidad de ampliar el horizonte histórico social de nuestros pueblos.
DOCUMENTAL SOBRE LOS CAMINOS DE LUIS PARDO, OPINIONES, CANTOS Y COMENTARIOS. Jza.











PERÚ - ALEMANIA, LA PAPA PARA EL MUNDO

Fuentes consultadas
Jorge Aguilar, Revista  El Conocedor,
DW TV Alemania.
Centro Internacional de la Papa, Lima CIP.
Centro de Estudios Latinoamericanos de las Fundaciones Newmann y Ebert. Ministerio de Agricultura de Perú.
Visita a los productores paperos de Huancavelica, Ayacucho, Huamachuco...Agencia Andina informe en el Día de la papa.
En el Perú, la  papa que se cultiva en los Andes, el mayorista compra en el 2020, siete kilos con un dolar americano. Y en   supermercado de la capital, solo un kilo. Y en los establecimientos de EEUU, cada kilo cuesta entre 3 a 5 dólares. Una conclusión muy simple. La papa del Perú genera a los exportadores entre 35 a 40 veces más del precio que pagó en los canpos de cultivo. 

La responsabilidad de un país productor  de alimentos tiene que asumir que los cosumidores en el mundo souman 9,9 mil millones de personas.

El Perú, según la agencia Andina, que pondera la invalorable riqueza en manos de los agricultores, tiene más de 3,500 variedades de papa, la mayor del mundo, y son más de 700,000 las familias que viven de su cultivo en 19 regiones productoras. El  30 de mayo, es el Día Nacional de la Papa.

Estas variedades de papa, con diferentes propiedades nutricionales, contenidos y cualidades, han sido posibles gracias a la loable labor de conservación de las comunidades de pequeños agricultores que habitan sobre todo en las zonas andinas y que representan a la agricultura familiar.

El Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) destacó que en el actual estado de emergencia sanitaria nacional por el covid-19, por cada agricultor de papa en el país, 42 familias pueden contar con este superalimento, de gran valor nutricional, en sus mesas cada día.


Alemania considera la papa, símbolo de poderío y liderazgo.Es el país rico en cultura y tradición, está formado por una historia plural y diversa. En su territorio reina un alimento que parece ser el verdadero unificador culinario alemán: la papa.

“Los alemanes aman la papa”.  La historia de los alimentos, indica que  este tubérculo nace en Sudamérica hace poco más de 8, 000 años. Lo aman y utilizan en prácticamente todas las diversas gastronomías del sur, norte, este y oeste de este país que sufrió una larga historia de violencia infinita. Su popularidad no distingue estilos ni regiones y parece ser el verdadero vínculo de unión de un país diverso, rico y poderoso que por generaciones nos ha mostrado que el mundo no sería lo mismo sin los alemanes.

País diverso, no sólo en su gastronomía sino en su cultura, sociedad, política, economía y desarrollo científico y tecnológico, como pocos  en el mundo. Técnicamente, la Alemania que hoy se conoce no nació sino hasta el año de 1871, y su sociedad ha pasado a lo largo de su historia por diversas etapas que la dividen, unifican y, al final del día, la fortalecen.
A lo largo de varios siglos, Alemania ha sido un terreno fértil y cambiante desde el punto de vista geopolítico; formando así el Sacro Imperio Romano Germánico, el reino Prusiano, la Confederación Germánica, el Imperio Alemán, la Alemania Nazi, la República Federal Alemana, la República Democrática Alemana hasta llegar así a la Alemania de Ángela Merkel que hoy conocemos.

En pocos más de diez siglos de transformaciones geopolíticas, las consecuencias de esos cambios han dado como resultado una multiplicidad cultural, social, étnica, territorial, económica, política e indiscutiblemente gastronómica inigualable.
Desde romanos–germanos, pasando por eslavos, sajones y “alamanes”, hasta teutones y alemanes después de la caída del Muro de Berlín, el territorio central de Europa se ha consolidado como una vorágine de cambios que, fiel a la tradición alemana, han fortalecido y creado un estado rico en lo económico, lo cultural y lo gastronómico.

