“ Los cómics y el cine nacieron a finales del siglo XIX, e iniciaron un
intenso, complejo proceso de interacciones y préstamos de personajes que perduran hasta nuestros
días y que han edificado un pilar central en la mitología colectiva de nuestro
siglo”
•elmercuriodigital ▫ Jorge
Zavaleta Alegre.- Los cómics siempre han estimulado el humor, la sátira, la carcajada, la burla. Y
la ausencia de este género en la
educación familiar o escolar ha
limitado la comprensión o la ironía como el arte de la convivencia.
Para el cómic, el horizonte crece y rápido. La búsqueda de la
libertad es un paradigma, como se demostró el ataque
terrorista al semanario Charlie Hebdo, en que fallecieron doce personas. El festival de cómic europeo incluyendo el
premio por "Charlie Hebdo” a la libertad de expresión", corrobora, en
palabras de los organizadores de
Angulema que dejará de existir cuando todos los dibujantes del mundo puedan
ejercer su trabajo con total libertad.
En el caso de Italia, el
progresivo crecimiento del cómic de producción nacional, tiene una enorme
connotación política, “porque el régimen fascista considera moralmente
perjudiciales a los personajes estadounidenses e insiste para que se presenten a los jóvenes lectores modelos héroe “todos italianos”.
Curiosamente, señala la historia, que “solo se salva de esta progresiva clausura Mickey Mouse, ya
que… les gustaba a los hijos del Duce. Al iniciarse la Segunda Guerra Mundial,
todo se acabó por un tiempo, y también la fantasía de los jóvenes lectores”
EEUU-ITALIA
Los cómics, (“cómicos”) nacieron en los EEUU a finales del siglo XIX, y condensan
personajes míticos universales.
Es un fruto multicultural, consecuencia de
esa espontánea alianza con
el cine, la prensa escrita, las versiones teatrales, radiofónicas y la TV, que recogieron a sus más destacados
autores, empezando por Italia.
Recorre América Latina, incluyendo el Instituto Italiano
de Lima-IICLIMA, la exposición ¡Comics, que pasión!”, producida por los
Maestros del “comic italiano de los
años treinta hasta la actualidad”. El curador de la muestra es Maurizio Scudiero
y el organizador Davide Sandrini.
El actual escenario del cómic
italiano es increíblemente variado, con sus volúmenes populares mensuales, los cuadernos de Mickey Mouse que en 1932
cambia por Topolino, desde las
viñetas de sátira política hasta novelas
literarias en forma de historieta.
Los mejores nuevos artistas
italianos como Simone Bianchi han sido contratados para ilustrar
publicaciones norteamericanas, “recorriendo así al revés un camino
iniciado hace más de 100 años, cuando las primeras viñetas llegaron a Italia de Norteamérica.
Sigue liderando el mercado de
Italia la Editorial Bonelli, con sus series de calidad, como Ken Parker (1977), un wester humanista
que propugna el respeto de las culturas nativas norteamericanas.
Italia, 27 de diciembre de 1908.
Ese día aparece en los quioscos la
primera edición de la revista
semanal Corriere del Piccoli,
dirigida a niños y adolescentes, de
cuyas ediciones del comic estadounidense
los nombres son italianizados, en
vez de los globos norteamericanos, al pie de las viñetas aparecen textos en verso que resumen la
historia, logrando crear personajes italianos. Destaca el Signor Bonaventura, inventado por Sergio
Tofano sobre la historia de un millonario nativo que se autocalificaba así por
ganar cada día un millón de liras.
En las últimas décadas se aprecia que en la literatura de
ilustradores, se hace evidente el arte y la pintura contemporánea. Algunos referentes es el cómic Moby Dick de
Hermann Melville (1967) y la vida de la
modelo Valentina (1965) obra de Guido
Crepax.
En la historia del cómic, se
destaca la migración de autores
de historieta como Assp di
Picche, para formar una escuela de artistas que mantendrá vínculos con Latinoamérica, desplazándose a Argentina
para publicar en Buenos Aires. Entre ellos destaca el historietista italiano de origen
safardí Hugo Pratt, futuro autor del
clásico contemporáneo Corto Maltés
El cómic, desde la óptica
norteamericana, cuenta con frondosa literatura.
Maurice Horn, reconocido escritor
de cómic, tiene entre otros méritos, su primera exposición en el Louvre en 1967 y en la primera convención
de comics en Nueva York 68. Ha
escrito textos sobre Animation, Cartoons
y Comics y es un experimentado consultor para la TV
especial de Cartooning. En una de sus obras cronológicas dedicadas a
los 100 años de Comics, precisa que el primer aporte fue en 1894: ”Feudal Pride
in Hogan´s Alley, a large castoon by
R.F. Outcault feuturing a bald-headed, night-shirted kid, appears in the humor
magazine Truth.