La gastronomia alemana está constituida por una mezcla de artes culinarias que varía  de región a región y que está muy influenciada por su entorno cultural y su tradición social. Por ejemplo, al oeste del país hay una fuerte influencia de la cocina francesa, rica en productos vitivinícolas por cierto; mientras que al sur, en la región Baviera y Suabia –donde se ubica la ciudad Munich, productora de cerveza-, la alimentación es exquisita en estilos y platillos suizos y austriacos como la gran variedad de harinas (mehlspeisen) y pastas típicas alemanas denominada knödelgerichte, por ejemplo los dampfnudel (pasta al vapor), los germknödel (bolas de pasta rellenos de compota de ciruela), los Zwetschgenknödel (similares a los germknödel pero con otro tipo de ciruela, empleada como relleno), los Semmelknödel (bolas de pasta con pan), y los leberknödel (bolas de pasta con hígado de ternera).

En el norte del país son tradicionales los pescados y los alimentos marinos de las zonas costeras del Mar del Norte: arenque –principalmente el plato típico denominado Rollmop-, salmón, seelachs –similar al bacalao-, solla, rodaballo y carbonero.

La cocina del noreste es muy afín a las carnes y comprende las regiones de Mecklemburgo-Pomerania Occidental, Brandenburgo y Berlín, tiene sabores fuertes heredados de gastronomías vecinas, como la checa, polaca y rusa. En la ciudad de Berlín se cocina y prepara el eisbein (codillo de cerdo cocido), el kasseler (filetes de Sajonia), el bockwurst (salchicha gruesa), y el bulette (similar a una hamburguesa), así como la muy popular currywurst (salchicha con curry y salsa de tomate), símbolo de la cultura popular originaria de esta ciudad. Los platos con pescado son tradicionales en esta zona del este con alta influencia holandesa.

En Berlín, en Munich o Duseldorf, los expertos en gastronomía regional, no son  los advenedizos que sorpremdem al consumidor y trafican con la comida fusión. Ellos nos explican con profundo conocimiento, la  existencia de  sólo 3 alimentos que permean todo el territorio alemán: la col, la cebolla y por supuesto la kartoffel (patata o papa, como es conocida en América Latina).

A lo largo de guerras, independencias, divisiones y reunificaciones, la kartoffel pasó de ser un alimento necesario y de una rareza botánica singular a un producto fundamental, que reina y forma parte de la alimentación básica de la gran mayoría de los platillos alemanes, independientemente de sus orígenes, antecedentes y regiones, por considerarlas particularmente “sabrosas”.

FLOR DE PAPA

En un inicio la flor de la papa resultó tan atractiva que los viejos europeos no podían destinarla a la destrucción para su alimentación. La conquista del Nuevo Mundo hizo que los europeos conocieran la papa y las llevarán a sus países El consumo de los frutos de la planta (no de su raíz) terminaba a menudo en un dolor de estómago, incluso en envenenamiento, lo que favoreció que florecieran los prejuicios contra esta planta. No existe un registro fehaciente de cómo fue que la papa arribó a los territorios teutones. Sin embargo, se tienen reminiscencias de que fue a través de un botánico llamado Clusius, quien en 1589, llevó y cultivo el tubérculo en su jardín botánico de Fráncfort del Meno.

La primera vez que se cultivó la papa en Alemania fue en 1647, aún bajo el reinado prusiano, en Pilgramsreuth, gobernado por la Dinastía Hohenzollern, y en 1649 en el Listgarten de Berlín. A principios del siglo XVII,  la papa se constituyó como una delicia culinaria no sólo en esa Alemania, sino en toda Europa. Se dice que Federico II, apodado el Grande de Prusia, además de ser un monarca belicoso y masón, fue un amante del consumo de la papa y contribuyó a su expansión masivo en toda Alemania. Se sabe que él controlaba personalmente el cultivo de la kartoffel.

LIMA Y CONGRESO MUNDIAL DE LA PAPA 
Revisamos  los acuerdos del 10° Congreso Mundial de la Papa y el XXVIII Congreso de la Asociación Latinoamericana de la Papa (ALAP), realizados el 2018. 

Estos eventos atrajeron al centro de origen de la papa a más de 800 participantes de 50 países que durante cuatro días asistieron a presentaciones científicas. 

Esta cita se realiza cada tres años en un país diferente y es organizado por World Potatoes fund , en colaboración con el Centro Internacional de la Papa (CIP) con sede en Lima, la Universidad Nacional Agraria La Molina, el Ministerio de Comercio Exterior y Turismo del Perú y la oficina en el Perú de la Organización de las Naciones Unidas y por cierto el Ministerio de Agricultura.

Expertos de papa de todo el mundo participaron en las sesiones técnicas abordando siete temas: cambio climático y sistemas agroalimentarios de papa; tendencias de consumo y mercados; desarrollo de variedades y biotecnología; plagas y enfermedades; manejo de cultivos; poscosecha y tecnologías de procesamiento; y la diversidad de la papa y su relación con el mejoramiento, la nutrición y la salud.

El Dr. David Ellis, Jefe del Banco de Germoplasma del CIP, explicó “Hacia una Mayor Comprensión del Parentesco Genético en la Papa Cultivada”, describiendp los resultados genotípicos de toda la colección de germoplasma de papa del CIP y sus implicancias para mejorar la taxonomía de la papa.

El entomólogo Jürgen Kroschel cómo afectará el cambio climático al riesgo de pérdida de cultivos por las plagas de papa en los Andes en las próximas décadas. Incidió en las evidencias de prácticas agrícolas climáticamente inteligentes y sostenibles en los Andes durante los imperios precolombinos Wari e Inca —tales como los andenes o terrazas para un mejor manejo de suelos y agua— y los conectó a la necesidad de una segunda revolución agrícola en el siglo XXI para ayudar a los agricultores andinos a enfrentar el cambio climático. Este Congreso Mundial de la Papa 2018 fue inaugurado el 28 de mayo por el actual Presidente del Perú, Martín Vizcarra.

El embajador Kenneth M. Quinn, Presidente de la Fundación del Premio Mundial de la Alimentación, exhortó a los participantes a enfrentar el desafío de alimentar a las más de nueve mil millones de personas que habitarán la Tierra en 2050.

El 11° Congreso Mundial se realizará en Irlanda en 2021. El libro “La Papa: Orgullo del Perú”, publicado por la Universidad San Ignacio de Loyola (USIL), fue presentado en esa cita, dando relieve a las papas nativas del Perú.

En el Cusco, el Parque de la Papa es una colaboración de seis comunidades agrícolas indígenas con la Asociación Andes dedicada a la preservación in situ, la investigación participativa y el uso sostenible de aproximadamente 1,400 cultivares de papa nativa.

Estación Experimental Andenes del INIA comprende 33 terrazas agrícolas sostenidas por muros de piedra que fueron construidos por los incas. Allí describen el conjunto de alimentos andinos llamado pachamanca: combinación de carnes, papas, camotes, habas, maíz y hierbas locales asadas en un lecho de piedras al rojo vivo enterradas en el suelo.

En el Cusco se puede visitar áreas donde se domesticaron los primeros tubérculos hace casi 10,000 años, y donde los agricultores locales preservan la diversidad genética de la papa que podría ser la clave para garantizar la seguridad alimentaria y los medios de subsistencia de las personas de todo el mundo en los milenios por venir.

VOCES  DE ALARMA
El economista Eduardo Zegarra, desde Arequipa, describe que en el Perú  hay una muy grave crisis agraria de los productores de papa que repercute en el escenario nacional. Paros agrarios, 

El Ministerio de Agricultura a la deriva, sin política agraria ni de desarrollo rural, y con incapacidad para proveer información, orientación y, sobre todo, para generar un mínimo de planificación y regulación en favor de los cientos de miles de productores de papa que hoy enfrentan un serio revés económico.

El discurso oficial sobre esta crisis ha sido el de la “sobreproducción”, es decir, la culpa la habrían tenido lo propios productores de la sierra por haber sembrado mucho más de lo normal.  

En este escenario, un ministro de Agricultura incursionó en su primer día como ministro con un acuerdo fallido para que seis gobiernos regionales compren “excedentes de papa”.  En algunos años se recomendaba la compra de papa por un Estado que no tiene mayor capacidad administrativa, ni infraestructura de almacenamiento ni de transporte de productos agrícolas se parece más a una receta  para el desastre.

La pequeña agricultura familiar no ha sido ni es prioridad del modelo económico vigente, salvo para que vendan sus tierras o su trabajo a los grandes intereses corporativos.  Un estado que haga un mínimo de planificación debería restringir la siembra de papa en la costa a un periodo consistente con la menor oferta de papa de la sierra. La desordenada siembra de quinua en la costa terminó arruinando a miles de productores altoandinos. Y así no aprendemos.
En suma, la crisis de la papa es una clara prueba de los límites de un modelo económico ultra liberal que soslaya  a la pequeña producción agrícola familiar y que ha obstaculizado en forma persistente la organización seria de servicios públicos críticos como la provisión de información oportuna; la aprobación y sanción de regulaciones y procesos de zonificación que ordenen los mercados de productos más volátiles; y sobre todo, a la implementación de una política agraria coherente, que priorice a la agricultura familiar en lugar de darle desmedidos privilegios a la gran agro exportación costeña.  

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