Los cómics en el caso de los EEUU, remarca M. Horn, tienen una estrecha relación con el cine,
entre sus personajes míticos, como en sus estilos y técnicas narrativas, con
referencias a sus versiones teatrales, radiofónicas y televisivas.
“ Los cómics y el cine nacieron a finales del siglo XIX, e iniciaron un
intenso, complejo proceso de interacciones y préstamos de personajes que perduran hasta nuestros
días y que han edificado un pilar central en la mitología colectiva de nuestro
siglo”, sostienen Javier Coma y Roman Gubern.
Los grandes autores de comics
forman parte de la historia de los grandes periódicos, porque en sus páginas
están todas las tiras de América favoritas: Blondie, cacahuetes, Príncipe
Valiente, Dick Tracy, Beetle Bailey, y muchos más.
PERU Y LA TIRA DEL CUY
La historia
de la caricatura en Perú ha
involucrado a Huamán Poma de Ayala,
Pancho Fierro, Abraham Valdelomar,
Vinatea Reynoso, los hermanos Vargas, Teodoro Nuñez Ureta, Julio Málaga Grenet,
entre otros.
“Caricatuyas” de Manuel Loayza, publicó en varios diarios de Lima. Loayza radica
en Venezuela. Su obra involucra caricaturas de Michael Jackson, Andy
Warhol, Julio Ramón Ribeyro, Mario Vargas Llosa, Orson Wells, Pablo Neruda,
Arturo Corcuera, Steven Spielberg, Alfonso Barrantes, The Beatles, J. E.
Eileson, Louis Armstrong, Mike Tyson, Madonna, el Zambo Cavero, Ghandi, entre
otros. Algunos comentarios señalan que los sugerentes retratos provocan carcajadas muy parecidas a alaridos
de rabia, ponen en evidencia las tramas en las que muchos absurdos -construidos
con la lógica y la coherencia de dar gato por liebre- enmascaran realidades.
Y un aporte vigente nos ofrece
Juan Acevedo (Lima, 1949),
conocido por el simbolismo de
"El Cuy", roedor andino, mascota de los niños y que lidera la
legítima gastronomía nacional. Ha creado historietas, caricaturas y viñetas
de humor gráfico, publicadas en especial
en el diario Marka, cuyos tirajes superaban los 150 mil ejemplares y El Cuy
expresaba el humor popular y
satírico. En los años 70, como explica Acevedo, se expande la historieta alternativa,
ideológica, de izquierda. Y su talento lo llevó
a enseñar cómo se hace
historietas. Fue profesor de historia
del Arte en las Universidades donde había estudiado, conservador en el Museo de
Arte y de Historia del UNMSM y Director
de la Escuela Regional de Bellas Artes de Ayacucho. "Para hacer historietas", es
su libro reeditado y traducido numerosas
veces, fuente de consulta a cientos de
talleres de historieta popular. Ha trabajado con miles de niños, de estudiantes, de pobladores
de barriadas, llevados por el mismo en un viaje hacia la conquista del
territorio de la imagen y la palabra.
CHARLIE HEBDO
Se ha creado un festival de cómic europeo incluyendo el
premio por "Charlie Hebdo". Los organizadores de Angulema entregarán cada año el "Premio Charlie a la libertad de
expresión" y dejará de existir cuando todos los dibujantes del mundo
puedan ejercer su trabajo con total libertad.
La Exposición ¡Cómics, que
pasión! Presenta a los Maestros del cómic
italiano desde los años 30 hasta la actualidad.
Aparecen los autores de las
series populares como Aurelio
Galleppini, Carlo Cossio, Antonio Terenghi, Gian Battista Carpi…) así como autores más literarios y universalmente
reconocidos como Hugo Pratt, Milo Manara, Guido Crepax, Dino Battaglia).
Una alerta final. ¡Cómics, que
pasión!, es un oportuno mensaje de la
organización Italia & América Latina,
sobre todo en Lima, cuyo alcalde,
inclusive distorsionando la
declaratoria de UNESCO, borra los
murales que mejoran la estética de un Centro Histórico abandonado por los “Dueños del Perú”, y que nunca más se
atrevieron a residir en ese espacio colonial y virreinal, salvo para poblar de
agencias bancarias y centros comerciales y transeúntes desesperados como Los
Olvidados de Buñuel.
* 20.3.15 |
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